08 Septiembre 2015
MIGUEL. Otra vez, el actor Sergio Prina será el protagonista de la película, en la que asumirá el rol de un delincuente que termina arrepentido. Gentileza Agustín Toscano
Todo ocurrió en Bernabé Aráoz y Bolívar, a escasos metros de la Casa Belgraniana. En pleno Barrio Sur, Miguel y otro muchacho le arrancaron la cartera a Elena, una señora grande, quien quedó tirada en el piso tras el paso de la moto.
Así comienza “El motoarrebatador”, una película de Agustín Toscano que se encuentra en la etapa de preproducción, pero que, como guión, ya está participando en el circuito de concursos, premios y festivales.
El codirector de “Los Dueños” (junto a Ezequiel Radusky), cuenta que su nuevo filme ganó el premio de Desarrollo de Proyecto Jorge Prelorán del Festival Ventana Andina de Jujuy, y que ahora viaja a España, porque fue seleccionado para participar en un foro en el festival de San Sebastián; igualmente participará en el Mercado Audiovisual Latinoamericano en México. “Vamos a estar filmando en los próximos meses”, le cuenta Toscano a LA GACETA y confirma que la película está en la línea estética de “Los Dueños” (cuenta con la producción de Cecilia Salim).
“No hago esta película para hacer apología del arrebato; todo lo contrario. Quiero mostrar al delito como un calvario y al ladrón como una víctima de su propia violencia. Me gustaría con esta película concientizar a los jóvenes para que no salgan a robar y reducir el número de motoarrebatos. No creo que la solución para terminar con los ladrones de carteras sea el linchamiento. Creo que debemos madurar como sociedad”, reflexiona el director, quien recuerda que a su madre la arrastraron para quitarle la cartera a principios de los 90.
- ¿La película está en la línea estética de “Los Dueños”?
- De alguna forma esta película es una vuelta a mi primera obra de teatro, “Violently happy”. Era un grupo de inconscientes que secuestraban a un turista para extorsionar a la familia, pero confundían al turista que capturaban y todo terminaba saliéndoles mal. El delito termina teniendo un costo altísimo siempre y estas historias sirven para medir las consecuencias catastróficas de hacer daño. “Los Dueños” también tenía este costado moral. ¿Cuánto tiempo se puede mantener tapada una mentira? ¿Cuánto se respetan los pactos de silencio? ¿Cuáles son las consecuencias de lo que hacemos? El bien y el mal, y una delgada línea de puntos que los separan sin precisión. Me gusta el cine como herramienta de comparación entre supuestos opuestos: el campo y la ciudad; la pobreza y la riqueza; lo propio y lo ajeno; lo público y lo privado; la realidad y la ficción; la luz y la oscuridad; el día y la noche; el bien y el mal que lucharán en el interior de Miguel durante toda la película. Estará a medio camino entre ser San Miguel Arcángel, como logra hacerle creer a Elena (su víctima) o ser el motoarrebatador del título de la película.
- Trabajás con los mismos actores…
- La persona ideal para dar cuerpo a Miguel, el protagonista de la película, es Sergio Prina. Con él trabajo desde hace ocho años, cuando lo convoqué para actuar en teatro haciendo de Antonio en “La verdadera historia de Antonio”. Fue un gran placer dirigirlo y nos hicimos muy amigos. A Liliana Juárez también la convoqué para la misma obra, en la que se destacaba con su inolvidable personaje Estelita. Ella será Elena en “El Motoarrebatador”, la mujer que pierde la memoria. También es actualmente mi íntima amiga, y está arraigada a mi obra de una forma irremplazable. De alguna forma, Sergio y Liliana se han transformado en un fetiche para mí, sus rostros me disparan miles de historias para contar en la gran pantalla. Son dos personas en las que puedo confiar roles protagónicos muy jugados, porque sé que sus propuestas serán de una comprensión absoluta de sus personajes, que los enriquecerán con su humor y sensibilidad profunda. También guardo un papel importante para Daniel Elías, cofundador de la estética Gente No Convencida y gran colaborador de todas mis obras. Descubrimos juntos los lineamientos estéticos en los que trabajamos. En el teatro aprendimos de los movimientos internos de los personajes, lo que es nuestro gran capital estético. Las debilidades de cada sujeto, sus fortalezas, su necesidad de cambio y la curva dramática de cada historia. En el cine aprendimos a mirar las cosas con diferentes distancias, con pequeños movimientos y con eficaces saltos temporales. Los demás actores de ‘Los Dueños’ también tendrán su papel en este nuevo proyecto, que llevará a los cines el rostro de 100 actores locales. Al elenco lo completa Pilar Benítez Vibart.
- Hay un contenido político...
- A mi tía le preocupa que haga un filme sobre “los motochorros” porque dice que nadie los quiere, y no cree que le pueda gustar a alguien una película sobre un ladrón motorizado. Pero yo le intento explicar que no se trata de un ladrón motorizado más; se trata de un personaje particular, “Miguel”, que fue motoarrebatador, pero se arrepiente de haber golpeado a una señora.
Así comienza “El motoarrebatador”, una película de Agustín Toscano que se encuentra en la etapa de preproducción, pero que, como guión, ya está participando en el circuito de concursos, premios y festivales.
El codirector de “Los Dueños” (junto a Ezequiel Radusky), cuenta que su nuevo filme ganó el premio de Desarrollo de Proyecto Jorge Prelorán del Festival Ventana Andina de Jujuy, y que ahora viaja a España, porque fue seleccionado para participar en un foro en el festival de San Sebastián; igualmente participará en el Mercado Audiovisual Latinoamericano en México. “Vamos a estar filmando en los próximos meses”, le cuenta Toscano a LA GACETA y confirma que la película está en la línea estética de “Los Dueños” (cuenta con la producción de Cecilia Salim).
“No hago esta película para hacer apología del arrebato; todo lo contrario. Quiero mostrar al delito como un calvario y al ladrón como una víctima de su propia violencia. Me gustaría con esta película concientizar a los jóvenes para que no salgan a robar y reducir el número de motoarrebatos. No creo que la solución para terminar con los ladrones de carteras sea el linchamiento. Creo que debemos madurar como sociedad”, reflexiona el director, quien recuerda que a su madre la arrastraron para quitarle la cartera a principios de los 90.
- ¿La película está en la línea estética de “Los Dueños”?
- De alguna forma esta película es una vuelta a mi primera obra de teatro, “Violently happy”. Era un grupo de inconscientes que secuestraban a un turista para extorsionar a la familia, pero confundían al turista que capturaban y todo terminaba saliéndoles mal. El delito termina teniendo un costo altísimo siempre y estas historias sirven para medir las consecuencias catastróficas de hacer daño. “Los Dueños” también tenía este costado moral. ¿Cuánto tiempo se puede mantener tapada una mentira? ¿Cuánto se respetan los pactos de silencio? ¿Cuáles son las consecuencias de lo que hacemos? El bien y el mal, y una delgada línea de puntos que los separan sin precisión. Me gusta el cine como herramienta de comparación entre supuestos opuestos: el campo y la ciudad; la pobreza y la riqueza; lo propio y lo ajeno; lo público y lo privado; la realidad y la ficción; la luz y la oscuridad; el día y la noche; el bien y el mal que lucharán en el interior de Miguel durante toda la película. Estará a medio camino entre ser San Miguel Arcángel, como logra hacerle creer a Elena (su víctima) o ser el motoarrebatador del título de la película.
- Trabajás con los mismos actores…
- La persona ideal para dar cuerpo a Miguel, el protagonista de la película, es Sergio Prina. Con él trabajo desde hace ocho años, cuando lo convoqué para actuar en teatro haciendo de Antonio en “La verdadera historia de Antonio”. Fue un gran placer dirigirlo y nos hicimos muy amigos. A Liliana Juárez también la convoqué para la misma obra, en la que se destacaba con su inolvidable personaje Estelita. Ella será Elena en “El Motoarrebatador”, la mujer que pierde la memoria. También es actualmente mi íntima amiga, y está arraigada a mi obra de una forma irremplazable. De alguna forma, Sergio y Liliana se han transformado en un fetiche para mí, sus rostros me disparan miles de historias para contar en la gran pantalla. Son dos personas en las que puedo confiar roles protagónicos muy jugados, porque sé que sus propuestas serán de una comprensión absoluta de sus personajes, que los enriquecerán con su humor y sensibilidad profunda. También guardo un papel importante para Daniel Elías, cofundador de la estética Gente No Convencida y gran colaborador de todas mis obras. Descubrimos juntos los lineamientos estéticos en los que trabajamos. En el teatro aprendimos de los movimientos internos de los personajes, lo que es nuestro gran capital estético. Las debilidades de cada sujeto, sus fortalezas, su necesidad de cambio y la curva dramática de cada historia. En el cine aprendimos a mirar las cosas con diferentes distancias, con pequeños movimientos y con eficaces saltos temporales. Los demás actores de ‘Los Dueños’ también tendrán su papel en este nuevo proyecto, que llevará a los cines el rostro de 100 actores locales. Al elenco lo completa Pilar Benítez Vibart.
- Hay un contenido político...
- A mi tía le preocupa que haga un filme sobre “los motochorros” porque dice que nadie los quiere, y no cree que le pueda gustar a alguien una película sobre un ladrón motorizado. Pero yo le intento explicar que no se trata de un ladrón motorizado más; se trata de un personaje particular, “Miguel”, que fue motoarrebatador, pero se arrepiente de haber golpeado a una señora.







