La vajilla que se resiste al tiempo y a las modas.

La nostalgia por el pasado hace de las piezas enlozadas joyas muy valoradas en la actualidad. Qué se consigue en Tucumán.

COLOR. Desde cucharones hasta pavas; todo sirve para decorar la casa. COLOR. Desde cucharones hasta pavas; todo sirve para decorar la casa.
21 Agosto 2015
Simples, decorativas y duraderas. Quizás por esas cualidades los nostálgicos se sumergen en los mercados de pulgas o locales de antigüedades para encontrar objetos únicos que datan de siglos pasados y que se usaban en la vida cotidiana de cualquier familia argentina. Y por esta moda se han vuelto a producir utensilios o vajillas enlozadas producidos industrialmente, que se consiguen en tiendas de decoración, bazares y hasta en supermercados, que sirven para decorar un ambiente, una fiesta o una mesa; para usar como vajilla diaria, o -por ejemplo- para reemplazar macetas.

A Natalia Alurralde los enlozados le remiten en forma directa a las cocina de las abuelas; esas donde no faltaba un mate caliente y dulce en un recipiente de este material, como los que vende ahora en su negocio Aloha. “Me encanta todo lo que hace referencia a lo retro. Mi negocio tiene una colección de tesoros, donde trato de incorporar objetos como los enlozados”, confesó Alurralde sobre esas piezas que tienen un proceso de vitrificación sobre una chapa o hierro (leer “¿Qué es el enlozado?”), lo que las hace más resistentes a los golpes y a la abrasión de las esponjas metálicas. Pablo Esteban Rodríguez es otro tucumano apasionado por lo vintage, que creó un emprendimiento por Facebook (Camelias y Hortensias) para “rendir culto” a su abuela, Felipa Hortensia. “Rescaté su sillita matera, y con ella empecé a recordar su imagen: me acordé de sus utensilios de enlozado, como sus jarritos para el mate cocido, los platos para servir las rosquitas o la palangana para presentar sus albóndigas. De ahí me puse en campaña de buscar esos utensilios. Fui a bazares antiguos y lugares inhóspitos, donde creés que no vas a encontrar nada usable. Ahí fue donde encontré enlozados, los que vendo ahora por Facebook”, describió Pablo, y añadió que las mesas que propone con esas vajillas lo transportan a la infancia y tienen “ese olorcito a recuerdos”.

Los enlozados llegaron a Tucumán a principios del siglo XIX, según comenta Rodolfo Peralta, propietario de un anticuario y un experto en antigüedades. “Venían de Europa y eran elementos de uso cotidiano para las familias tradicionales. Los usaban el personal de servicio doméstico y no los cuidaban, por lo que terminaban abollados, descascarados y -por último- se oxidaban y manchaban. Por ello, en la actualidad no se encuentra vajilla en buen estado. Luego el enlozado era exclusivo de las clases medias que no podían comprar porcelana o loza importadas”, contó Peralta e indicó que si se revuelven los mercados de pulga se pueden consiguen objetos de 1900 a 1940, como juguetes, regaderas, palanganas, jarras, jofainas, joyas, jarros, tazas, cucharones, coladores, yerberos o azucareras. “Es muy difícil calcular si se está pagando un buen precio por un objeto enlozado. Si es importado (fijarse en el sello) y está medianamente en buen estado, se debe pagar muy bien. Lo que sucede es que esas piezas cotizan alto porque son muy buscadas por decoradores de Buenos Aires. Estas cosas se manejan por la moda, y por ello aumentan los precios”, agregó el anticuario. Por último indicó que una fuente enlozada en mercado de pulgas o feria puede arrancar en $150. Mientras que un mate producido en la actualidad, cuesta desde $90.

¿Qué es el enlozado?

El enlozado es un proceso de vitrificación que recubre una pieza metálica (chapa o hierro), lo que le da una alta resistencia a la abrasión y evita el óxido. De esta manera aumenta la vida útil de la pieza o utensillo. Este tratamiento no es pintura, no es un barniz y no se despega de la pieza (a menos que se la golpee fuerte). Se emplea en diferentes rubros: artículos para la cocina (bandejas pizzeras, jarros, tostadores, pavas, y un sinnúmero de piezas), artículos para gas (cocinas, anafes, calentadores, pantallas, sombreros de farol, estufas), componentes de hornos comerciales e industriales, y principalmente en todos los elementos del asador (parrillas y herraje de la misma, fogoneros, accesorios para Bazar, discos de arado, entre otros). Como tiene una base metálica, no se puede usar en microondas. Cuando se salta el esmaltado, no se debe volver a usar porque el metal se oxida en contacto con el agua. Fuente: Enlozados Font.

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