Pesca, la terapia de los famosos

Deportistas de distintas disciplinas, actores de Hollywood, millonarios excéntricos y hasta políticos de proyección internacional encontraron la receta para escaparse de la rutina diaria y tomar aire de los problemas que los asfixian.

Gustavo Rodríguez
Por Gustavo Rodríguez 14 Agosto 2015
“Cada vez que el mundo Boca me asfixia, salgo a pescar”. La frase pertenece a Rodolfo Arruabarrena, técnico del “xeneize” y la pronunció hace muy poco tiempo. Es uno de los pocos famosos que se animó a contar públicamente cuál es su receta para escaparse de la rutina diaria o de los problemas de su actividad.

Deportistas, actores, empresarios y políticos usan la pesca como terapia. Lo sabe muy bien Diego Armando Maradona que, en sus peores crisis, se subió a una lancha para pescar dorados en el Paraná o pejerreyes en alguna laguna bonaerense donde encontró algo de paz.

Gabriel Batistuta, Matías Almeyda, Facundo Sava y Ariel Ortega son algunos ejemplos de futbolistas que pescaban diferentes especies con la misma habilidad que eludían rivales o hacían goles en campos de todo el mundo. Pero hay casos más cercanos, casi desconocidos por muchos. Por ejemplo, Ramón Díaz, cuando tiene tiempo, se escapa a Loreto, Santiago del Estero, para disfrutar varios días de pesca.

Marcos “Anguila” Gutiérrez se encargó de contagiar a varios compañeros de San Martín y de otros clubes la pasión por la actividad. Matías Carabajal, Franco Sbuttoni, Cristian Menéndez y Pablo Garnier son los jugadores de Atlético que también se inclinan por la pesca cuando tienen tiempo libre. Varios de ellos se dieron el gusto de tomar clases de fly cast, una modalidad bastante complicada, desde que están en la provincia.

“Se pueden hacer las dos cosas porque son dos pasiones. Uno se las ingenia y puede hacerlas de manera paralela. Siempre hay un tiempito libre”, explicó Marcelo del Negro, el mejor jugador de hockey que nació en nuestra provincia y fanático de la pesca con mosca.

Luz, cámara y…

La lista de actores que se dedican a la actividad también es bastante extensa. Pero, ¿qué tienen en común Harrison Ford, Kevin Costner, Michael Douglas, Don Johnson y Tom Selleck? Todos estos astros eligieron la solitaria localidad chilena de Coyhaique para disfrutar de la pesca de truchas y salmones.

“Quieren estar lejos de todo y que nadie los moleste. Por eso vienen solos a lugares tan remotos, sin avisarle a nadie y sin publicidad”, explicó Eduardo Otarola al diario “La Tercera”, que informó que los astros son capaces de pagar desde 4.000 dólares por día para darse ese gustito.

En el filme “Nada es para siempre”, dirigido por Robert Redford, Brad Pitt genera suspiros entre las mujeres al verlo pescar truchas con mosca (foto). Y al parecer algo sabe del tema. Dicen que el actor y su mujer, Angelina Jolie estuvieron el año pasado en el Litoral, disfrutando de la captura de los dorados monstruosos que regala la represa de Salto, en Concordia, Entre Ríos. Sus agentes negaron que los actores hayan realizado tal actividad, pero guías y lugareños aseguran todo lo contrario. La pareja estuvo desparramando glamour por esas tierras y, de paso, atrapando esos “amarillos” de más de 15 kilos.

Política y algo más

La pesca es una excelente oportunidad para que los políticos charlen sobre diferentes temas o solucionen algunas cuestiones de Estado. Una de las fotos más hermosas que se conocen de Fidel Castro con Ernesto “Che” Guevara es, justamente, en una excursión realizada por el Caribe. Esa imagen, tomada por el cubano Alberto Korda, nos cuenta que en esos viajes se trataban temas muy importantes como definir el futuro de Cuba después de que triunfara la revolución.

El presidente Arturo Frondizi, en febrero 1960, supo atender muy bien a un huésped de honor, su par norteamericano Dwight Eisenhower, que había llegado al país para firmar un acuerdo de colaboración. Más allá de las cuestiones diplomáticas, el mandatario argentino, sabiendo del fanatismo del líder de EEUU por la actividad, organizó dos visitas al interior del país: Mar del Plata y San Carlos de Bariloche. En la primera se dio el gusto de probar la pesca de alta mar y en el sur, después de firmar el acuerdo, se alojó en una hostería de Villa Traful para capturar las truchas que por esos tiempos ya tenían prestigio internacional.

En los 90, cuando algún problema sacudía al país, Carlos Menem y Eduardo Duhalde realizaban excursiones de pesca en alta mar para definir qué camino tomar. Aunque no está documentado, dicen que en una caña en mano, el riojano convenció a su vice de que se presentara como candidato a gobernador de Buenos Aires.

¿Qué diría si se le contara que Estados Unidos y Venezuela tuvieron un acercamiento a través del deporte? George Bush, ex presidente y padre del -por ese entonces- líder de Estados Unidos, se reunió con Hugo Chávez en el mismísimo palacio de Miraflores en febrero de 2001. “Nunca hablo de los temas que toco con los líderes políticos con los que me reúno. Ahora basta de política, me voy a pescar”, les dijo a los periodistas que se quedaron con las ganas de que les confirmara que en realidad había acordado cuestiones vinculadas al precio del petróleo.

También hubo políticos que se aprovecharon de sus contactos para practicar el deporte que tanto aman. Para recordar un caso emblemático, el lector debe subirse a la máquina del tiempo y transportarse a los primeros años de 1900. Al abrir los ojos se encontrará en Concepción. Allí se topará con Stewart Shipton, el joven inglés que se transformó en el primer intendente de esa ciudad. Por su fanatismo no sólo logró que llegaran las primeras ovas de truchas fecundadas desde Buenos Aires en tren -sí, en tren-, sino que nacieron en una casa suya. Posteriormente las sembró en los ríos del sur de la provincia.

No tan alejados en el tiempo, aparecen dos gobernadores que aprovecharon sus influencias para darse un gustito. Flora y Fauna sembró truchas en Los Chorrillos, una finca ubicada casi al límite con Salta que era el lugar elegido por Julio Miranda para descansar. Antonio Domingo Bussi, disfrutaba de las truchas que le preparaban en la casa de un ex funcionario que también había pedido que le liberaran ejemplares en un arroyo que pasaba muy cerca de su casa. Eso sí, las atrapaban con redes y no con cañas. No se sabe si se las preparaban como le gustaba a Frank Sinatra: fritas con almendras.

Polémicos millones

La Patagonia siempre fue un destino que atrapó a los pescadores de truchas de todo el mundo. Maradona, Sylvester Stallone y Robert Duvall fueron algunos que se encerraron varios días para disfrutar de los salmónidos que allí se encuentran. Sin embargo, fue la tierra fértil para que reconocidos magnates, fanáticos de la actividad, compraran miles de hectáreas para quedarse con los mejores lugares de pesca.

El norteamericano Ted Turner es uno de ellos. El multimillonario es dueño de tres estancias en el sur del país. La Primavera (5.000 hectáreas) que encierra gran parte de los sitios pesqueros de Villa Traful; Collon Cura (50.000 hectáreas) ubicada entre Confluencia y Junín de Los Andes, y San José (8.000), en Río Grande. En todos esos lugares la pesca es muy generosa y los habitantes de esa zona ya realizaron varias manifestaciones para solicitarle que les permita practicar el deporte por sus dominios.

Los hermanos Benetton, Douglas Tompkins (compra tierras y luego las restaura ecológicamente), Joe Lewis (propietario de Tavistock Group) y Ward Lay (dueño de las papafritas y de Pepsi) son otros magnates que compraron mucha tierra en la Patagonia y en el Iberá. Algunos sostienen que lo hicieron para practicar la pesca o hacer turismo con la actividad, aunque muchos especulan que en realidad extendieron su dominio a las mayores reservas de agua que existen en el mundo. Pero más allá de las especulaciones, ellos también eligen tomar una caña para hacer ese retiro espiritual.

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