
la gaceta / foto de roberto espinosa

VIDA Y CREACIÓN
Cuando vi su caricatura en la nota de pie de página, comencé a experimentar esa sensación extraña que causa la incertidumbre del contenido. A medida que avanzaba en la lectura de la crónica “Un duende del arte y la bohemia”, de Roberto Espinosa (4/8), sobre Pedro Molina (foto), se me humedecía la vista anticipando el final. Mientras me iba comiendo el relato, no podía menos que retrotraerme a mi casa de la niñez, en donde mi padre convocaba día a día a no sé cuántos artistas encumbrados, otros en vías de consagración y a numerosos estudiantes de otras provincias, que en su afán de vivir para el arte y despojados de valores materiales, dejaban su tierra para embeberse del sueño que significaba desplegar la creatividad, en los pinceles, en arcilla, en una carbonilla, en ese estilete que es una gubia o en las tablas de algún escenario. Spilimbergo, Gómez, Cornet, Audivert, Rebuffo, Carlos Alonso, Gatti, Salas, Timoteo Navarro, Enzo Viena, entre tantos, son nombres que se asocian en mi memoria a los incipientes que a menudo llegaban a compartir entre vinos y picadas la historia de los maestros y del arte en sí. Pedro Molina, Michi Aparicio, Irene Saderman, Tuqui Holgado, El Turco Dumit, Aída Tesolín, de los que recuerdo, y tantos más, que hacían culto a la vida, al hombre y a la creación. Más de 50 años después, les rindo un homenaje, en memoria de lo que le entregaron al arte a través de una producción espectacular y quizá pocas veces reconocida públicamente, en donde el amor, la pureza, la sencillez y la humildad eran los valores corrientes en esa generación. Lo hago en este día (por el 4/8), aniversario del nacimiento de mi padre, Luis Lobo de la Vega, que fue un abanderado de los ideales del hombre.
Luis Lobo Chaklián
luislobochaklian@gmail.com
ABRACADABRA
A lo largo de mi no corta existencia he vivido ligada a una mágica palabra: ¡abracadabra! Aún no podía mantenerme en pie -¡oh, acariciadores recuerdos!- cuando ya me la brindaban diariamente mis padres y abuelos. Empecé a amarla. Me aferré a ella. No nos desencontramos nunca. Ya docente se la legué a mis alumnos, más tarde a mis hijos y en los días que corren a mis nietos ¡Abracadabra, pata de cabra! surca mi existencia. Ahora bien ¿cuál es el motivo de la precedente confidencia? Esencialmente. agradecerle a Gustavo Martinelli su brillante columna “Envía tu fuego hasta el final” (4/8). Las precisiones semánticas que inscribe, las profundas reflexiones sobre la política que enmarca, la sustantiva seducción de su discurso, son notas que legitiman nuestra felicitación, pero falta agregar algo esencial para quien escribe este reconocimiento: la relevancia vital que el periodista le otorga a esas palabras que logran potenciar la magia sobre magia. Me refiero a las palabras dirigidas a la infancia: ¿Acaso abracadabra, al margen de su origen, más allá de su etimología, por encima de su tradicional reverencia, no ilumina el mundo poético infantil y en consecuencia edifica torres? Señor director, le hice caso a Gustavo Martinelli. Hoy, volví a escribir abracadabra, la eché al viento empezó a volar y mientras se elevaba, desde su dimensión sanadora, se revitalizaba en mi espíritu la esperanza de un mundo mejor.
Honoria Zelaya de Nader
hznader@gmail.com

SIN AGUA
“Cuanto caudal de buena voluntad perseverante e inteligente ha sido necesario para que podamos figurar realidad, lo que tantas veces hemos soñado y deseado en las siestas asfixiantes y calurosísimas de nuestro verano eterno, claras, frescas, dulces aguas para las múltiples necesidades de la vida”. Esta frase fue pronunciada por el entonces ministro de Hacienda de la provincia, Alberto León de Soldati, el 15 de agosto de 1897 en el memorable acto de colocación de la piedra fundamental de aguas corrientes, en los depósitos de Villa Muñecas. A 118 años de aquel histórico acto de vital importancia para los tucumanos, lamentablemente, el único protagonismo del usuario ha marcado desde hace bastante tiempo, el descontento, el reclamo por un servicio altamente deficiente. Hoy, la realidad ha llevado a los usuarios a manifestarse de distintas maneras: notas, cortes de calle, denuncias en los medios. Sin embargo, la desidia, la indiferencia son la repuesta encarnada en la prestadora SAT. En este organismo reina el abandono de sus funciones competentes, prevalece la negligencia. Quien suscribe esta nota presentó hace más de un mes un reclamo por una importante pérdida de agua potable en la vía pública, altura de calle General Paz al 100, la que está afectando a un importante número de vecinos de la zona que se ven privados de acceder en forma regular al consumo de agua potable, y a todas las demás necesidades derivadas de un abastecimiento normal, exponiendo a niños, jóvenes y adultos a diversas enfermedades y estado de insalubridad en general. También presenté una nota al Ersept solicitando su intervención como entidad de control del servicio de agua potable de la SAT. Repuesta: el silencio o la complicidad entre estos dos organismos del Estado provincial. Queda esperar que las autoridades de la SAT despierten del letargo y cumplan con sus deberes, en los términos de la Ley 6.925 art. 28 y también se adecuen a los términos contractuales previstos en la ley 8.479.
Jorge Salvatierra
jasalva_53@hotmail.com

EL CORREO EN LA COCHA
¿Quién se hace cargo de la mala atención del Correo Argentino? En La Cocha, la institución postal ofrece una pésima atención, no brinda ningún servicio. Los empleados son muy amables. Cuando uno va hacer un trámite, le responden que no giraron la plata, que no hay sistema (pago fácil, casi nunca), que el banco no tiene sistema para darles la plata, pero la cosa es que nunca pagan ni cobran, porque siempre hay problemas. Por el plan Hogar, de las garrafas, a 15 días de la fecha de pago, pude cobrar; a la gente que viene de lejos la hacen ir como 10 veces para poder cobrar las pensiones o planes. Con lluvia, sol, frío o calor esperan desde la madrugada, hacen cola para que después le digan que no hay nada, que vengan al otro día o la otra semana. ¿Para qué figuran en las boletas las fechas de pago? Si no brindan servicios, como debe ser, ¿por qué no lo cierran y arbitran otros medios?
Nilda del Valle Russo
pilyruss@hotmail.com
LA COMPRA DE DÓLARES
En la entrevista a Alfredo Zaiat (2/8), quien vino a Tucumán para presentar su libro “Amenazados”, se afirma, entre otras cosas, que “todos creen que merecen dólares”. El economista y periodista del diario “Página/12”, parece creer que el Gobierno de turno -cualquiera que fuese su orientación económica- tiene facultades para evaluar qué ciudadano merece o no adquirir dólares. Se plantean aquí cuestiones que incumben a la ética y a la economía. ¿Es ético comprar dólares para ahorro? Cuando nos consta que los principales funcionarios del país eran -o son- millonarios en ese billete, cabría preguntarse: ¿la ética depende de la posición que cada uno ocupe? ¿Los funcionarios pueden comprar dólares cuando quieran y en la cantidad que deseen y la población, no? Desde la óptica económica, la moneda norteamericana es un bien más en el mercado. Lógicamente, si, ante la incertidumbre sobre el futuro de la economía y la certeza de una inflación que corroe el poder adquisitivo del dinero, la población demanda más billetes, su valor tenderá a subir. Sobre todo si el aumento de la oferta no acompaña el incremento de la demanda. Las exportaciones constituyen la principal fuente de ingresos de dólares al país. Desde hace varios años el Gobierno viene restringiendo la exportación de carne, leche y granos, afectando la rentabilidad de la agroindustria y limitando el ingreso de billetes verdes. Lógicamente, como consecuencia de esa política -y como dice Zaiat- los dólares no alcanzarán para todos.
Marcos Enrique Mirande
marcmirande@gmail.com
HACER MEMORIA
Se viven días trascendentales. La bella democracia que tanto costó, se ejerce colectivamente y rinde una gran prueba. El voto marca el camino, da esperanza, genera ilusión y a la vez expectativas. Es hora de dejar de naturalizar los problemas que nos acucian como pueblo y nación, ya que el efecto perdura y nos mantiene inmóviles e impotentes ante la realidad cotidiana. Diferencie lo que se hizo bien y lo que no a lo largo de tantos años de gobierno, lo positivo y lo negativo. Pero, por favor, hágame caso, tómese unos minutos y haga memoria. No se olvide del negro diciembre de 2013 y nuestro Tucumán en manos de delincuentes, de la lesionada libertad de prensa, de la tragedia de Once, de Paulina Lebbos e incontables víctimas de la inseguridad, de Nisman y la impunidad, de Florinda y su lucha por el 82% móvil negado a los jubilados, de las falaces estadísticas del Indec y la inflación, de Néstor Femenia y de los niños ángeles muertos por desnutrición a lo largo y ancho del país, de los inundados y el vergonzoso “vago de miércoles”, de la corrupción y el nepotismo estatal, de Morena y el avión sanitario, de la riqueza increíble e infundada de funcionarios caraduras y sin ética, de los niños jóvenes muertos por la droga, de la soberbia e indiferencia estatal en momentos en que el pueblo estaba sumido en la incertidumbre. Nos acostumbramos lamentablemente a escuchar que a un conocido le pegaron salvajemente para robarle y “por suerte no lo mataron”, del funcionario que “roba pero hace”, a que nos informen que están incriminados en delitos contra la ética pública y el silencio oficial que acompaña. Que ayer a usted le ofrecieron dinero, un bolsón de mercadería y el taxi que lo traslada, todo el combo a cambio de un voto. Esa mercadería durará muy poco en la alacena pero su decisión y su libertad marcarán de una forma insoslayable su futuro. Por favor, vote a conciencia. Martin Luther King, un activista de los derechos civiles pronunció en su lucha sabiamente: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los de sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”.
María del Carmen Stefanoni
marustefanoni@hotmail.com
LAS BOMBAS ATÓMICAS Y LA ÉTICA
Las bombas de Hiroshima y Nagasaki abrieron a la humanidad las puertas del infierno a la vez que forzaron la aparición de la ética en el escenario de la guerra y la consideración moral de los actos derivados de ella. El resultado del denominado “Proyecto Manhattan” fue la construcción de un arma que usaba el poder del átomo como explosión devastadora. El 16 de julio de 1945 tuvo lugar la explosión experimental de la primera bomba atómica de plutonio en el desierto de Nevada, lo que permitió el lanzamiento, por primera vez en la historia de la humanidad sobre una ciudad, Hiroshima, que el 6 de agosto sufrió el efecto devastador de un artefacto de uranio, que destruyó la ciudad, mató a miles de personas y abrió de esta manera el ingreso de los países a la denominada Era Nuclear. Muchos murieron en el estallido de esas bombas, muchos más sufrieron sus efectos por décadas, mostrando a quien quisiera ver la tragedia de la guerra atómica y sus consecuencias sobre la salud de los humanos en su condición más degradada y ello constituye el mayor agravio ético a la dignidad de las personas. Se habla mucho de derechos humanos en la actualidad. ¿Y los de los japoneses que siguen sufriendo las consecuencias de la explosión nuclear? Bioéticamente nunca hubo “guerras justas”. Nunca se habló antes en profundidad de la ética o la bioética de los crímenes de guerra. La humanidad ha visto con estas explosiones también el nacimiento de una conciencia ética acerca de la ciencia, la guerra y sus consecuencias. El estallido de la bomba tuvo como consecuencia el despertar de una conciencia moral de la humanidad. En el fondo de la cuestión, esa fue la herencia que nos dejaron miles de muertes, muchas de las cuales podrían haber sido evitadas, si se hubiera pensado más en el hombre que en “las causas justas” que tanto daño nos han hecho a lo largo de los siglos.
Armando Pérez de Nucci
perezdenucci@gmail.com
LA CASA HISTÓRICA
Visitar hoy la Casa Histórica de Tucumán es como decir en términos vulgares: “a vos te la contaron”. Es como esas situaciones en que los hermanos mayores cuentan historias y vivencias de la casa de los abuelos, ya vendida, a los menores que no la pudieron conocer. Sabemos bien que en ese relato, ya distante de las cosas concretas y lejano en el tiempo, se introduce mucho de la imaginación, se exagera y crea cosas, se añaden elementos poco correspondientes con la realidad y hasta se avivan fantasmas salidos de algún viejo arcón, aunque en este caso ni los arcones quedaron. Entrar a aquella Casa, otrora histórica, es caminar por los renglones zigzagueantes de un relato y revivir añorados momentos infantiles. Qué impresión y qué apuros tendría Doña Francisca Bazán de Laguna, bien engalanada, al ver la pronta llegada de los congresistas y no tener qué ofrecerles para hospedarse; y pensar que se optó por su propiedad porque era el sitio más apropiado y acondicionado de la época. Y de las escrituras en las paredes qué decir: “disculpen pero estuvieron mis nietos algo caprichosos y se les dio por escribir y pegar figuras”. Pobre anfitriona, ¿quién quisiera estar en su lugar? Si hasta tendría que disculparse por más de un colado a la fiesta y otros convidados de piedra. Sin consulta alguna, nos quitaron la posibilidad de adentrarnos en la historia a partir de lo real y tangible, de revivir y sentir la mística de estar junto a todo aquello que fue testigo vivo de lo sucedido. Lamentablemente, lo que era una casa de familia, histórica por los sucesos trascendentes sucedidos en sus recintos, dejó de serlo y se convirtió en un “fast museum” digno de cualquier cadena multinacional. Le quitaron el aura y el sabor de una vivienda señorial propia de lo hispano tucumano. Esperemos que el silencio de tantos hombres destacados y la falta de compromiso de prestigiosas instituciones que avalan por evitar problemas pronto se rompan; y que los tucumanos y todos los argentinos, ante el inminente Bicentenario de la Independencia, sepamos restaurar y recuperar nuestra casa y nuestro legado. Sepamos hacer valer nuestro derecho a vivir la historia verdadera y no dejar que nos la cuenten.
Francisco Javier Viejobueno
franciscoviejobueno@hotmail.com
ANIVERSARIO DE LA GACETA (I)
Abrir la jornada con la lectura de LA GACETA es un momento que aguardo ansiosamente cada mañana porque representa enfrentar la rutina dinámicamente conociendo y actualizando el día a día de la historia, integrándome al acervo cultural con su bagaje de informaciones y noticias. Deseo destacar esta sección que vincula a los lectores con el diario y permite opinar libremente. Como una vidriera muestra y proyecta el pulso del quehacer tucumano y sus problemáticas, es una ventana abierta que oxigena a la ciudadanía, ávida de dar a conocer sus inquietudes. Por la influencia vastamente conocida, por su relevante trayectoria, mi afectuoso saludo al cumplir 103 años. ¡Felicidades!
Nelly Elías de Benavente
nellybenavente@hotmail.com
ANIVERSARIO DE LA GACETA (II)
La GACETA cumple sus primeros 103 años de vida. Hago llegar mis sinceras felicitaciones a todo el personal y a todos los periodistas que día a día hacen posible encontrarnos con un ejemplar de LA GACETA en nuestras casas. La calidad informativa y el profesionalismo ha forjado su reconocida trayectoria en el país. El diario es, sin duda, un referente de información, análisis y opinión para aquellos lectores en el tratamiento de las noticias. Mi reconocimiento al compromiso que ha demostrado por alimentar y mantener vivo el debate de ideas. Cuando las pasiones tienden a dividir siempre es necesario un medio, que manteniendo sus convicciones, acepte la opinión distinta y la ponga en debate con sus lectores, en especial su tribuna de lectores, que a diario nos privilegia a quienes tenemos la inquietud de hacer llegar nuestra opinión y difundirla. Festejamos junto a ustedes este nuevo aniversario, que sigue haciendo historia pensando en el futuro, reconfirmando su fuerte apuesta al periodismo de calidad.
Julio Argentino Gómez
julioargentino@arnet.com.ar
ANIVERSARIO DE LA GACETA (III)
Ya que durante el año se los molesta muchas veces para que nos publiquen algún comentario en ese prestigioso espacio, en este caso es por un motivo muy especial y es para desearles un feliz 103 años a LA GACETA, a todos sus directivos, periodistas, empleados y a todos los que tienen que hacer con ese diario. Un abrazo.
Mario Oscar Rivet Vozza
mrivetvozza@hotmail.com
ANIVERSARIO DE LA GACETA (IV)
Los lectores sentimos la necesidad de felicitar a LA GACETA por sus 103 años de existencia, hecho que de por sí, ya es un mérito poco frecuente en el ámbito periodístico, dadas las situaciones tan inestables, cambiantes y hasta riesgosas, como las que hemos vivido los argentinos en esta etapa de su larga vida. Pero además debemos agradecer por la imparcialidad y objetividad con que nos informa sobre los hechos sobresalientes que ocurren en nuestra provincia, en el país y en el mundo, por el nivel de los análisis y las opiniones sobre la actualidad de todos sus columnistas, por su generosidad de brindarnos amplios espacios a los lectores para expresar nuestras diversas inquietudes y necesidades. Todo lo cual ha convertido a su cotidiana lectura en un medio imprescindible para informarnos, ayudarnos a pensar y reflexionar, que, en definitiva, significa cumplir con la muy noble y muchas veces inapreciada tarea de educarnos.
Adolfo Valeriano Poliche
trancas_10@hotmail.com
ANIVERSARIO DE LA GACETA (V)
Felicidades y muchas gracias por el esfuerzo de ustedes por la libertad de expresión; es un signo visible y esperanzador en estos tiempos que vivimos y que gracias a su esfuerzo genuino hacen realidad. Tantas cartas de lectores compartidas que hacen a la opinión pública es que no quería dejar de pasar este feliz aniversario tan merecido.
María Ofelia Sal
mariaofeliasal@hotmail.com
EL PARO DE LA UNT
Como padre de estudiante universitario de la facultad de Ciencias Exactas, quiero expresar un profundo apoyo a los docentes universitarios por no bajar los brazos y luchar por un salario digno. Los $1.000 conquistados el año pasado son un derecho adquirido. Además, ¿por qué no dan a conocer los números cuando dicen que no hay plata para los docentes? Lo que se exige es en pos de una educación digna para nuestros hijos y toda la comunidad de la UNT. Quiero que haya clases con docentes trabajando dignamente, y no a cualquier costo.
Hugo Carlos Interlandi
interlandizoireff@gmail.com
PROTESTA DEL CAMPO
Pasé por avenida Sarmiento y Muñecas. El tránsito estaba congestionado con vehículos, la mayoría modelo 2015, y alguien me dijo: “parece una exposición de autos, pero es una protesta de la gente del campo”. ¿Qué les queda a los trabajadores, con sueldos que aumentan cada cuatro meses, con descuentos a las ganancias lapidarios? Es evidente que las diferencias son abismales entre la clase trabajadora. Me parece justo que todos trabajemos, sólo que los privilegios son para unos cuantos.
Carlos Rubén Ávila
rubenavila20@gmail.com







