19 Junio 2015
ATURDIDO. La rotura de ligamentos que lo dejó sin Mundial parece haber minado la confianza del otrora temible Falcao. efe
Ariel Greco - DPA
Durante los meses previos al Mundial, toda Colombia lamentó la ausencia por lesión de Radamel Falcao. Un año después, ya en plena Copa América de Chile, la selección aún añora la presencia de su goleador. Por más que José Pekerman lo considera pieza clave, Falcao todavía no pudo volver a ser aquel artillero temible de las eliminatorias y que brilló en Atlético de Madrid y en Porto.
“Hoy lo más importante no es el gol del Falcao, sino los tres puntos”, destacó el delantero tras el triunfo ante Brasil. Tanto en ese partido como en el debut, el máximo goleador de la selección colombiana con 25 tantos en 59 partidos estuvo irreconocible en el campo, y no precisamente por su nuevo look.
“Va a ir mejorando y de a poco va a llegar a su nivel óptimo. Si hace goles se van a ver más otras cosas que aporta que al no marcar muchas veces no se ven”, lo defendió Pekerman. “Hay una sana competencia. No siento preocupación, está a la altura de los compañeros”, completó el técnico, que lo respaldó al principio del torneo nombrándolo capitán.
“Yo no le ‘chupo las medias a nadie’, pero si Radamel hubiese estado en Brasil, Colombia tendría su primera Copa del Mundo”, afirmó hace poco tiempo Diego Maradona. Sus palabras pueden parecer exageradas, pero no son pocos los que piensan que la selección “cafetera” podría haber llegado más allá de cuartos de final.
Previo a la Copa América, Falcao vivió una campaña opaca en el Manchester United, sin convencer nunca al entrenador holandés Louis van Gaal, con apenas cuatro goles en 29 partidos. Sin embargo, Pekerman se ilusionaba antes del torneo con recuperarlo. “Nos da tranquilidad su estado físico y espero que en la selección muestre su máximo nivel. Acá se siente pleno y nos transmite eso en el juego y en la integración con los compañeros”, avisó su técnico.
Como en el Mundial, Colombia añora a Falcao. La diferencia es que ahora el capitán todavía puede dar el presente en el campo y volver a ser el emblema y goleador que la selección “cafetera” necesita para aspirar a la segunda Copa América de su historia.
Durante los meses previos al Mundial, toda Colombia lamentó la ausencia por lesión de Radamel Falcao. Un año después, ya en plena Copa América de Chile, la selección aún añora la presencia de su goleador. Por más que José Pekerman lo considera pieza clave, Falcao todavía no pudo volver a ser aquel artillero temible de las eliminatorias y que brilló en Atlético de Madrid y en Porto.
“Hoy lo más importante no es el gol del Falcao, sino los tres puntos”, destacó el delantero tras el triunfo ante Brasil. Tanto en ese partido como en el debut, el máximo goleador de la selección colombiana con 25 tantos en 59 partidos estuvo irreconocible en el campo, y no precisamente por su nuevo look.
“Va a ir mejorando y de a poco va a llegar a su nivel óptimo. Si hace goles se van a ver más otras cosas que aporta que al no marcar muchas veces no se ven”, lo defendió Pekerman. “Hay una sana competencia. No siento preocupación, está a la altura de los compañeros”, completó el técnico, que lo respaldó al principio del torneo nombrándolo capitán.
“Yo no le ‘chupo las medias a nadie’, pero si Radamel hubiese estado en Brasil, Colombia tendría su primera Copa del Mundo”, afirmó hace poco tiempo Diego Maradona. Sus palabras pueden parecer exageradas, pero no son pocos los que piensan que la selección “cafetera” podría haber llegado más allá de cuartos de final.
Previo a la Copa América, Falcao vivió una campaña opaca en el Manchester United, sin convencer nunca al entrenador holandés Louis van Gaal, con apenas cuatro goles en 29 partidos. Sin embargo, Pekerman se ilusionaba antes del torneo con recuperarlo. “Nos da tranquilidad su estado físico y espero que en la selección muestre su máximo nivel. Acá se siente pleno y nos transmite eso en el juego y en la integración con los compañeros”, avisó su técnico.
Como en el Mundial, Colombia añora a Falcao. La diferencia es que ahora el capitán todavía puede dar el presente en el campo y volver a ser el emblema y goleador que la selección “cafetera” necesita para aspirar a la segunda Copa América de su historia.
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