El esfuerzo no acompaña a Atlético

El esfuerzo no acompaña a Atlético

El lamento es que al equipo le llegan una vez y es gol.

ESTUVO CERCA. Sbuttoni, que despeja el balón, merodeó en varias oportunidad el área de Unión de Mar del Plata. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA ESTUVO CERCA. Sbuttoni, que despeja el balón, merodeó en varias oportunidad el área de Unión de Mar del Plata. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
16 Junio 2015
La espera fue más larga de lo habitual. La zona mixta, donde generalmente se cruzan ambos equipos, era un desierto que albergaba una sinfonía de murmullos de los periodistas que conjeturaban si alguien de Atlético iba a hablar o no.

Pero nada, la puerta por donde salen los “decanos” seguía cerrada y la incertidumbre ya tomaba postura dentro del predio que también sirve de base de operaciones del centro de entrenamiento del tenis de mesa de Atlético.

Por fin sale Juan Manuel Azconzábal, casi en sintonía con una cumbia que se escapaba del vestuario visitante, donde la noche ya era plena tras haberle sacado dos puntos a uno de los candidatos al ascenso directo. “Fuimos ampliamente superiores, creamos muchas situaciones de gol, pero nos llegaron una vez y nos marcaron”, arrancó así su lamento táctico el DT. Para él, Atlético fue superior. Sí, lo fue, pero los partidos se ganan con goles. “En el segundo tiempo, al haber hecho un esfuerzo grande en el primer tiempo, creamos peligro pero de otra manera. No pudimos ganar”, agregó. Luego graficó su pesar por la falta de contundencia. “Erramos goles bajo el arco, pegamos tiros en los palos... Hay que bancársela, trabajar, fortalecer al grupo y tratar de mejorar día a día”, sentenció un Azconzábal que fue blanco de insultos de un sector de la barra brava “decana”. A él lo culpaban por el empate (ver aparte).

La imagen de Pablo Garnier hablando y tranquilizando a hinchas que insultaban el técnico sobre el ocaso del partido graficó lo que terminó siendo una noche amarga para Atlético.

Pese a dominar y a ser el dueño de la pelota, el “decano” no jugó bien, perdió intensidad en el complemento y el hincha, con el partido sentenciado en 1-1, graficó su bronca con una extensa silbatina. Así despidió al equipo la gente de la cancha, que luego prosiguió expresando su malestar cerca de la zona mixta. Allí, integrantes de “La Inimitable”, la barra brava “decana”, insultaron al técnico y le pidieron que renuncie. Al único que apoyaron es a Leandro Díaz.

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