CHILE- Lo advirtió Oscar Tabárez y no hay motivos para contradecirlo: sin Luis Suárez y sin otros puntales históricos cuya plenitud es cosa del pasado, Uruguay defenderá su condición de actual campeón de América con una formación respetable pero en general volcada a una franca etapa de recambio. La uruguaya es la selección que más veces jugó la Copa (43) y la que más veces la ganó, un total de 15, una más que la argentina y siete veces más que la brasileña. También es la que más partidos ha jugado: 190.
Pero del compacto campeón en la versión del 2011 quedan algunas piezas importantes, cómo no, pero faltan otras difíciles de reemplazar y una en particular imposible de reemplazar: Suárez, el goleador histórico de la Celeste con 44 anotaciones en 83 presentaciones y acaso uno de los 10 mejores delanteros del planeta.
Suárez purga la suspensión derivada del célebre mordisco al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil; mas no será el único ausente notorio, tampoco estarán tres de los cinco futbolistas que más veces jugaron para Uruguay en partidos internacionales: Diego Forlán (112), Diego Lugano (95) y Diego Pérez (89), primero, tercero y cuarto de un top cinco que reúne a otros dos caudillos que sí estarán en Chile: el segundo, Maximiliano Pereira (99), y el quinto, Diego Godín (85).
Del grupo que terminó cuarto en el Mundial de Sudáfrica, eliminó a Inglaterra en el Mundial de Brasil y se llevó la Copa América de la Argentina quedan, además de Pereira y Godín, el arquero Fernando Muslera, el volante Egidio Arévalo Ríos, el lateral-volante Alvaro Pereira y Edinson Cavani, entre otros. De modo que el Tabárez ha metido mano, gustoso, en un semillero que puso a disposición al espléndido José María Giménez (central de Atlético de Madrid), Gastón Silva (Torino de Italia), Diego Rolan, Nicolás Lodeiro (Boca) y Cristhian Stuani (Espanyol), entre otros.
Así y todo, contemplado que sin dejar de ser un candidato a llegar lejos, tampoco merodea su cresta de la ola, Uruguay será un rival antipático incluso para los más pintados; y eso porque el 4-4-2 intenso, áspero y peligroso de contraataque pergeñado por Tabárez está sostenido por un apreciable caudal de rodaje, oficio y amor propio.
Uruguay comenzará a defender su corona el sábado próximo frente a Jamaica en Antofagasta. Será un caminó sinuoso y complicado para el “charrúa”. (Télam)