Encanto y temor: dos caras de la ruta a Villa Nougués

Encanto y temor: dos caras de la ruta a Villa Nougués

Baches, hundimientos, pastos altos y falta de demarcación se mezclan en uno de los caminos más bellos de Tucumán. Reparaciones periódicas.

OBRAS. Durante la semana pasada, Vialidad Provincial emparejó uno de los tramos que más se hundieron. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO OBRAS. Durante la semana pasada, Vialidad Provincial emparejó uno de los tramos que más se hundieron. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
10 Junio 2015
Un conductor no habituado al camino a Villa Nougués se enfrenta con varias sensaciones, que van desde lo cautivante de ese paisaje que parece salido de un libro de cuentos hasta la alerta por una ruta que no se encuentra en el mejor estado de conservación. Quienes la transitan a menudo, advierten al menos tres problemas serios en la ruta provincial 338:

• Los profundos baches a lo largo de prácticamente todo el trayecto, lo que obliga a esquivarlos y -por momentos- cruzarse de carril.

• Algunos desprendimientos del asfalto, que dejan restos de pavimento a lo largo del trayecto.

• Yuyos a la vera de la ruta, lo que disminuye la visibilidad y el ancho del camino.

• La falta de demarcación de la ruta, lo que provoca que en días de neblina (casi todos los días hay neblina en esa zona) se haga muy complicada la conducción y disminuya la seguridad.

“El tema de los hundimientos, es algo a lo que estamos acostumbrados. El camino se empieza a hundir en algunos tramos y el reborde que queda golpea abajo de los autos. Entonces viene Vialidad y lo arregla. Los problemas más graves son la falta de mantenimiento -pocas veces cortan los pastizales de la orilla- y la nula demarcación”, detalló Germán Grubert, encargado de la Hostería de Villa Nougués.

Los que más se espantan ante la falta de demarcación son los turistas. “Uno lo conoce al camino y sabe qué es lo que se espera. Pero al que sube por primera vez, con neblina, de día o de noche, le causa mucho temor. La pintura lateral es de gran ayuda cuando hay poca visibilidad, porque delimita el borde del camino”, explicó.

Pero aún así, habiendo transitado cientos de veces por ese camino, la falta de pintura blanca en la ruta provoca tensiones en la subida al cerro. “Si a uno que conoce casi de memoria la ruta se le complica, imaginate a quien no lo conoce. El tema más preocupante es cuando hay fiesta en la hostería, sea de día o de noche, porque circula gente que no ha ido nunca o ha ido muy pocas veces. Eso sí sería fundamental corregir”, dijo Juan Torres, uno de los caseros más conocidos de la villa veraniega. Él sube y baja por esa ruta prácticamente todos los días.

Juan celebra que Vialidad Provincial esté reparando uno de los hundimientos más pronunciados en el camino y que se hayan macheteado los pastizales de la orilla que, según recuerda, estaban altos desde mediados del año pasado. “Mucha gente se quejaba por los yuyos, porque avanzaban mucho sobre la ruta y cortaban la visibilidad”, contó el casero.

Falla geológica

La ruta provincial 338 tiene un recorrido de 47,5 kilómetros. Nace en la avenida Aconquija al 2.000 hasta San Javier (11,6 km), luego pasa por Villa Nougués (10,9 km) y desciende hasta llegar a San Pablo (16,1 km). Finalmente, une San Pablo con San Felipe en la intersección con la ruta 157 (8,8 km). Los tres primeros tramos están sin dudas entre los trayectos más atractivos de la provincia, por la belleza inmensa de sus paisajes.

Pero así como la naturaleza ha premiado ese camino, también lo condena. Explica Raúl Basilio, administrador de Vialidad de la Provincia: “el tramo a Villa Nougués, al igual que San Javier, se encuentra construido sobre una falla geológica, por lo tanto es normal que se produzcan esos hundimientos. En el caso de Villa Nougués, desde que se pavimentó (a principios de la década del 70), hay partes del camino que han descendido hasta un metro”, aseguró el ingeniero.

La particular condición de la ruta obliga a hacer obras especiales (muros de contención, anclajes) para sostener la estructura vial. Y también obliga a Vialidad a realizar un mantenimiento periódico, corrigiendo los hundimientos que se producen. “Por supuesto, las condiciones de extrema humedad del último verano han dejado los suelos saturados de agua, por lo tanto esos hundimientos se hicieron más pronunciados, y también se produjeron desprendimientos de muros de contención”, dijo. De todos modos, sostiene Basilio, no hay peligro de un hundimiento súbito que ponga en peligro a quienes circulan. “Claro que si viene un terremoto... no podemos garantizar nada”, admitió.

Según el titular de Vialidad, la ruta 338 está en vistas de una recuperación integral, como parte de varios proyectos de caminos turísticos. “Los proyectos están. Lo que falta es el financiamiento”, concluyó.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios