Algo huele mal en la FIFA

Algo huele mal en la FIFA

Blazer dijo que recibió sobornos y el FBI está tras las designaciones de Rusia y Qatar.

EN LA MIRA. Josep Blatter, el día que mostró la designación de Qatar como sede del Mundial de 2022. reuters (archivo) EN LA MIRA. Josep Blatter, el día que mostró la designación de Qatar como sede del Mundial de 2022. reuters (archivo)
04 Junio 2015
ZURICH.- Pasan los días y el escándalo por corrupción de la FIFA no se detiene. En las últimas horas estallaron dos bombas que sacudieron una vez más el escenario del fútbol internacional. La Justicia de Estados Unidos confirmó que el arrepentido Chuck Blazer recibió sobornos para que se organizaran los mundiales en Francia (1998) y Sudáfrica (2010). Como si eso no fuera poco, el FBI anunció que investigará si se pagaron coimas para elegir a Rusia y a Qatar como sede de los torneos en 2018 y 2022, respectivamente.

Las autoridades norteamericanas entregaron una copia de la declaración que realizó el arrepentido. Blazer, hombre clave en la investigación contra la FIFA, también dijo que dirigentes de Marruecos habían ofrecido dinero a cambio de que ese país fuese elegido sede en 2010, pero los sudafricanos pagaron más. Con este dato se entiende perfectamente por qué el FBI decidió ampliar la investigación para saber cómo se eligieron las sedes de los dos próximos certámenes. Las autoridades dijeron que estudian un caso de soborno de U$S 150 millones, mientras los fiscales suizo anuncian su propia investigación sobre este tema. Varias fuentes confirmaron que las pesquisas están muy interesadas en saber cuál fue el papel de Josep Blatter, que el martes renunció como presidente de la FIFA.

Las reacciones no tardaron en aparecer. Khaled al-Attiyah, ministro de Relaciones Exteriores de Qatar fue categórico: “Es muy difícil para algunos digerir que un país árabe islámico organice este torneo. Fuimos elegidos por haber presentado el mejor proyecto. Esta campaña agresiva tiene que ver con prejuicios y racismo”, indicó.

Desde Rusia negaron las acusaciones. “La cooperación con la FIFA continúa y, lo que es más importante, nuestro país avanza con los preparativos para el Mundial 2018”, aseguró Dmtry Peskov, portavoz del Kremlim.

Nunca se ha hecho antes y no existe un procedimiento definido para ello pero, en teoría, retirarle la organización de un Mundial de fútbol a un país debería ser algo fácil. La única vez en que un toreno fue trasladado sucedió cuando Colombia optó por no organizarlo en 1986, pero en ese caso se retiró citando problemas económicos y México terminó siendo el anfitrión.

Según el Artículo 85 de los estatutos de la FIFA, que se refiere a circunstancias imprevistas y fuerza mayor, el Comité Ejecutivo de la organización tiene la decisión final sobre cualquier tema no establecido en estos estatutos.

Cualquier delito en relación a la adjudicación de las Copas del Mundo de 2018 y 2022 podría ser considerado como circunstancias imprevistas garantizando una revisión, dijo el ex funcionario.

El comité de 25 miembros usualmente toma decisiones sobre la base de una mayoría simple. Pero existen precedentes. En mayo del 2003, el comité optó por trasladar el Mundial femenino de China, debido a un brote del virus SARS.

Si bien esta decisión se dio a semanas de que China dijera que estaba lista para llevar adelante el torneo, el contexto de riesgos a la salud y el hecho de que la FIFA accedió a que el gigante asiático organizara el torneo de 2007 a cambio del traslado, significa que esta experiencia no es vista como comparable a la situación actual.

Las reglas de la FIFA permiten que sus miembros, las 209 asociaciones de fútbol de todo el mundo, presenten mociones para que el órgano las vote.

Esto puede ser usado por un miembro para proponer que la FIFA retire uno o los dos Mundiales. Algo así nunca sucedió antes por lo que no está claro cómo sería estructurada una votación.

En la mayoría de los temas, la FIFA funciona sobre la base de una mayoría de miembros votantes que apoyan una moción. (Especial)

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