Tierras “de pan llevar”

Tierras “de pan llevar”

Y los propietarios de Yerba Buena, en 1879

ANTIGUO PLANO. Las “tierras de la Yerba Buena” aparecen a la derecha, en este plano de 1844 del agrimensor Felipe Bertrés, para deslindar “El Ojo de Agua de Cuchillaco” la gaceta / archivo ANTIGUO PLANO. Las “tierras de la Yerba Buena” aparecen a la derecha, en este plano de 1844 del agrimensor Felipe Bertrés, para deslindar “El Ojo de Agua de Cuchillaco” la gaceta / archivo
Desde tiempos de la colonia hasta fines del siglo XIX, se denominaban “tierras de pan llevar” los terrenos destinados a la siembra. A propósito de esto, en 1878 los propietarios de Yerba Buena (en una larga lista, donde figuraban Solano Vera, Cipriano López, Silvestre Ramsay, Félix Rosa Aráoz, entre varios otros), empezaban recordando al Gobierno que el año anterior se habían declarado “de pan llevar” las tierras ubicadas “desde Manantial para el Oeste, terminando, por la parte del Norte, en el camino que conduce a Yerba Buena, el cual, como es natural, concluye en el centro mismo de la villa”.

Esto, decían, venía a dividirla en dos: al sur, los predios “de pan llevar”, y al norte los destinados a cría de ganado. Los dueños de los primeros tenían “todos los privilegios”, y los de los del norte estaban condenados a pagar los perjuicios que el ganado causara en los sembrados.

Pedían, en suma, “que se declaren tierras de pan llevar todas las de Yerba Buena o que no lo sean ningunas”. Girado el asunto a dictamen del fiscal José Posse, este opinó que “es más útil a la riqueza pública y privada hacer terrenos de labrantía, que dedicarlos a la industria pastoril, que perpetúa siempre el desierto en todo el mundo”.

Al fin, el gobernador Federico Helguera, en decreto del 11 de octubre de 1878, declaró “de pan llevar” los terrenos de Yerba Buena, dentro de estos límites: “al Norte, la estancia de don Miguel Cajal y una línea recta de Oeste a Este desde dicha estancia hasta dar con las chacras del Oeste de la ciudad; al Norte, el camino carril de la ciudad a la Yerba Buena; al Naciente, hasta tocar con las chacras del Oeste cuyos terrenos ya están declarados de pan llevar, y al Oeste, la falda del cerro”.

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