La ilusión de un mundo mejor

Pasar de la desilusión más extrema a la esperanza contra todo pronóstico es un complejo desafío. George Clooney debe asumirlo con su protagónico en “Tomorrowland”, donde personifica a Frank Walker, quien fue un niño prodigio y luego un exitoso inventor que se cansó de chocar con la realidad más brutal en un mundo en decadencia.

Ahora deberá guiar y, al mismo tiempo, ser guiado hacia un futuro mejor, hacia esa “tierra del mañana” que hace referencia el título de la película, en una trama donde se encuentra con Casey Newton (interpretada por Britt Robertson), una optimista adolescente que se entusiasma con la ciencia como la solución de todos los males de la sociedad.

Cuando la joven encuentra un pin que la traslada a un lugar perdido en un cruce enigmático de tiempo y lugar, recurre a Frank para entender lo que pasa y descubrir el origen de ese prendedor. Ambos se embarcarán en una misión para encontrar ese lugar perdido donde habitan las mentes más brillantes que buscan la salvación de la humanidad, rodeados de secretos que ellos serán los encargados de develar. Serán sus acciones las que cambiarán positivamente las cosas, para beneficio del mundo y de ellos mismos.

La película fue dirigida por Brad Bird, el responsable de grandes éxitos animados, como “Los increíbles” o “Ratatouille”. Pero obtuvo logros con actores de carne y hueso. Un ejemplo de ello fue la sólida “Misión imposible: protocolo fantasma”. El cineasta fue quien decidió filmar en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, diseñada por el escultor y arquitecto español Santiago Calatrava. “No entiendo cómo no se había utilizado antes para ninguna película”, declaró acerca del espacio “muy poco convencional” que eligió. Allí logró “combinar lo natural con lo abstracto y confundir lo que es real con lo que no”. El guión es de Damon Lindelof, quien le vendió su idea a Disney con gran éxito.