Las razones por las que se elogia la soltería

Las razones por las que se elogia la soltería

Un experto analiza por qué cada vez se valora más la vida de los solos y anticipa que habrá muchos cambios en las familias del futuro

02 Mayo 2015
Hasta hace no muchos años llegar a los 30 sin planes de casamiento era terrible, tanto para la mujer como para el hombre. Hoy ya no es así. ¿Qué pasó para que cambiara esa visión? Varias cosas, según los expertos: la profesionalización de la mujer, la postergación del matrimonio, la mayor cantidad de divorcios y separaciones, la adolescencia extendida, la extensión de la expectativa de vida y la importancia de la realización personal.

Para el psicólogo Arturo Gómez López, el crecimiento de los “solos” no es ajeno a ciertos ideales de consumo de la sociedad actual. Hoy, el reconocimiento de los otros tiene que ver con el éxito personal y en ese contexto, una pareja o una familia insumen tiempo y dinero, comenta.

“La soltería se extiende por muchas razones, y tal vez una de las más importantes es que el matrimonio como institución de algún modo está puesto en tela de juicio. Ha perdido poder relativo como modo de vinculación, de hecho han disminuido las uniones civiles. También ha disminuido el tiempo promedio de convivencia, que ahora es de entre cinco y siete años. Entonces, se ha extendido la soltería porque está demorada la decisión del ingreso al matrimonio, en el caso de que se ingrese, y acelerada la de egreso”, arranca el psicólogo.

De acuerdo a su análisis, la soltería viene a ser algo así “como un modo más seguro de estar en el mundo, de apariencia más cómoda y mas barata; con más libertades y con menos responsabilidades puestas en función de un grupo que genera más cargas que gratificaciones (la familia). Siempre se envidia lo que no se tiene (y de algún modo se desea), por eso es frecuente escuchar a los que están casados o en pareja quejarse de las libertades y comodidades perdidas, y de las responsabilidades adquiridas a cambio”, explica.

“Veo que se está perdiendo el sentido gregario del esfuerzo. Todo o casi todo lo que yo genero tiene que ser mío o para mí. Los que tenemos hijos sabemos que un 90% o más de los recursos generados son puestos en función y al servicio del bien común....la cosa es vivirlo como algo hecho y entregado desde el amor”, añade.

Entonces, en esta era del “yoismo” (así la define Gómez López) por supuesto que la soltería es casi el estado óptimo, y por ende el más envidiado. “Eso, sin dudas, se traslada a los modos de vinculación: relaciones afectivas que son efímeras, pasajeras. Las metas se tornan casi inevitablemente egocéntricas. Y ese modo de vivir se traslada a su vez en el tipo de vivienda más usado: el monoambiente. En estos pequeños espacios hay mucho equipamiento tecnológico, a lo mejor alguna mascota o planta. Pareciera que la presencia física del otro molesta. A muchos les cuesta vivir con otro/s, pero tienen varios grupos de whatsapp y cientos de amigos en facebook. Muchos jóvenes nacieron en esta era, la de este modo de comunicación....y para ellos el emoticon es aquello que muestra lo que siento y me evita el desplazamiento hasta donde el otro está físicamente. Sin duda que empezará a cambiar nuestra constitución física, la tendencia mayor sedentarismo, más actividad intelectual e interacción virtual. En el futuro serán más comunes las viviendas pequeñas habitadas por una o dos personas, y la familia seguirá mutando quien sabe hacia que campamento final”, concluye.

cambio de actitud.- El sustantivo soltero “soltero/a” hasta hace poco parecía definir a un/a adulto/a no casado en camino al altar. Hoy los diccionarios lo definen como alguien “suelto o libre”. Otra noticia que marca el cambio de actitud: ahora, cada año, se festeja el Día del Soltero. ¿Cuándo? El 13 de febrero, un día antes de San Valentín.

el perfil.- Las empresas de marketing los suelen definir así: tienen un nivel socioeconómico medio alto y una cultura egocéntrica. Suelen ser profesionales muy calificados, desenvueltos, competentes, seguros de sí mismos, Responden a premisas centradas en el placer. Tienen más dinero para gastar. Buscan conveniencia y lujo especialmente en el entretenimiento, la moda, la belleza, los viajes, los bienes raíces, los servicios y productos que reflejen quiénes son. Están obsesionados por la juventud y les importa la salud. Por eso, van al gimnasio y no dudan si tienen que acudir a una cirugía estética. Para ellos no es una prioridad vivir en pareja, aunque suelen tener relaciones casuales. Lo que más les importa: el éxito profesional. En cuanto al tiempo libre, los que están solos constituyen un segmento muy activo. Realizan más actividades recreativas, como practicar deportes o tocar algún instrumento, en comparación a los que están en pareja.

el mercado. Atentas a esta tendencia, las empresas comenzaron a fabricar productos para ellos. La prueba es la “miniaturización” de los paquetes de algunos productos (botellitas de champagne y de vino). Además, las zonas de la ciudad que más albergan viviendas unipersonales se están acomodando a esta realidad. Por eso no sorprende que en el centro se vean cada vez más supermercados express adonde se puede comprar rápidamente la mercadería necesaria y bandejas de comida lista para calentar.

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