20 Abril 2015
BUENOS AIRES.- La agrupación “La Cámpora”, que encabeza Máximo Kirchner, inició en las últimas horas una embestida contra el peronismo bonaerense para que el lugar del candidato predilecto del gobierno para suceder a Daniel Scioli en la gobernación bonaerense lo encabece un dirigente propio.
“Hay un preacuerdo entre Julián Domínguez y Patricio Mussi para ir en una fórmula a la gobernación, que sería la de la Presidenta. Pero nosotros queremos que Mussi sea el que la encabece y Julián vaya de vice”, aseguró a DyN una fuente camporista.
Otro dirigente ultrakirchnerista abonó que esa estrategia cerró cuando uno de los referentes de La Cámpora, el secretario General de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, llevó a Mussi a su tierra natal, Mercedes, provincia de Buenos Aires, para presentarlo como el candidato a la gobernación.
La batalla que comenzaron a hilvanar los camporistas va en contra de otras postulaciones como las del titular del Anses, Diego Bossio o la del Secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Incluso, pese al encolumnamiento de Domínguez con el Gobierno y la Presidenta, siendo el único “autorizado” por Cristina Fernández para postularse a la gobernación, la agrupación K pretende relegarlo.
Falta mucho
Cerca del presidente de la Cámara de Diputados sostienen que “todavía falta mucho y cualquier esquema se puede dar”, aunque dejan en claro que “el primero confirmado fue Julián y detrás de él buscaron posicionarse todos los demás”.
La sorpresa tiene que ver con que el ultrakirchnerismo juvenil no considera a Bossio como su candidato, sino que le enrostran haberse “sciolizado”.
No obstante, en el entorno de Bossio sostienen que el funcionario “no sólo es de los cuatro (junto a Domínguez, Mussi y Berni) el que mejor mide, sino que nunca ha dejado de reverenciarse con la Presidenta ni con el proyecto”.
Dada la “buena onda” presidencial con Scioli, sectores K también alientan que la mandataria baje al ministro del Interior, Florencio Randazzo, a la provincia, para que compita para la gobernación, y que su compañero de fórmula precisamente sea Bossio.
Esos gurkas K, predican la necesidad de tres fórmulas: dos peronistas y una “progresista”. Incluso se animan a proponer que Martín Sabbattella sea precandidato a gobernador provincial, lo cual es rechazado de plano, apenas se lo esboza, por los intendentes del Conurbano.
Los kirchneristas dejan afuera, además, a los postulantes sciolistas: Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Gabriel Mariotto, Santiago Montoya, Cristina Alvarez Rodríguez.
¿Hasta donde llegará la pelea de La Cámpora con el PJ bonaerense? Seguramente hasta que la Presidenta defina. Aunque está claro que esta no es como las elecciones anteriores. Cristina se esta yendo y el PJ sabe distinguir cuando el poder comienza a escurrirse. (DyN)
“Hay un preacuerdo entre Julián Domínguez y Patricio Mussi para ir en una fórmula a la gobernación, que sería la de la Presidenta. Pero nosotros queremos que Mussi sea el que la encabece y Julián vaya de vice”, aseguró a DyN una fuente camporista.
Otro dirigente ultrakirchnerista abonó que esa estrategia cerró cuando uno de los referentes de La Cámpora, el secretario General de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, llevó a Mussi a su tierra natal, Mercedes, provincia de Buenos Aires, para presentarlo como el candidato a la gobernación.
La batalla que comenzaron a hilvanar los camporistas va en contra de otras postulaciones como las del titular del Anses, Diego Bossio o la del Secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Incluso, pese al encolumnamiento de Domínguez con el Gobierno y la Presidenta, siendo el único “autorizado” por Cristina Fernández para postularse a la gobernación, la agrupación K pretende relegarlo.
Falta mucho
Cerca del presidente de la Cámara de Diputados sostienen que “todavía falta mucho y cualquier esquema se puede dar”, aunque dejan en claro que “el primero confirmado fue Julián y detrás de él buscaron posicionarse todos los demás”.
La sorpresa tiene que ver con que el ultrakirchnerismo juvenil no considera a Bossio como su candidato, sino que le enrostran haberse “sciolizado”.
No obstante, en el entorno de Bossio sostienen que el funcionario “no sólo es de los cuatro (junto a Domínguez, Mussi y Berni) el que mejor mide, sino que nunca ha dejado de reverenciarse con la Presidenta ni con el proyecto”.
Dada la “buena onda” presidencial con Scioli, sectores K también alientan que la mandataria baje al ministro del Interior, Florencio Randazzo, a la provincia, para que compita para la gobernación, y que su compañero de fórmula precisamente sea Bossio.
Esos gurkas K, predican la necesidad de tres fórmulas: dos peronistas y una “progresista”. Incluso se animan a proponer que Martín Sabbattella sea precandidato a gobernador provincial, lo cual es rechazado de plano, apenas se lo esboza, por los intendentes del Conurbano.
Los kirchneristas dejan afuera, además, a los postulantes sciolistas: Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Gabriel Mariotto, Santiago Montoya, Cristina Alvarez Rodríguez.
¿Hasta donde llegará la pelea de La Cámpora con el PJ bonaerense? Seguramente hasta que la Presidenta defina. Aunque está claro que esta no es como las elecciones anteriores. Cristina se esta yendo y el PJ sabe distinguir cuando el poder comienza a escurrirse. (DyN)
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