Facundo Palacio, el gladiador que nunca se rinde

Facundo Palacio, el gladiador que nunca se rinde

El campeón disfruta en familia el doble título que conquistó en la ciudad colombiana de Barranquilla

SOBRE EL POLVO DE LADRILLO Facundo pasa muchas horas pegándole a la pelota.  LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ SOBRE EL POLVO DE LADRILLO Facundo pasa muchas horas pegándole a la pelota. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ
Más que un deportista, Facundo Palacio es un gladiador que nunca se rinde. Su alegría y su optimismo fueron las armas que utilizó para hacerle frente a la adversidad. En el tenis adaptado encontró un lugar para demostrar que a pesar de las limitaciones se pueden alcanzar grandes objetivos. Gracias al apoyo de su familia, integrada por sus padres Marcela Martínez Zavalía y Pablo Palacio, y sus hermanos: Pablo, Francisco, Martín y Bautista, además de su entrenador Matías Martínez Zavalía, recorre el mundo haciendo lo que le gusta: jugar al tenis y ganar títulos.

Hace unos días, “Facu” se consagró campeón en el Abierto de ITF 3 en Barranquilla, Colombia, en singles y en dobles Juniors. Además, llegó a las semifinales de Mayores. Fue uno de los torneos más importantes que conquistó hasta ahora el tenista tucumano. Su próximo objetivo es el Mundial de Turquía.

- ¿Sorprendido con lo que lograste?

- Estoy muy contento. Fue una experiencia positiva porque me fue bien en las dos categorías.

- ¿Cómo fue el debut?

- Estaba nervioso pero con muchas ganas de jugar. En los días previos al torneo llovió mucho en Tucumán y estuve varios días sin entrenar. Tenía ganas de competir y sacarme la adrenalina. Llegué un lunes por la noche a Barranquilla. El torneo comenzaba el miércoles y el martes pude entrenarme en doble turno.

- ¿Con qué nivel te encontraste en este torneo?

- Comencé y terminé bien. Eso es lo que estaba buscando. Hubo torneos en que fui de menor a mayor. Esta vez pude mantener el nivel desde el primer día. Por suerte en el aspecto técnico rocé lo perfecto. Hay pequeños detalles que debo corregir como los efectos de la pelota y la movilidad de la silla. Pero eso lo lograré con trabajo.

Convivencia

- ¿Te sentías solo estando lejos de tus afectos o la convivencia con otros tenistas te ayudó a no extrañar?

- La verdad que no extrañé. Viajé con cuatro jugadores argentinos y el entrenador. En los ratos libres salíamos a dar una vuelta, pero no éramos sólo nosotros. También nos juntábamos con tenistas de otros países. La convivencia fue muy buena y eso ayuda bastante.

- ¿Cuánto tiene que ver Matías en tu evolución?

- Mucho. Fue él quien me impulsó a jugar al tenis, junto con mi familia. Además de entrenarme,, Matías siempre me habla y me aconseja.

- ¿Hasta dónde querés llegar con el tenis?

- Espero seguir compitiendo y llegar hasta los Paralímpicos. Al del próximo año ya no puedo, pero espero poder competir en Tokio 2020, en Mayores.

- ¿Tenés otras metas en tu vida?

- Recibirme de psicólogo, porque con el tenis no sobreviviré toda la vida. No es como el tenis convencional que se gana mucho dinero con los torneos.

- ¿Quién fue el primero de tu familia en recibir la noticia?

- Ese día mi familia estaba en un casamiento, así que mandé un mensaje a todo el grupo. Sé que mi abuela se emocionó muchísimo. Es mi hincha número uno (risas).

- ¿Te identificás un poco con la frase: “retroceder nunca, rendirse jamás”?

- ¡Seguro! Nunca me rindo. Siempre voy por más y espero ganar más títulos.

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