CUMPLIÓ Y MARCÓ. Como ante Temperley, Juan Manuel Martínez anotó el gol de Boca, que esta vez no pudo con Colón. télam
Boca nunca bajó la persiana y sólo por eso ayer perdió la cima del torneo que ahora sólo le pertenece a Central. Colón, en cambio, acertó una vez y eso le alcanzó para sentir que el 1-1, ante un rival que llevaba una racha de seis triunfos al hilo, vale mucho más que un punto.
En el monólogo “xeneize” todos parecían Nicolás Lodeiro y Lodeiro “jugaba de todos”: marcando y cortando además de creando, obligado por el sistema ultra ofensivo que se plantó de arranque. Sebastián Palacios, Juan Manuel Martínez y Jonathan Calleri fueron tractores que se turnaron para crearse espacios a pura potencia.
Fue el “Burrito” el que cambió la receta y sólo así encontró el arco: encaró y llegó hasta al final a pura gambeta, dejando revolcados a Jorge Broun y otros tres “sabaleros” a los que no les alcanzaron las piernas para evitar el 1-0 de un viejo verdugo. Boca, un dominador rápido y furioso, pasaba controlar también el marcador, pero todo cambiaría... Un gol anulado a Lodeiro le dio esperanza a Colón porque, al fin y al cabo, la ventaja seguía siendo mínima.
El que le hizo pagar carísimo las chances erradas fue Cristian Guanca, que en la primera que tocó apuntó y disparó un bombazo imposible para Agustín Orion.
El empate despertó a Boca y lo obligó a ahogar a Colón, que sólo pensó en zafar como sea y finalmente lo logró. El “xeneize” se fue sufriendo por jamás liquidarlo.
En el monólogo “xeneize” todos parecían Nicolás Lodeiro y Lodeiro “jugaba de todos”: marcando y cortando además de creando, obligado por el sistema ultra ofensivo que se plantó de arranque. Sebastián Palacios, Juan Manuel Martínez y Jonathan Calleri fueron tractores que se turnaron para crearse espacios a pura potencia.
Fue el “Burrito” el que cambió la receta y sólo así encontró el arco: encaró y llegó hasta al final a pura gambeta, dejando revolcados a Jorge Broun y otros tres “sabaleros” a los que no les alcanzaron las piernas para evitar el 1-0 de un viejo verdugo. Boca, un dominador rápido y furioso, pasaba controlar también el marcador, pero todo cambiaría... Un gol anulado a Lodeiro le dio esperanza a Colón porque, al fin y al cabo, la ventaja seguía siendo mínima.
El que le hizo pagar carísimo las chances erradas fue Cristian Guanca, que en la primera que tocó apuntó y disparó un bombazo imposible para Agustín Orion.
El empate despertó a Boca y lo obligó a ahogar a Colón, que sólo pensó en zafar como sea y finalmente lo logró. El “xeneize” se fue sufriendo por jamás liquidarlo.
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