Mano derecha y aprendiz

Mano derecha y aprendiz

Martos, ayudante de campo de Tempesta, habló de la buena relación con el DT y de sus frutos Martos, ayudante de campo de Tempesta, habló de la buena relación con el DT y de sus frutos

UNA DE SUS TANTAS CHARLAS. Darío Tempesta y Ariel Martos conducen a San Martín como cabezas del cuerpo técnico. Se complementanpara beneficiar a todo el equipo, que buscará ascender. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo) UNA DE SUS TANTAS CHARLAS. Darío Tempesta y Ariel Martos conducen a San Martín como cabezas del cuerpo técnico. Se complementanpara beneficiar a todo el equipo, que buscará ascender. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo)
18 Febrero 2015
Ariel Martos se hizo cargo de San Martín en un momento complicado, cuando tenía la forma de un fierro caliente. El equipo había quedado tristemente eliminado en la fase inicial del Federal A y Juan José López aún no decidía su continuidad como DT.

En medio del caos, un partido de Copa Argentina obligaba al “santo” a no relajarse y a asumir la responsabilidad para avanzar de ronda. Así las cosas, y con un plantel totalmente depurado, Martos le dijo que sí al desafío. Luego, cuando supuso que ante el arribo de un nuevo técnico volvería a mandar en el equipo liguista, le propusieron quedarse para ocupar el cargo de ayudante de campo de Darío Tempesta. Y él otra vez dijo que sí.

La pretemporada arrancó con miras al torneo de 2015 y la relación de Martos con el resto del cuerpo técnico comenzó a crecer y a dar sus frutos. ¿Los primeros? Dos buenas actuaciones ante Atlético en los clásicos de verano, porque a pesar de las derrotas el conjunto casi juvenil dio pelea y quedó bien parado. El resto de las experiencias surgen en el día a día, ya que es común ver a Tempesta y a Martos hablando largo y tendido, incluso después de finalizada cada práctica.

Voto de confianza

“La verdad es que la relación va muy bien. Tempesta es un tipo excelente como profesional y excelente como persona. Está abierto al diálogo y también se apoya en mí porque conozco más a los juveniles”, reconoció Martos, que en aquellos partidos contra el “decano” fue voz autorizada para el DT. Tempesta sólo quiso asumir las citas con los pibes que Martos conoce desde hace años, por su trabajo en el equipo de la Liga.

“Además de eso, comparto muchos conceptos y me gusta la idea que él tiene”, explica Martos, tranquilo y seguro de su visión respecto a un DT con experiencia de sobra, que llegó para compartir el objetivo de todos los “santos”, que es sin duda hacer ascender al equipo.

Pero más allá de verse como la mano derecha del DT, Martos reconoce también un beneficio personal e igualmente gratificante de la relación técnico-ayudante de campo. “Creo que de Tempesta podré sacar mucho provecho para mi formación como profesional”, sostuvo, mientras disfruta de estos días de arduo trabajo de pretemporada. Junto al preparador físico (Ricardo Palladino) y el resto del grupo aceitan la máquina de un plantel que, con la llegada de 12 refuerzos, imagina el mejor de los finales cuando llegue la etapa decisiva. “Para mí esta es una experiencia muy buena y seguro que será mejor cuando termine el año”, sueña Martos.

Bajo perfil y “laburo”

La reciprocidad fue una característica en esta relación desde que Tempesta arribó a La Ciudadela y se notó. Sin embargo, lo que más le agradece Martos al DT son sus formas: “lo de la correspondencia y el constante intercambio está muy bueno. Pero aparte Tempesta tiene algo que me gusta y eso es su perfil bajo. Se dedica más al trabajo que a los flashes y eso me encanta. Es un excelente tipo, al igual que el ‘profe’ Palladini. Pregonan el laburo”.

En su discurso la satisfacción y la tranquilidad de Martos están claros, y no quedan dudas de que un futuro ascenso será la cereza del postre.

Ariel Martos se hizo cargo de San Martín en un momento complicado, cuando parecía ser aún un fierro caliente. San Martín había quedado tristemente eliminado en la fase inicial del Federal A y Juan José López aún no se decidía a ser el DT para este año.

En medio del caos, un partido de Copa Argentina obligaba al “santo” a no relajarse y a asumir la responsabilidad para avanzar de ronda. Así las cosas, y con un plantel totalmente depurado, Martos le dijo que sí al desafío. Luego, cuando supuso que ante el arribo de un nuevo técnico volvería a mandar en el equipo liguista, le propusieron quedarse para ocupar el cargo de ayudante de campo de Darío Tempesta. Y él otra vez dijo que sí.

La pretemporada de trabajo en una nueva dupla arrancó con miras al torneo de 2015 y esa relación con el resto del cuerpo técnico comenzó a crecer y a dar sus frutos. ¿Los primeros? Dos buenas actuaciones ante Atlético en los clásicos de verano, porque a pesar de las derrotas, el equipo casi juvenil dio pelea y quedó bien parado. El resto de las experiencias surgen en el día a día, donde es común ver a Tempesta y Martos hablando largo y tendido, incluso cuando después de finalizada la práctica.

“La verdad que la relación va muy bien. Tempesta es un tipo excelente como profesional y excelente como persona. Está abierto al diálogo se apoya en mi también porque yo le conozco más a los juveniles”, reconoció el AC, que en aquellos partidos ante el “decano” fue voz autorizada para el DT que sólo quiso asumir las citas con los pibes que Martos conoce de hace años, por su trabajo en el equipo de la Liga.

“Además de eso, comparto muchos conceptos y me gusta mucho la idea que él tiene”, aseguró Ariel, tranquilo y seguro de su visión respecto a un DT con experiencia de sobra que llegó para compartir el objetivo de Martos y todos los “santos” que es, sin duda, hacer ascender al equipo.

Pero, más allá de verse como la mano derecha del DT, Martos reconoce también un beneficio personal e igualmente gratificante de aquella relación técnico-ayudante. “Tempesta es una persona de la que creo podré sacar mucho provecho para mi formación como profesional”, dijo disfrutando como un aprendiz de estos días de arduo trabajo de pretemporada donde junto al preparador físico (Ricardo Palladino) y el resto del equipo, aceitan la máquina de un plantel que con la llegada de 12 refuerzos imagina el mejor de los finales, cuando el torneo llegue a momentos de definición. “Para mi esto es una experiencia muy buena y seguro será mejor cuando termine el año”, sueña Martos complementando justamente todos los aspectos de formar parte de la dupla que conduce al equipo.

La reciprocidad fue una característica en esta relación desde que Tempesta arribó a La Ciudadela y se notó. Sin embargo, lo que más le agradece Martos al DT son sus formas: “lo de la correspondencia y el constante intercambio está muy bueno. Pero a parte Tempesta tiene algo que me gusta y eso es su perfil bajo. Se dedica más al trabajo que a los flashes, y eso me encanta. Es un excelente tipo tanto el ‘profe’ Palladini. Pregonan el laburo”.

En su discurso la satisfacción y la tranquilidad de Martos están claros, y no quedan dudas de que un futuro ascenso será como la cereza del postre.

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