Nada detiene a Atlético

Nada detiene a Atlético

Ni la lluvia le bajó los ánimos al "decano", que está cada vez mejor tras la llegada de Azconzábal. El “Vasco”, que hoy cumple un mes al frente del equipo, sacó siete de nueve puntos y jugará el desempate por el ascenso.

11 Diciembre 2014
La sonrisa en Juan Manuel Azconzábal no es su tarjeta de presentación. No tiene decenas de ellas en el bolsillo del rompevientos para dárselas a todos los que ve. Paradójicamente es más normal verlo mientras la entrega a quienes ya conoce o al menos con quien empieza a hacerlo. Así era cuando llegó a Atlético para jugar la temporada 2008/09 de la B Nacional y así continúa siendo hoy, exactamente un mes después asumir como entrenador.

El 11 de noviembre pasado asumía la dirección técnica de un equipo esquizofrénico: en la primera rueda del torneo sacó 18 de 30 puntos posibles y terminó primero. En la segunda, había sumado sólo tres de 21 y su lugar entre los cinco primeros peligraba seriamente. Un desempate, en ese momento, era un papel en blanco listo para firmar.

“Sinceramente cuando llegué no firmaba nada. Sólo pensé en que teníamos que ganar el partido contra Patronato. Después el segundo y así”, confesó el “Vasco”. Si bien esa primera misión no pudo ser completada, el empate 0-0 de local y la bronca de los hinchas, sólo obligó a que la segunda tarea debiese ser completada con más presión. “El equipo siempre jugó en situaciones límite. Si no sacábamos esos los últimos seis puntos no estaríamos jugando el desempate”, agrega.

Casualmente, las dos victorias que hicieron que el equipo de 25 de Mayo y Chile sacara la cabeza del agua, comenzaron siendo derrotas y una de las claves que marcaron los jugadores para dar vuelta los partidos ante Sportivo Belgrano y Santamarina fue la charla del entretiempo. “Fueron las palabras justas y en el momento justo”, coincidieron todos en el plantel “decano”.

Esos 15 minutos tampoco parecen propicios para que aparezca esa sonrisa tan postergada en el entrenador, alguien tan estructurado que nunca baja la guardia. “Acá nunca podés estar tranquilo. Siempre tenés que estar alerta. Así me dijo un amigo que ahora es entrenador”, reconoce.

Todos los gestos que no se le observan en los entrenamientos, aparecen puertas para adentro.

“La charla del intervalo es igual de importante que la de antes de empezar. Lo bueno es que los chicos pudieron reponerse a la adversidad”, dijo el “Vasco”.

“A pesar de que empezamos perdiendo, la idea del técnico se está fortaleciendo en nosotros”, admite Bruno Bianchi, después de apenas un mes de trabajo.

En Estudiantes, durante el torneo Apertura 2011, en su primera experiencia como director técnico, también pudo hacerse entender rápidamente: cuatro victorias y un empate en sus cinco primeros partidos al mando.

Se le pueden ver los dientes cuando aparece el recuerdo del ascenso cuando él estaba del otro lado. Ese 4-1 contra Talleres, ayudado con un gol de su autoría. en Córdoba determinó que Atlético debute en Primera. Por eso, de ganarle a Huracán, Azconzábal tendría tremenda historia para contarles a sus nietos: ascenso en un club como técnico y jugador.

“Las sensaciones estando de uno y otro lado son completamente diferentes. Es otra la lectura que yo hago. Me siento cómodo como técnico y disfruto, pero ellos tienen una oportunidad única. Las sensaciones del futbolista no las puede igualar nadie”, confió el hombre nacido en La Plata.

Sus ayudantes están en la misma sintonía. Rodrigo Anaya (preparador físico) y Ariel Zapata (ayudante de campo) no intentan condimentar la mañana con chistes ni vozarrones. También optan por el perfil bajo y, con menores responsabilidades, prefieren no dar entrevistas.

El entrenador se corrige cuando cada vez que habla de sí mismo e incluye a su cuerpo técnico, parte fundamental de su tarea.

Igual, todo indica que las carcajadas aparecerán en grande si es que el equipo consigue el objetivo, el domingo a las 17.15 en Mendoza. Nada de eso haría que la esencia del cuerpo técnico “decano” cambie: hasta aquí les ha dado resultado. Pero tampoco a nadie le disgustará verlos algo más distendidos.

Comentarios