Cuatro hermanos obligados a sacar los trapitos al sol

Cuatro hermanos obligados a sacar los trapitos al sol

“Hasta que la muerte los juntó” reúne un elenco notable, en el que sobresalen Jason Bateman, Tina Fey y la eterna Jane Fonda.

UNA LARGA CHARLA EN EL TEJADO. Tina Fey y Jason Bateman interpretan a dos de los hermanos Altman. UNA LARGA CHARLA EN EL TEJADO. Tina Fey y Jason Bateman interpretan a dos de los hermanos Altman.
11 Diciembre 2014
Hay dos poderosos activos que juegan en favor de “Hasta que la muerte los juntó” (horrible título elegido por la distribuidora local, con tufillo a “vender” lo que la película no es: una comedia disparatada). Uno de esos activos es la novela de Jonathan Tropper en la que está basada la película; el otro es la calidad del elenco. Buenos puntos de partida para contar esta historia familiar, llena de matices y profundamente humana.

Los hermanos Altman, interpretados por Jason Bateman, Tina Fey, Adam Driver y Corey Stoll, vuelven a reunirse tras el fallecimiento de su padre. La madre (Jane Fonda) debe cerciorarse de que ellos cumplan el último deseo del fallecido: que sus hijos permanezcan juntos durante una semana bajo el techo de la casa que los vio crecer. En ese escenario se sumarán otros personajes y aflorarán los problemas: amores de juventud, infertilidad, inmadurez y sueños inconclusos.

Hay pasajes divertidos, otros emocionantes, algunos dramáticos. Todo al compás de las revelaciones que los Altman van soltando. Los pasos de comedia aflojan la tensión y llevan la película en una dirección distinta a la que tomó “Agosto”, un punto de referencia cercano por la temática y el desarrollo de la historia.

Hay mucha química entre los protagonistas, sobre todo en la dupla Bateman-Fey, quienes aprovechan su experiencia en la comedia para sacarles el jugo a sus personajes. A Jane Fonda le sienta bien el rol de matriarca, mientras que los secundarios son de alto vuelo: Rose Byrne, Connie Britton, Timothy Olyphant y Abigail Spencer.

La adaptación del libro corrió por cuenta del propio Tropper, mientras que dirigió el prolífico Shawn Levy, de quien veremos en pocos días la tercera entrega de “Una noche en el museo”.

Tropper y Levy exploran a cada hermano (la oveja negra, la guía, el conservador, la eterna promesa), quienes elaboran el duelo por la muerte de su padre mientras van encontrando respuestas a sus propios fracasos. Es una puesta sencilla, centrada en los diálogos y en las actuaciones de los miembros de una familia que pasó por el infierno y busca una nueva oportunidad.

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