Leo Genovese debuta en Tucumán con su trío internacional de jazz

No hacía mucho tiempo que Leo Genovese estaba en Estados Unidos cuando fue el ataque a las Torres Gemelas. Él mismo estaba viviendo los cimbronazos de desembarcar en ese país, cuando el mundo fue otro. En esa ebullición, se transformó en un referente del nuevo jazz, en el arreglador de la banda de la cantante Esperanza Spalding, y en acompañante de George Garzone, Herbie Hancock y Joe Lovano.

El músico debutará en Tucumán con una doble apuesta: esta noche se presentará con su trío en La Negra Restaurant, con una clínica y una jam session; y el martes será la figura estelar en el Primer Festival Internacional de Jazz, que tendrá lugar en el teatro San Martín.

“Tengo dos grandes amigos tucumanos: Franco Pina y Julio Santillán, con quienes pude tocar hace unos meses en Nueva York. Quiero compartir con la gente de allá y conectar con los músicos locales, para entender de dónde vienen ellos. Llego completamente abierto, al vacío y en blanco. Vamos al desnudo para nutrirnos de todo lo que tienen por allí”, le dijo a LA GACETA desde Santiago del Estero, donde comenzó la gira regional.

El pianista nació en Venado Tuerto, pero se radicó en EEUU hace dos décadas. Con un amigo de infancia, el contrabajista Demián Cabaud, estudiaron juntos en Berkeley y ahora comparten formación con el baterista de Macedonia, Aleksandar Petrov. Grabarán un disco el año próximo, con versiones originales de clásicos del rock y del folclore argentino. “Tengo mucho sonido en mi cabeza y el desafío es lograrlo todo con el trío; cada uno de nosotros toca varios instrumentos”, explica.

- ¿Cómo fue explicarle a Petrov el folclore de nuestro país?

- Es fácil, porque hay muchos puntos de contacto con la música de Macedonia y él tiene una fuerte formación folclórica de su país y en música gitana. El primer instrumento de Alex fue uno tradicional de su país, que es como un bombo legüero de los países de los Balcanes. Además es un gran cantante.

- ¿Trabajan también con la voz en esta formación?

- Cuando hay que gritar, gritamos. Es una presentación visceral, siguiendo las enseñanzas de Violeta Parra. Queremos mostrarle a la gente que promueve la violencia de lo que somos capaces de hacer los músicos.

- ¿Cómo es la relación con Spalding?

- Sigo de gira con ella, estoy en el grupo desde hace más de 10 años. Aprendo muchísimo tocando con Esperanza, porque su música está influenciada por un montón de estilos. Desarrollo un gran trabajo de investigación y chequeo mucho para ver cómo se toca todo.

ACTÚA HOY

• A las 22, en La Negra Restaurant (General Paz y Miguel Lillo)