“Jamás podríamos estar a favor del psicoanálisis exprés”

La afirmación pertenece a Manuel Andújar, del Grupo Psicoanálisis Tucumán, que mañana celebra 30 años de vida con unas jornadas

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09 Octubre 2014
La Argentina es uno de los países donde la terapia psicológica tiene mayor desarrollo e inserción en la comunidad. A lo largo de los 30 años de vida que mañana celebra el Grupo de Psicoanálisis de Tucumán (GPT), fortalecieron esta práctica en la provincia a través de una constante formación, mediante el intercambio con las más importantes agrupaciones de la especialidad, en el país y el mundo.

“Hace 50 años éramos ocho alumnos en la cátedra de psicología de la facultad, no 300 como ahora -recordó Manuel Andújar, uno de los fundadores-. Desde entonces, los distintos grupos que se formaron, como éste, lograron que el sufrimiento humano ya no se encare sólo mediante el uso de medicamentos, sino escuchando al paciente y permitiendo que él se escuche a sí mismo. En el mundo, el método psicoanalítico viene desde comienzos del siglo pasado. Pero en Tucumán, como actividad clínica concreta, viene desde hace 50 años”.

Otro pionero, José Azar, explicó que cuando fundaron el GPT, hace tres décadas, en casi ninguna institución figuraban los psicólogos. “Hoy es al revés. En todas las instituciones hay profesionales de la psicología. Se ha ampliado la posibilidad de que el psicoanálisis pueda intervenir en diferentes tipos de patologías -señaló-. Somos pioneros en implementar diferentes clases de operatorias: trabajar con adolescentes, con todo lo que hace a la clínica hospitalaria, con lo que se puede llegar a hacer o no con un psicótico o con un perverso.
Anteriormente, los límites del psicoanálisis estaban reducidos a la neurosis. Ahora abarca no sólo la patología sino todo aquello que hace a que el hombre pueda vivir de una manera más plena. No sólo existir”.

Con respecto a la creencia de que un psicoanálisis es un proceso demasiado largo, Liliana Gianotti aclaró que es un prejuicio muy arraigado. “Mucha gente dice no, porque yo no quiero revolver mi historia. Pero la historia de alguna manera siempre aparece en nuestro presente -argumentó-. Porque esa historia forma parte de lo que somos. Por eso a veces necesitamos hablar de esas marcas. Y no necesariamente eso tiene que llevar años”.

En ese deseo de rapidez interviene muchísimo la cultura de la inmediatez que impera hoy -según Andújar-. Todo tiene que ser rápido. “Jamás podríamos estar a favor de lo que se llamaría psicoanálisis exprés. La premura de los tiempos y la dificultad para hacer un lugar en la agenda, es una constante en la vida de un ser humano -lamentó-. Suena risible que alguien diga que va a tratar los problemas en su relación de pareja, o de padre e hijo, en dos semanas. Puede ocurrir, pero son situaciones muy especiales”.

En ese sentido, Azar apuntó que un psicoanálisis puede durar un día. “Un ejemplo es la conversación que tuvo Sigmund Freud con el compositor Gustav Mahler, caminando por los bosques de Viena. Duró una sola entrevista, que sirvió para que Mahler pueda romper los obstáculos que tenía para poder seguir creando -dijo-. También puede durar tres años, o 30 años. Eso depende de cómo se vayan abriendo caminos y nuevas preguntas. Que alguien intente contárselas a otro para poder escucharlas él. No es algo mágico sino que depende de que alguien se sienta tentado a pensar que su vida puede pasar por otro lado. No sólo por ese lado que en ese momento está sufriendo y padeciendo”.

En las Jornadas 30 Aniversario, que se iniciarán mañana a las 16 en Las Piedras 611 (Fundación OSDE), participarán instituciones psicoanalíticas de todo el país. El tema es “El psicoanálisis, su clínica y su transmisión”, que incluye problemáticas actuales en neurosis, psicosis y perversión, además de la clínica en los hospitales públicos.

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