Un Lorca moderno y un Muscari clásico, unidos sin prejuicios

Un Lorca moderno y un Muscari clásico, unidos sin prejuicios

El clásico de la literatura universal llega de la mano de un director transgresor y de actrices formadas en distintos contextos. “Armé un universo que pudo haber pasado hace 100 años u hoy”, señaló Muscari.

TRANSGRESORA. La puesta reúne a actrices de distintos estilos y formación, como Fugazot, Blanco y Torrente. diarioshow.com TRANSGRESORA. La puesta reúne a actrices de distintos estilos y formación, como Fugazot, Blanco y Torrente. diarioshow.com
04 Octubre 2014
SE VERÁ HOY

• A las 21 y a las 23, en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez).

“Estoy entre Federico García Lorca y Nazarena Vélez”, se define el polifacético José María Muscari, actor, autor, director y entrevistador de un programa de televisión de culto. El artista no vendrá esta noche a Tucumán para ver la puesta de “La casa de Bernarda Alba” que el dirigió, porque está de gira nacional con la comedia “Los locos Grimaldi”, protagonizada por Vélez. En una entrevista con LA GACETA se definió como una persona “falta de prejuicios, que aprende de absolutamente todos”.

- ¿Qué significa esta obra para vos?

- “La casa de Bernarda Alba” significa desde siempre una alegría enorme porque uno no tiene el lujo de dirigir todos los días una obra maestra de la literatura universal, tener un elenco absolutamente estelar como el que pude convocar, una producción de primer nivel y además que el público, la crítica y los premios le digan que sí. Poder coronar todo esto con el espectáculo saliendo de gira igual que como se vio en Buenos Aires y convirtiéndose en un suceso nacional, con entradas agotadas en cada lugar donde se presenta. Es el primero en su nivel de convocatoria.

- El elenco se pudo reponer al fallecimiento de Norma Pons. ¿Cómo lo logró?

- Con mucha sabiduría y con un productor que apoyó las decisiones que tomamos. No intentamos rellenar el vacío ni aceptamos la pérdida como tal: sabíamos que lo que hacía Norma arriba del escenario no lo va a hacer ninguna otra. Llamamos a una actriz inteligente como María Rosa Fugazot, que no vino a ocupar un lugar, sino que hizo una nueva Bernarda, con otros colores, con una verosimilitud y una intensidad propia pocas veces vista. La ausencia de la Pons es física pero no emocional, porque ella sigue estando porque impregnó al resto del elenco. Creo que Norma pudo cumplir su sueño al protagonizarla, al actuar en una obra como esta y ser reconocida. Hoy estoy muy feliz de que su lugar sea ocupado por María Rosa, una gran trabajadora, una genia de esta profesión que a la altura de su carrera se merecía este papel destacado, aparte de la comediante y de la mediática que todos conocíamos.

- Buscaste un elenco con un perfil muy distinto al que hubiese elegido otro director.

- La obra está atravesada por un casting de actrices que llamé sin ningún tipo de prejuicios, que me ayudó a elegir a talentosas conocidas del teatro y de la televisión que se metieron en un universo lorquiano a partir de mi mirada. A un director ortodoxo, especializado en clásicos, no se le hubiese ocurrido subir a un mismo escenario a Fugazot con Andrea Bonelli, Florencia Torrente o Andrea Frigerio, entre otras grandes actrices.

- ¿Qué versión se verá?

- Una absolutamente personal, pero muy respetuosa del original. Cuando la estrenamos, una crítica dijo que no se sabía si era un Lorca moderno o un Muscari clásico. Hay algo de esa mezcla que es lo potente y que se ve arriba del escenario. Es totalmente atemporal, le limpié el contexto social y político, y con el vestuario y la escenografía pude armar un universo que puede haber sido hace 100 años u hoy. No hay una referencia, con lo que el texto clásico adquiere un poder mayor. Se queda con la esencia de los personajes y de las situaciones, no con el contexto en que fue escrita. Es indestructible, a prueba de tiempo, espacio y lugar.

- ¿Cómo se llevan todos los Muscari que conviven dentro tuyo, que son tan diversos?

- Conviven muy bien. Tengo dos carriles muy diferentes: por un lado está el director y el autor, y por otro, el actor. Los primeros tienen lujos que no se los da el segundo. Me gusta dirigir una obra como “La casa de Bernarda Alba” con estas actrices, o mi texto “El secreto de la vida”, con un elenco multiestelar. Y como actor participo en universos diferentes, como “Los Grimaldi”, un humor absolutamente popular, una comedia muy entretenida que nunca dirigiría. Tengo grandes compañeros de ruta, comediantes de la vieja legua y de toda la vida. Y mi rol como entrevistador -en el programa “Muy Muscari”- es relativamente nuevo, voy en la tercera temporada, pero no me siento entrevistador ni periodista: lo hago porque me gusta el arte de la conversación y creo que faltan espacios para ella.

- ¿Sabés que un elenco de Tucumán está representando tu obra “Piel de chancho”?

- Sí, y estoy muy contento de que se esté haciendo esa obra, que es muy amada por mí. Le mando los mejores augurios.

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