Por Manuel Cardozo
15 Septiembre 2014
EN LAS NUBES. El tercera línea Juan Martín Guerineau, en lo más alto para una buena obtención en la hilera. Fue un triunfo ante Lawn Tennis para volver a creer.
Si a dos fechas del final del Súper 8 del Regional “Bocha” Roldán-Copa LA GACETA hay todavía seis equipos en condiciones matemáticas de alcanzar alguno de las cuatro vacantes de la Copa de Oro, mucho tiene que ver Tucumán Rugby. En Yerba Buena, el “verdinegro” se encargó de frenar en seco la marcha imparable del hasta ayer invicto Lawn Tennis, con un ajustado 37-34 frente a un gran marco de público.
Había muchísimo en juego. La visita llegó para sostener su invicto y recuperar la punta que el sábado le había arrebatado Universitario, a la postre el único invicto que queda. El local, en cambio, necesitaba ganar un partido de este calibre para ordenar la cabeza y recuperar la confianza en sí mismo que lo hizo invencible durante casi toda la primera fase. “No pudo venir mejor esta victoria. Sabíamos que perder era casi despedirse de la pelea por el título”, aseguró Jorge Domínguez, autor de un try al minuto de juego.
A Lawn Tennis le duró poco el letargo. Edificó su plataforma de ataque a partir de un duro scrum, sin descuidarse para equilibrar el desarrollo del partido. “Frente a rivales como ellos, no te podés desconcentrar ni un minuto. Te atacan de todos lados”, reconocería luego Andrés Osa, forward de los “benjamines”, que se fueron al descanso 24-14 arriba y con la sensación de que podían haber sacado mejor diferencia.
El segundo tiempo vio salir a un “verdinegro” más convencido de querer ganar, y en 25 minutos llegó a la igualdad. Se sabía que el final sería de novela, como cabe esperar de dos gigantes así. Lawn Tennis, fríamente calculador, no salió de su esquema y aguantó los embates del dueño de casa, aunque sólo por un tiempo. El pie de Juan Novillo puso al frente al anfitrión, que debió afrontar la reacción final del “tennis”. Sin embargo, la visita cometió imprecisiones en los metros finales que lo privaron de llegar al empate. El éxito “verdinegro” fue celebrado por el resto, ya que evitó que los del parque se escapen en la cima. Estas últimas dos fechas serán una guerra.
Había muchísimo en juego. La visita llegó para sostener su invicto y recuperar la punta que el sábado le había arrebatado Universitario, a la postre el único invicto que queda. El local, en cambio, necesitaba ganar un partido de este calibre para ordenar la cabeza y recuperar la confianza en sí mismo que lo hizo invencible durante casi toda la primera fase. “No pudo venir mejor esta victoria. Sabíamos que perder era casi despedirse de la pelea por el título”, aseguró Jorge Domínguez, autor de un try al minuto de juego.
A Lawn Tennis le duró poco el letargo. Edificó su plataforma de ataque a partir de un duro scrum, sin descuidarse para equilibrar el desarrollo del partido. “Frente a rivales como ellos, no te podés desconcentrar ni un minuto. Te atacan de todos lados”, reconocería luego Andrés Osa, forward de los “benjamines”, que se fueron al descanso 24-14 arriba y con la sensación de que podían haber sacado mejor diferencia.
El segundo tiempo vio salir a un “verdinegro” más convencido de querer ganar, y en 25 minutos llegó a la igualdad. Se sabía que el final sería de novela, como cabe esperar de dos gigantes así. Lawn Tennis, fríamente calculador, no salió de su esquema y aguantó los embates del dueño de casa, aunque sólo por un tiempo. El pie de Juan Novillo puso al frente al anfitrión, que debió afrontar la reacción final del “tennis”. Sin embargo, la visita cometió imprecisiones en los metros finales que lo privaron de llegar al empate. El éxito “verdinegro” fue celebrado por el resto, ya que evitó que los del parque se escapen en la cima. Estas últimas dos fechas serán una guerra.
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