05 Septiembre 2014
EL REFUGIO. Durante la dictadura, Parra se refugió en la isla intelectual que era la Universidad de Chile. FOTO ARCHIVO
SANTIAGO DE CHILE, Chile.- El poeta Nicanor Parra, que trascendió en la literatura como creador de la antipoesía, será hoy es el destinatario de gran cantidad de homenajes, al cumplirse 100 años de su nacimiento, coronados con una lectura pública que iniciará la presidenta chilena, Michelle Bachelet, en el palacio presidencial de La Moneda.
Su obra lo llevó a ser reconocido con el Premio Nacional de Literatura en 1969 y el Cervantes en 2012, y también recibió los premios Juan Rulfo, Reina Sofía, y el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, entre otras distinciones.
Entre las distintas evocaciones que se realizan en Chile, el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) ofrece la primera exposición fotográfica del antipoeta, donde se pueden observar imágenes de su vida junto a familiares, amigos, escritores y artistas, lo que se complementa con retratos e instantáneas de destacados fotógrafos.
Además, la muestra Voy y Vuelvo de la Universidad Diego Portales recopila el trabajo artístico de Parra, con los artefactos, antipoemas, instalaciones, videos y otras obras en diferentes formatos. Una de las celebraciones más importantes será el 5 de septiembre cuando la presidenta Bachelet inicie una lectura masiva de uno de los poemas más destacados del autor titulado "El hombre imaginario".
Parra nació en San Fabián de Alico, en el seno de una familia campesina que le transmitió el amor por lo artístico. Sus padres, Nicanor Parra Parra, profesor de música, y Rosa Clara Sandoval Navarrete, quien también cantaba y tocaba la guitarra, fundaron una verdadera dinastía de artistas. Varios de sus nueve hijos se dedicaron a la música, entre ellos Violeta, la célebre autora de "Gracias a la vida" y "Volver a los 17", y Roberto, en cuyas décimas se inspiró La Negra Ester, una de las obras más exitosas del teatro chileno.
De una personalidad inquieta y polifacética, estudió matemática y física, y abrevó también, en las carreras de Derecho, Ingeniería e Inglés, pero trascendió por ser el cultor de una obra que produjo un quiebre al poetizar lo cotidiano, lo pedestre, trabajo que lo llevó a ser considerado el creador de la antipoesía.
Su extensa vida, que hoy transcurre en una casa del balneario de Las Cruces, en Chile, estuvo marcada por una gran cantidad de viajes, uno de ellos en 1943, a Estados Unidos donde estudió mecánica avanzada en la Brown University, mediante una beca.
En 1946 regresó a su país y se incorporó como profesor titular de Mecánica Racional a la Universidad de Chile, donde en 1948 fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería de esa institución. Al año siguiente partió a Inglaterra al obtener una beca del Consejo Británico con la intención de estudiar cosmología en Oxford.
Regresó a Chile ya casado en 1951 y profundizó en líricas no tradicionales como la "poesía mural quebrantahuesos" hecha con recortes de diarios, hasta llegar al sistema antipoético.
Su paso por esos países, en especial la inmersión en la vida cotidiana de dos sociedades desarrolladas, y su disgusto por la poesía tradicional de Pablo Neruda, al que consideraba ampuloso y solemne en su escritura, fueron fundamentales en la gestación de su obra.
Su ópera prima es "Cancionero sin nombre" publicada en 1935, en la que incorporó la métrica del romance, el desarrollo narrativo de los poemas y el hablante poético como personaje de los versos, que luego caracterizaría a sus antipoemas.
El modelo de este libro de poemas fue el Romancero gitano de Federico García Lorca, aunque ya existen elementos que prefiguran la antipoesía.
Su intensa búsqueda se plasmó en la obra "Poemas y Antipoemas", de 1954, en el que buscó reinventar el lenguaje poético a partir del inglés Ludwig Wittgenstein.
"La poesía fue el paraíso del tonto solemne, hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa", declaró Parra, desafiante, luego de la presentación.
Antihéroes y prostitutas son los protagonistas de esos versos y el tono se caracteriza por el humor, la ironía, el sarcasmo y un verso cuyo léxico y sintaxis no obedecen al modelo literario clásico, sino al lenguaje cotidiano.
Como artista, Parra también montó muestras de fuerte impacto como la instalación "El pago de Chile", que mostraba en 2006 en el Centro Cultural Palacio de La Moneda a los presidentes chilenos ahorcados; y fue activista incansable por los derechos humanos que con 96 años no dudó en sumarse a una huelga de hambre mapuche.
Entre su obras se encuentra, además, "La cueca larga", "Versos de salón", "Manifiesto", "Canciones rusas", "Los vicios del mundo moderno", "Los profesores", "Artefactos", "Cachureos, ecopoemas, guatapiques, últimas prédicas", "Chistes pa/r/rá desorientar a la policía/poesía" y "Páginas en blanco".
Su obra lo llevó a ser reconocido con el Premio Nacional de Literatura en 1969 y el Cervantes en 2012, y también recibió los premios Juan Rulfo, Reina Sofía, y el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, entre otras distinciones.
Entre las distintas evocaciones que se realizan en Chile, el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) ofrece la primera exposición fotográfica del antipoeta, donde se pueden observar imágenes de su vida junto a familiares, amigos, escritores y artistas, lo que se complementa con retratos e instantáneas de destacados fotógrafos.
Además, la muestra Voy y Vuelvo de la Universidad Diego Portales recopila el trabajo artístico de Parra, con los artefactos, antipoemas, instalaciones, videos y otras obras en diferentes formatos. Una de las celebraciones más importantes será el 5 de septiembre cuando la presidenta Bachelet inicie una lectura masiva de uno de los poemas más destacados del autor titulado "El hombre imaginario".
Parra nació en San Fabián de Alico, en el seno de una familia campesina que le transmitió el amor por lo artístico. Sus padres, Nicanor Parra Parra, profesor de música, y Rosa Clara Sandoval Navarrete, quien también cantaba y tocaba la guitarra, fundaron una verdadera dinastía de artistas. Varios de sus nueve hijos se dedicaron a la música, entre ellos Violeta, la célebre autora de "Gracias a la vida" y "Volver a los 17", y Roberto, en cuyas décimas se inspiró La Negra Ester, una de las obras más exitosas del teatro chileno.
De una personalidad inquieta y polifacética, estudió matemática y física, y abrevó también, en las carreras de Derecho, Ingeniería e Inglés, pero trascendió por ser el cultor de una obra que produjo un quiebre al poetizar lo cotidiano, lo pedestre, trabajo que lo llevó a ser considerado el creador de la antipoesía.
Su extensa vida, que hoy transcurre en una casa del balneario de Las Cruces, en Chile, estuvo marcada por una gran cantidad de viajes, uno de ellos en 1943, a Estados Unidos donde estudió mecánica avanzada en la Brown University, mediante una beca.
En 1946 regresó a su país y se incorporó como profesor titular de Mecánica Racional a la Universidad de Chile, donde en 1948 fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería de esa institución. Al año siguiente partió a Inglaterra al obtener una beca del Consejo Británico con la intención de estudiar cosmología en Oxford.
Regresó a Chile ya casado en 1951 y profundizó en líricas no tradicionales como la "poesía mural quebrantahuesos" hecha con recortes de diarios, hasta llegar al sistema antipoético.
Su paso por esos países, en especial la inmersión en la vida cotidiana de dos sociedades desarrolladas, y su disgusto por la poesía tradicional de Pablo Neruda, al que consideraba ampuloso y solemne en su escritura, fueron fundamentales en la gestación de su obra.
Su ópera prima es "Cancionero sin nombre" publicada en 1935, en la que incorporó la métrica del romance, el desarrollo narrativo de los poemas y el hablante poético como personaje de los versos, que luego caracterizaría a sus antipoemas.
El modelo de este libro de poemas fue el Romancero gitano de Federico García Lorca, aunque ya existen elementos que prefiguran la antipoesía.
Su intensa búsqueda se plasmó en la obra "Poemas y Antipoemas", de 1954, en el que buscó reinventar el lenguaje poético a partir del inglés Ludwig Wittgenstein.
"La poesía fue el paraíso del tonto solemne, hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa", declaró Parra, desafiante, luego de la presentación.
Antihéroes y prostitutas son los protagonistas de esos versos y el tono se caracteriza por el humor, la ironía, el sarcasmo y un verso cuyo léxico y sintaxis no obedecen al modelo literario clásico, sino al lenguaje cotidiano.
Como artista, Parra también montó muestras de fuerte impacto como la instalación "El pago de Chile", que mostraba en 2006 en el Centro Cultural Palacio de La Moneda a los presidentes chilenos ahorcados; y fue activista incansable por los derechos humanos que con 96 años no dudó en sumarse a una huelga de hambre mapuche.
Entre su obras se encuentra, además, "La cueca larga", "Versos de salón", "Manifiesto", "Canciones rusas", "Los vicios del mundo moderno", "Los profesores", "Artefactos", "Cachureos, ecopoemas, guatapiques, últimas prédicas", "Chistes pa/r/rá desorientar a la policía/poesía" y "Páginas en blanco".
Lo más popular
