En la era 2.0, los sueños se cumplen centavo a centavo

En la era 2.0, los sueños se cumplen centavo a centavo

El financiamiento colectivo (crowdfunding) crece día a día y se encuentra en pleno auge. La cultura, entre los casos más exitosos

POCO A POCO. Con el microaporte de una multitud en todo el mundo se llegan a concretar ideas que parecían imposibles para un solo bolsillo. acceleratoru.com POCO A POCO. Con el microaporte de una multitud en todo el mundo se llegan a concretar ideas que parecían imposibles para un solo bolsillo. acceleratoru.com
01 Septiembre 2014
El camino para concretar de una vez por todas tus proyectos está cada vez menos sembrado de excusas. Una multitud de “mecenas” distribuida por todo el mundo está dispuesta a apostar por vos; sólo es necesario que la idea sea lo suficientemente buena como para convencerlos y que seas capaz de ofrecerles algo a cambio. Y claro, también es necesario tener una conexión a internet.

Así es la “vaquita” en la era digital: alguien tiene una idea, calcula un presupuesto para su realización y sale a la caza de inversores para financiar el proyecto. La cacería se realiza en plataformas creadas para tal fin y la idea puede ser la que sea: filmar una película, grabar un disco, fabricar en serie un invento magnífico, viajar por toda la Argentina en kayak o cocinar la ensalada de papas más cara del mundo (conocé algunos proyectos en las notas laterales).

El creador solicita la suma de dinero necesaria para financiar su idea, fija un límite de tiempo y comienza la colecta. Si en ese lapso se llega a juntar el dinero que ha pedido, recién entonces se hacen efectivos los aportes que se realizan con tarjeta de crédito. El sistema se llama crowdfunding, donde crowd es “multitud” y funding “financiar”, en inglés. La plataforma más usada a nivel mundial es kickstarter.com y en Argentina Idea.me.

“El financiamiento colectivo crece exponencialmente año a año. Hace ya tres años que estamos en esto y vemos cómo, cada vez más, la comunidad se anima a aportar en los proyectos. Se trata de consumir productos o bienes culturales comprándoselos directamente a los creadores, eliminando los intermediarios y siendo posibilitadores de que las ideas se hagan realidad”, define Agustina Lipovich, responsable de Proyectos y Creadores de Idea.me.

No se trata de meras donaciones porque los creadores ofrecen algo a cambio. En relación a los aportes, prometen entregarle el producto una vez que se desarrolle (a modo de preventa) u otros beneficios que dependerán de la creatividad de los responsables.

La versión argentina de este sistema introdujo una variante que la diferencia de sus compañeros mundiales. Cuenta con dos modalidades: Todo o Nada (hay que llegar al mínimo de financiamiento sí o sí) y Todo Suma (los creadores se llevan lo mucho o lo poco que hayan juntado). La plataforma, en ambos casos, se queda con un porcentaje.

Los números del crowdfunding en el país no son nada despreciables: en tres años, según los datos de Lipovich, solamente Idea.me ha impulsado 750 proyectos (500 Todo o Nada y 250 Todo Suma), recaudando U$S 2,3 millones. En total, 60.000 personas hicieron su aporte.

Vaquita tucumana

Quizás demasiado adelantado en el tiempo, Tucumán también tuvo su propia plataforma de financiamiento colectivo. Se llamó Proyectanos.com y su creador fue Gerardo Werchow, gran entusiasta del trabajo colaborativo.

“Lo armamos en 2011 y funcionó hasta 2013. Lo largamos junto con Idea.me, pero los fondos que teníamos para difundirnos eran mucho menores que los de ellos. Nos concentramos en la producción artística”, cuenta Werchow quien admite que recién ahora el crowdfunding está en pleno auge. Llamativamente, en los dos años que tuvo de existencia la versión tucumana de la “vaquita online”, nunca financió un proyecto de nuestros pagos.

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