Emociones enfrentadas en Cosquín

Cosquín puede ser el lugar tanto de las mejores como de las peores actuaciones, como lo vivieron Los Tekis. “Teníamos previsto un espectáculo para el cual veníamos ensayando desde meses antes, porque estaban involucradas más de 100 personas entre músicos invitados, bailarines y actores, con quienes íbamos a recrear la fiesta del carnaval con las comparsas. Todo estaba ya listo, con la adrenalina a 1.000 y una gran expectativa del público, cuando comenzó un viento y una lluvia como jamás se había visto, que hizo volar la escenografía por los aires, mientras los técnicos procuraban salvar los equipos y la gente corría a refugiarse. Al final, se suspendió esa noche coscoína”, relata Pucho Ponce, bajista del grupo.

De la frustración, se pasó a la consagración y de allí, al reconocimiento de ellos a otros artistas, todo también en Cosquín. Ponce destaca como su mejor noche aquella en la cual pudieron llevar como invitados a los Hermanos Chañi, cuatro hermanos peluqueros que enseñan música en forma desinteresada en Jujuy. “Se los recibió con aplausos y una ovación que jamás olvidarán y jamás olvidaremos; la tenemos muy bien guardada en nuestros corazones”, agrega el artista, que hoy estará con su grupo en el cierre del Atahualpa.

Ese respaldo a otros artistas es una constante de Los Tekis. “La mejor forma de ayudar a los nuevos folcloristas es conservar los espacios para que la música tenga posibilidad de ser vista y oída. En parte los festivales cumplen con ese objetivo, pero hay que crear espacios más pequeños, recuperar las peñas que había y lograr que tengan no sólo una fuente de trabajo, sino también un lugar donde desarrollar y mostrar su arte. De todos modos, los más jóvenes no deberían saltearse etapas, sino ir paso a paso. Deben crecer, desarrollarse, perfeccionarse, estudiar, investigar, juntarse con otros para armar movimientos y las nuevas expresiones de la cultura popular”, puntualiza.

Los Tekis han recorrido todo el espinel de géneros musicales y han grabado tangos, milongas, rock y pop. “Soñamos con que la música argentina sea una sola, sin títulos ni rótulos”, finaliza.