Gracias por compartir: Adicciones repartidas

Gracias por compartir: Adicciones repartidas

Adam, Mike y Neil son tres adictos al sexo que no pueden mantener relaciones profundas y duraderas. Los tres desgranan sus vidas en el consultorio de un programa de recuperación, pero cada uno intentará resolver a su manera las adicciones que comparten.

En esta película del debutante Stuart Blumberg hay una cadencia imposible de obviar: su relato transcurre entre el drama y la comedia. Y, por eso mismo es imposible de clasificar. Es una comedia (hay situaciones divertidas que convierten al espectador en cómplice de los personajes), pero también es un drama (porque su tema central es la adicción al sexo) y un filme romántico (porque los personajes -al fin y al cabo- también se enamoran). Y aqui radica la blandura del filme. Sí, porque la principal habilidad del director (que fue coguionista de “Mi familia”) es precisamente, la de inyectar humor en diálogos sobre asuntos que no son risueños; pero en esta película esos cambios de tono a menudo suenan discordantes y en algunas oportunidades, forzados. Mark Ruffalo, en el rol de soltero atractivo que ve peligrar su estabilidad cuando conoce a una mujer (Gwyneth Paltrow) que tiene fobia a cualquier tipo de adicción. Mike (Tim Robbins) es su consejero, también adicto y Neil (Josh Gad) es un joven médico que apuesta por la autosatisfacción. Los tres ven peligrar su futuro a causa de sus obsesiones sexuales. En el medio aparece una llamativa chica pop, interpretada por Pink, que se convierte en el principal acierto del filme. La historia entretiene, hace pensar y divierte, pero sin demasiadas pretensiones.

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