Réquiem: la emoción y la fuerza del eterno Verdi

Réquiem: la emoción y la fuerza del eterno Verdi

Toca la Sinfónica de la UNT; cantan el Coro Estable y solistas, dirigidos por Ricardo Sbrocco.

ENSAYO GENERAL. El maestro Sbrocco da las últimas indicaciones a los cuatro solistas; detrás, una multitud de músicos de la Sinfónica y del Coro Estable de la Provincia. la gaceta / foto de hector peralta ENSAYO GENERAL. El maestro Sbrocco da las últimas indicaciones a los cuatro solistas; detrás, una multitud de músicos de la Sinfónica y del Coro Estable de la Provincia. la gaceta / foto de hector peralta
04 Julio 2014

HOY Y MAÑANA
• A las 22, en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez)

Es mediodía, y en el teatro Alberdi hay ensayo conjunto del Réquiem. “Dies Irae”, pide repetición el director, Ricardo Sbrocco. Explotan la Sinfónica de la UNT y el Coro Estable, tal como marca la partitura de Giuseppe Verdi en la segunda parte de la monumental obra, en un anticipo de lo que será el concierto de esta noche y mañana.

“Este concierto marca la apertura del Julio Cultural, en el año del Centenario de la UNT. La circunstancia ameritaba encarar una obra importante como el Réquiem de Verdi. En este caso, no solo porque es central en el repertorio sinfónico coral universal sino porque hace casi 20 años que no se lo escucha en Tucumán. Además, y sobre todo, porque a los músicos, desde los solistas, el coro y la orquesta hasta el director, nos encanta hacerlo”. Ricardo Sbrocco (foto) explicó la elección de la obra en un descanso del ensayo.

El Coro Estable del Ente Cultural de la Provincia canta en adhesión al Centenario de la UNT.

Las partes solistas estarán a cargo de cantantes de trayectoria nacional: la soprano Patricia Gutiérrez, la mezzosoprano Virginia Correa Dupuy, el tenor Carlos Duarte y el bajo Marcelo Oppedisano.

Como toda Misa de Réquiem, consta de siete partes a lo largo de más de una hora, donde la música va detrás del texto cantado. Lo bueno es que esta vez se montará el sistema de subtitulado, que permitirá seguir el dramático texto en todas sus partes.

El escenario del Alberdi queda chico para albergar casi 60 coreutas, 70 músicos en la orquesta y cuatro solistas.

“Estoy conforme con los ensayos. Las partes están seguras, y los solistas vinieron listos para ensamblar -aseguró el director-. Solo hay que adecuar los espacios para que todos estén cómodos”.

En muchas películas lo escuchaste, pero nada se compara a experimentar el Réquiem en vivo.

LA SOPRANO
Patricia Rodríguez

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Los tucumanos ya conocemos a la soprano porteña. Cantó el año pasado en la ópera Nabucco. Integra el coro del Colón desde hace 20 años y además tiene una carrera como solista. “Es un placer artísticamente y los tucumanos contagian la alegría. Esta obra la canté varias veces en Córdoba, en Rosario y para el Colón. El Réquiem siempre conmueve. El aria de la soprano es bravísima y tiene una subida a un Do sobreagudo con una gran presión de aire. Nos viene a la memoria nuestra compañera, Florencia Fabbri (soprano) que murió el año pasado cantando el Réquiem en Mendoza”.

LA MEZZOSOPRANO
Virginia Correa Dupuy

Es tucumana pero está radicada en Buenos Aires, y siempre hace lugar en su agenda internacional para cantar en su ciudad. “El Réquiem es muy exigente; requiere mucha madurez, estabilidad vocal y comprensión de la profundidad del texto, de las connotaciones metafísicas de la obra. Verdi lo escribió en un momento muy difícil de su existencia. Me siento en mi casa, feliz de poder cantar una obra así. Para mí tiene un significado muy especial. Es mi manera más alta de honrar a todos mis muertos queridos: a mis padres, mis maestros y a mi querido hermano”.

EL TENOR
Carlos Duarte

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El cantante entrerriano vino varias veces a cantar en Tucumán, y hace 36 años que trabaja en el Colón. “Esta obra es fabulosa. La canté con el Colón en la temporada para el 26 de marzo de 2008, antes del cierre, con un elenco internacional; fue una puesta hermosa. La he cantado en otras oportunidades, pero para mí aquella oportunidad fue maravillosa. Me provoca siempre lo mismo. Es una obra muy difícil para todas las voces; tiene un alto grado de complejidad para la orquesta. Es admirable el trabajo que han hecho, especialmente el coro”.

EL AUTOR Y LA OBRA
Una misa entre Aída y Otello

Tras el éxito de su ópera Aída, en 1871, Giuseppe Verdi se retiró durante un largo período de la composición operística, hasta 1887, cuando escribió Otello. Sin embargo, compuso otro tipo de obras y la más importante de este período es la Misa de Réquiem (a veces llamada simplemente Réquiem). Se trata de una composición sacra que Verdi escribió en 1874 para coro, voces solistas y orquesta. Réquiem proviene de la primera palabra del texto, que comienza con Requiem aeternam dona eis, Domine, es decir, “Dales el descanso eterno, Señor”. La Messa da Requiem, en su nombre original, se divide en siete partes: Requiem y Kyrie, Dies irae (10 subpartes), Domine Jesus (Offertorio), Sanctus, Agnus Dei, Lux aeterna y Libera me.

EL BAJO
Marcelo Opedissano

El cantante tucumano integra el Coro Estable y estudia con Viena Francone. Cantó solos en Nabucco y en galas. “Me siento bien. Es la primera vez que canto este solo, así que me ha demandado mucho estudio. Es una obra difícil para todas las partes. Y en cuanto a las partes solistas, plantea solos, dúos, tríos y cuartetos. Me siento feliz; es un honor compartir elenco con estas figuras de trayectoria nacional e internacional, y es una gran responsabilidad porque soy el único cantante local que forma parte del cuarteto. Creo que va a salir todo bien”.

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