El “efecto buitre” acometió contra la Bolsa porteña

El “efecto buitre” acometió contra la Bolsa porteña

Nuevamente, los papeles que cotizan en la Bolsa de Comercio porteña sufrieron una negra jornada. La reticencia del Gobierno nacional a negociar con los fondos “buitre” determinó que muchos inversores malvendieran acciones y bonos. Ante esta incertidumbre, los “cueveros” prefirieron suspender durante la tarde la venta de dólares y optaron por mirar el Mundial

VERSATILIDAD. Los operadores debieron buscar la forma de vender rápido acciones y bonos, a fin de evitar que sus clientes tuvieran una mayor pérdida. reuters VERSATILIDAD. Los operadores debieron buscar la forma de vender rápido acciones y bonos, a fin de evitar que sus clientes tuvieran una mayor pérdida. reuters
20 Junio 2014
BUENOS AIRES.- Los papeles líderes se hundieron 4,91% en la Bolsa de Comercio porteña, con fuertes bajas para las acciones financieras, una tendencia que replicaron los bonos soberanos, presionados a la baja por la causa que jaquea al país en los tribunales estadounidenses.

Los activos argentinos habían marcado máximos históricos el último viernes, pero sufrieron una fuerte caída el lunes, luego de que se conoció que la Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó una apelación argentina en un juicio contra tenedores (fondos “buitre”) de títulos públicos en cesación de pagos desde 2002.

Acciones y bonos rebotaron el martes y miércoles, ante la posibilidad de una salida negociada entre las partes. Pero el anuncio del miércoles a la noche de que una medida cautelar del Tribunal de Apelaciones de Nueva York impide el pago en jurisdicción de esa ciudad norteamericana, hizo caer ayer los papeles.

“De ser así las posibilidades de un default se acrecientan para el corto plazo”, evaluó Eduardo Fernández, analista de Rava Sociedad de Bolsa.

La comunicación del Gobierno, a través del Ministerio de Economía, presionó a la baja los activos domésticos y dio un nuevo envión al dólar paralelo, que cerró a $ 12,45 vendedor (suba de 15 centavos), lo que lo llevó a una ganancia de 0,40% en el día. Con este aumento, la brecha cambiaria se elevó a 51,8%. El dólar oficial continuó estable a $ 8,20 para la venta, según el promedio que informa el Banco Central. El dólar informal, que registró un máximo histórico de $ 13,10 a fines de enero, anotó una ganancia de 6,1% en la semana (de lunes a jueves).

El alza de la divisa en el mercado paralelo contrastó con la quietud que mostró en el segmento mayorista, donde se pactó plano, a $ 8,13, sin variaciones en relación con el cierre previo y un alza acumulada de 24,73% en el año.

“Dado el particular contexto derivado luego del fallo del lunes, todo parece indicar que los movimientos de los precios del dólar tenderán a ser muy tenues y que el fin de junio no estará muy alejado de los valores actuales”, consignó una fuente del mercado.

El panorama en el mercado paralelo de ayer no varió mucho de lo que sucedió el miércoles, cuando la expectativa por una reunión entre el juez Thomas Griesa y los abogados argentinos en Nueva York dejó la plaza sin operaciones. Así, poco después de las 15 muchos decidieron directamente bajar las persianas y poner la mirada en los partidos del mundial. “No hubo norte. No se sabe qué va a pasar; entonces en el mercado prefieren no operar. El teléfono ni suena, nadie hace nada, son precios de referencia, nada en concreto”, precisó otro operador al sitio cronista.com.

Por primera vez desde el 26 de mayo, el Banco Central no intervino ayer en el mercado de cambios, aunque acumula compras por U$S 710 millones en junio. El volumen operado se limitó a U$S 189 millones en el mercado de contado (spot) y de U$S 61 millones en el de futuros. El índice Merval, que perdió 8,7% desde el viernes, cedió hasta los 7.347,64 puntos en la plaza local, con bajas destacadas para Edenor (-10,2%), Grupo Financiero Galicia (-6,8%) y Banco Francés (-6,7%). El principal índice de la Bolsa porteña cede 4,7% en el mes y gana 36,3% en el año.

En el mercado de renta fija, el bono Bonar X cedió 2,80% a 930 pesos por cada lámina de 100 dólares; el BDED bonaerense cayó 4,10% a 590 pesos; el Global 17 cedió 4,30% a 895 pesos; el Boden 2015 -el más demandado por los operadores- perdió 3,7% a 989,95 pesos, y el Cupón PBI en dólares con ley de Nueva York se hundió 6,50% a 76,50 pesos.

La Bolsa de Comercio porteña negoció 234,50 millones de pesos en acciones. El balance final arrojó estos números: 50 papeles en baja, 14 en alza y 6 sin cambios. Banco Hipotecario (-9,17%) y Banco Río (-8,57%) se ubicaron entre las mayores bajas, mientras Polledo (+3,33) y Dycasa (+1,45) tuvieron los mejores comportamientos. Estos números corresponden al panel general, compuesto por acciones que tienen un bajo volumen de operaciones en comparación con las del Merval.

Sin crédito externo

La resolución de la situación con los holdouts en EEUU era el último eslabón a normalizar (aunque fuera frágilmente) para intentar un ingreso de dólares por distintas vías: emisión de bonos en moneda extranjera por parte de las provincias, ingresos por emisión de deuda o inversiones en YPF, emisión de deuda por parte del Gobierno nacional, indica un reporte de Finsoport. De hecho, la Casa Rosada venía efectuando una serie de negociaciones con el fin de apuntalar las reservas internacionales del Banco Central con préstamos desde el exterior.

“El solo hecho de que la Corte Suprema de Justicia de EEUU difiriera su pronunciamiento o, mejor aún, aceptara tratar el caso, habilitaba esa estrategia. Ese camino se cerró”, advierte la consultora dirigida por el ex viceministro de Economía de la Nación, Jorge Todesca.

En los últimos meses la recuperación de las reservas internacionales ha sido muy débil, a pesar de tratarse de la época del año de mayores ingresos del comercio exterior. El 31 de enero pasado las reservas internacionales estaban en U$S 27.748 millones y el 6 de junio pasado (último dato oficial) en U$S 28.623 millones. Es decir virtualmente al mismo nivel, observa la consultora.

La resolución de la Corte de Estados Unidos pone al gobierno frente a dos alternativas: pagar y seguir apostando a la llegada de fondos del exterior o no pagar y aferrarse a las reservas relativamente escasas para esta situación.

“La decisión parece inclinarse en esta última dirección y hay una razón que probablemente la explique: los pagos normales de la deuda externa más el pago extraordinario al Club de París ascienden a unos U$S 4.000 millones”, finaliza Finsoport. (DyN-infobae.com-cronista.com)

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