Que siga el baile

Que siga el baile

Armero sueña con el triunfo de Colombia para festejar al ritmo del “bunde”

PONE FIESTA. Armero festeja sus goles a puro baile, y quiere seguir así en Brasil. reuters PONE FIESTA. Armero festeja sus goles a puro baile, y quiere seguir así en Brasil. reuters
19 Junio 2014

Por Rodrigo Ruiz Tovar, DPA

COTIA.- Lleva el baile en la sangre, como todos los negros del Pacífico colombiano. Por eso no es extraño verlo danzar de felicidad cada vez que su equipo marca un gol. La primera vez en Brasil fue un espectáculo, y por eso Pablo Armero empieza a volverse popular. Lo quiere repetir hoy, cuando su Colombia enfrente el segundo duelo en el Grupo C, a las 13 y frente a Costa de Marfil.

El defensor, de 27 años, presentó su bunde durante el debut ante Grecia. Corrían cinco minutos y el lateral izquierdo, que con frecuencia pasa al ataque, llegó hasta el área griega y anotó el primero de los tres goles “cafeteros”. Aunque ya ha marcado algunos goles en su carrera, lo extraño fue que lo hizo con la pierna derecha. Sólo una vez lo había hecho así, cuando jugaba en el Udinese de Italia.

Pero no hubo nada de raro cuando sus compañeros corrieron a abrazarlo y él les pidió que no lo hicieran y lo acompañaran a un costado de la cancha. Una vez allí, empezó a bailar bunde, una danza folclórica que surgió en el departamento de Chocó, en el extremo noroeste de Colombia, y se extendió a las comunidades negras que viven en el Pacífico. Y el bunde llegó al empobrecido puerto de Tumaco, en el departamento de Nariño, donde el niño Armero, mucho antes que aprender a patear una pelota, ya veía a sus padres y tíos bailar con frenesí esa danza.

El jugador popularizó el baile durante la Eliminatoria Sudamericana y a finales del año pasado protagonizó un show muy aplaudido en plena cancha, cuando Colombia consiguió la clasificación. Varios de sus compañeros quisieron imitarlo. James Rodríguez, por ejemplo, que se crió en el interior del país, fracasó en su intento por seguirle el paso. El frenético baile de “Miñía”, apodo que en el Pacífico les ponen a los niños demasiado traviesos, ya se había hecho popular en Brasil cuando el lateral jugaba en Palmeiras, en 2010 (para verlo podés entrar al siguiente link: http://dpaq.de/W62ak).

La televisión brasileña se ocupó del caso entonces, y hasta comparó las habilidades de Armero en el baile con las de su compatriota Shakira.

El defensor dijo que casi llora de la emoción cuando anotó el primer gol de Colombia en el Mundial, y que lo primero que pensó es que debía celebrarlo como siempre ha sido su estilo, con el bunde. “Es un baile del Pacífico de Chocó y nosotros lo adaptamos a las canciones alegres. Porque eso somos, fiesta”, señaló feliz. “Miñía” Armero ensayó por primera vez el baile cuando jugaba en el América de Cali y después lo puso en práctica en Palmeiras, Udinese y Nápoli de Italia. Desde comienzos del año el defensor juega en el West Ham United inglés, donde seguramente se ha esforzado para enseñárselo a sus flemáticos compañeros, que están lejos de las costumbres cafeteras.

Antes del Mundial, un canal de televisión colombiano hizo un concurso para regalar la camiseta de la selección autografiada por todos los jugadores a la persona que bailara el bunde como Armero. El jugador grabó un video para mostrar cómo se debía bailar, pero la conclusión fue que era más fácil imitar sus goles que su baile.

Igualmente, el deseo de Armero es tener la oportunidad de seguir bailando y enseñando su virtud. Hacerle un gol a Costa de Marfil, o simplemente que Colombia sume su segundo triunfo y quede a un paso de avanzar a los octavos, serán una buena excusa para que siga el baile.

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