04 Junio 2014
BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció ayer una “presión sistemática” de las automotrices que ponen “en vilo la estabilidad de los trabajadores”. Además, aseguró que hubo “avances significativos” en las negociaciones con Brasil por el comercio bilateral en ese segmento industrial.
El lunes, los ministros de Industria de Argentina y Brasil, Débora Giorgi y Mauro Borges, mantuvieron una extensa reunión en Brasilia, en la cual se analizó la caída de la demanda en ambos países, que compromete a las empresas y comienza a poner en riesgo el nivel de ocupación. Capitanich sostuvo que los avances han sido significativos en ese encuentro y que se procura fortalecer los niveles de producción de autopartes, generar las condiciones de financiamiento e incrementar los volúmenes de importaciones y exportaciones y los incentivos necesarios para la generación de la demanda en los respectivos mercados domésticos.
“En esa inteligencia se ha trabajado y esperamos tener novedades para la semana próxima”, completó el funcionario.
En ese escenario, advirtió que la situación no es homogénea en todas las plantas radicadas en el país, ya que las que no han aumentado los precios (de los productos) han tenido un incremento en la demanda. “Otras que sí los han incrementado, presionan al Gobierno para tener medidas de carácter excepcional, pero cuando tuvieron un incremento de niveles de producción y acumulación de excedente, no lo distribuyeron de un modo equitativo”, manifestó el funcionario kirchnerista.
El ministro reclamó tener “una clara posición en esta materia”. “No pueden (por las automotrices) todo el tiempo promover una presión sistemática, poner en vilo la estabilidad de los trabajadores, a costa de pretender establecer un mecanismo de presión al Gobierno”, añadió Capitanich.
La firma alemana Volkswagen y la empresa MWM suspendieron a un millar de trabajadores en Córdoba, bajo el argumento de un “sobrestock” originado por la crisis que atraviesa la industria automotriz, y de esa forma se sumaron a las suspensiones anteriores de la fábrica de camiones Iveco, perteneciente al grupo Fiat.
En la misma jornada, el titular de la Unión industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió que el empleo “está en jaque” en la actualidad, sobre todo, en el sector automotor.
“La caída en las ventas se palpa” en una parte importante del sector industrial. Pero sin duda, porque así lo marcan los números, la caída es general, ya que también afecta a supermercados, textiles y metalúrgicos”, manifestó. “El empleo está en jaque, sobre todo en el sector automotor, que es el más golpeado”, resaltó el empresario en una entrevista con radio Continental de Buenos Aires, reproducida por el diario El Cronista.
Méndez remarcó que si los empresarios tuvieran que ganar menos, está dispuesto a apoyar, “siempre que el Estado también haga un sacrificio” para solucionar las dificultades de la economía nacional. (DyN-Especial)
El lunes, los ministros de Industria de Argentina y Brasil, Débora Giorgi y Mauro Borges, mantuvieron una extensa reunión en Brasilia, en la cual se analizó la caída de la demanda en ambos países, que compromete a las empresas y comienza a poner en riesgo el nivel de ocupación. Capitanich sostuvo que los avances han sido significativos en ese encuentro y que se procura fortalecer los niveles de producción de autopartes, generar las condiciones de financiamiento e incrementar los volúmenes de importaciones y exportaciones y los incentivos necesarios para la generación de la demanda en los respectivos mercados domésticos.
“En esa inteligencia se ha trabajado y esperamos tener novedades para la semana próxima”, completó el funcionario.
En ese escenario, advirtió que la situación no es homogénea en todas las plantas radicadas en el país, ya que las que no han aumentado los precios (de los productos) han tenido un incremento en la demanda. “Otras que sí los han incrementado, presionan al Gobierno para tener medidas de carácter excepcional, pero cuando tuvieron un incremento de niveles de producción y acumulación de excedente, no lo distribuyeron de un modo equitativo”, manifestó el funcionario kirchnerista.
El ministro reclamó tener “una clara posición en esta materia”. “No pueden (por las automotrices) todo el tiempo promover una presión sistemática, poner en vilo la estabilidad de los trabajadores, a costa de pretender establecer un mecanismo de presión al Gobierno”, añadió Capitanich.
La firma alemana Volkswagen y la empresa MWM suspendieron a un millar de trabajadores en Córdoba, bajo el argumento de un “sobrestock” originado por la crisis que atraviesa la industria automotriz, y de esa forma se sumaron a las suspensiones anteriores de la fábrica de camiones Iveco, perteneciente al grupo Fiat.
En la misma jornada, el titular de la Unión industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió que el empleo “está en jaque” en la actualidad, sobre todo, en el sector automotor.
“La caída en las ventas se palpa” en una parte importante del sector industrial. Pero sin duda, porque así lo marcan los números, la caída es general, ya que también afecta a supermercados, textiles y metalúrgicos”, manifestó. “El empleo está en jaque, sobre todo en el sector automotor, que es el más golpeado”, resaltó el empresario en una entrevista con radio Continental de Buenos Aires, reproducida por el diario El Cronista.
Méndez remarcó que si los empresarios tuvieran que ganar menos, está dispuesto a apoyar, “siempre que el Estado también haga un sacrificio” para solucionar las dificultades de la economía nacional. (DyN-Especial)
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