27 Mayo 2014
El Banco Central restringirá esta semana la disponibilidad de dólares para las empresas que compran en el exterior insumos para su producción. Fuentes de la autoridad monetaria informaron que estarán congelada las autorizaciones para disponer de divisas en operaciones de importación. La medida se extendería hasta mañana, aunque podría prolongarse. En tanto, sí habría luz verde para permitirle la utilización de moneda norteamericana a aquellas firmas importadoras que tenían pendientes autorizaciones del Banco Central, aunque para montos que no superarán los U$S 300.000.
De este modo, el Banco Central avalará el acceso a dólares para las importaciones que involucren insumos aplicados al proceso de producción local, según un artículo publicado ayer por el diario “El Cronista”. Así, se dejarán sin efecto las solicitudes que abarquen productos o servicios de sectores que cuenten con insumos sustitutos fabricados en el país. A fines de la semana anterior, la autoridad monetaria frenó operaciones concertadas por montos que superaron los U$S 300.000, y sólo facultó aquellas que se acordaron por montos menores. De esta forma, en un contexto de ingreso de dólares provenientes de las empresas agroexportadoras, el Central incorporó a sus reservas internacionales unos U$S 320 millones.
Golpe de timón
Fuentes citadas por “El Cronista” coincidieron en que el Banco Central cambió la estrategia para administrar los dólares destinados a importación. Esta modificación, según las fuentes, se produjo por influencia del Gobierno nacional, al tiempo que evidenció las divergencias entre el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular del Central, Juan Carlos Fábrega. “Hay un cambio de estrategia. Pero existe la posibilidad de que la Casa Rosada haya intervenido para dotar de mayor poder al ministro en detrimento de Fábrega”, señaló un ejecutivo bancario.
“Hasta hace unos días, todo dólar que entraba al mercado era calzado perfectamente; si un exportador vendía, el Central se encargaba de encontrarle un comprador dentro de los importadores. Esa estrategia terminó y es extraño porque no es la forma en la que se venía manejando Fábrega”, sostuvo otro directivo bancario.
Por último, las fuentes remarcaron que Kicillof influyó para que el Central baje las tasas de interés, con el objetivo de impulsar el consumo interno.
De este modo, el Banco Central avalará el acceso a dólares para las importaciones que involucren insumos aplicados al proceso de producción local, según un artículo publicado ayer por el diario “El Cronista”. Así, se dejarán sin efecto las solicitudes que abarquen productos o servicios de sectores que cuenten con insumos sustitutos fabricados en el país. A fines de la semana anterior, la autoridad monetaria frenó operaciones concertadas por montos que superaron los U$S 300.000, y sólo facultó aquellas que se acordaron por montos menores. De esta forma, en un contexto de ingreso de dólares provenientes de las empresas agroexportadoras, el Central incorporó a sus reservas internacionales unos U$S 320 millones.
Golpe de timón
Fuentes citadas por “El Cronista” coincidieron en que el Banco Central cambió la estrategia para administrar los dólares destinados a importación. Esta modificación, según las fuentes, se produjo por influencia del Gobierno nacional, al tiempo que evidenció las divergencias entre el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular del Central, Juan Carlos Fábrega. “Hay un cambio de estrategia. Pero existe la posibilidad de que la Casa Rosada haya intervenido para dotar de mayor poder al ministro en detrimento de Fábrega”, señaló un ejecutivo bancario.
“Hasta hace unos días, todo dólar que entraba al mercado era calzado perfectamente; si un exportador vendía, el Central se encargaba de encontrarle un comprador dentro de los importadores. Esa estrategia terminó y es extraño porque no es la forma en la que se venía manejando Fábrega”, sostuvo otro directivo bancario.
Por último, las fuentes remarcaron que Kicillof influyó para que el Central baje las tasas de interés, con el objetivo de impulsar el consumo interno.
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