La nueva ley, una luz al final del túnel

La nueva ley, una luz al final del túnel

Sólo falta la promulgación del Ejecutivo.

21 Mayo 2014
La más grande esperanza para los pacientes adictos y sus familiares es la ley sancionada en el Senado el pasado 30 de abril y que crea el Plan Integral para el Abordaje de Consumos Problemáticos. Entre otras medidas, la nueva ley obliga a las obras sociales a incluir en el Programa Médico Obligatorio los tratamientos necesarios para que los consumos problemáticos no se vuelvan adicciones.

A pesar de que el proyecto fue presentado en 2012 por el diputado oficialista Horacio Pietragalla, la senadora tucumana Silvia Elías de Pérez (UCR), como presidenta de la Comisión de Salud, retomó la iniciativa hasta conseguir su tratamiento. “Me puse al hombro este proyecto porque en verdad me parece muy bueno. Hablar de consumos problemáticos y no de adicciones nos permite llegar a muchas más personas porque, en realidad, los que son adictos, los que tienen una dependencia con alguna sustancia, son un porcentaje bajo en relación al universo de consumidores”, destacó. Dijo además que la ley debió aparecer en el Boletín Oficial el viernes, y que esperan que esta semana entre en plena vigencia.

Elías de Pérez parafraseó al especialista en adicciones Fernando Parolo: “Él habla de un semáforo. El color verde es el consumo, el amarillo el abuso y el rojo la adicción. Con esta ley lo que se busca es que el consumidor no abuse y que el que abusa no llegue a la adicción. Por eso hace pie en los centros de prevención que deberán abrirse en todo el país para atender consultas de personas que consideren que están en problemas con la droga u otros riesgos, como el juego compulsivo”, remarcó.

Según la senadora, una vez que entre en vigencia, los afiliados podrán recurrir a las obras sociales para pedir el listado de profesionales y prestadores que atiendan estos problemas. La ley las obliga a reconocer el tratamiento integral, lo que incluye una eventual internación, medicamentos y consultas ambulatorias. “Al salir como una ley se garantiza su independencia con el gobierno de turno. El tratamiento de las adicciones ha sufrido muchos avatares con los cambios en el poder”, finalizó.

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