Así de independizó la Fundación Miguel Lillo

Respondiendo a un pedido realizado por sus autoridades 13 años antes, hacia 1945 un decreto del poder ejecutivo ratificó formalmente la decisión que tomó el Consejo Superior de la UNT, quienes entregaron el legado del botánico a la fundación, que desde ese momento funcionó como un ente autárquico, dependiente del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.

El herbario del Instituto Miguel Lillo es uno de los más importantes y completos de nuestra región.
El herbario del Instituto Miguel Lillo es uno de los más importantes y completos de nuestra región.
27 Marzo 2014
Mediante un decreto del Poder Ejecutivo, el 25 de octubre de 1945, se le otorgó a la “Fundación Miguel Lillo” la personería jurídica para que funcionara como entidad autárquica, ratificando una decisión tomada en 1932 por el Consejo Superior Universitario de la UNT. A partir de este momento, el legado de Lillo quedó en manos de una comisión asesora vitalicia y sus funciones dependerían del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.

Como parte de las nuevas funciones que adquiriría la institución tras este cambio de personería, se encontraban la atención de los gastos de mantenimiento y generales del mismo y de la fundación, el cuidado de las colecciones de historia natural y la prosecución y desarrollo de las tareas de investigación científica.

Además, quedaba a cargo de esta Comisión Honoraria el Instituto anexo a la Universidad, la publicación del “Genera et Species Plantarum Argentinarum” y de la revista “Lilloa”.

Fuente: Diario La Unión 26/10/1945 – Archivo Histórico UNT

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