Detalles del hallazgo de los cuerpos

Detalles del hallazgo de los cuerpos

En la segunda jornada del debate declararon los tres turistas -un bonaerense y dos chaqueños- que descubrieron los cuerpos sin vida de Casandre Bouvier y Houria Moumni, en la Quebrada de San Lorenzo. Gustavo Goujón, uno de los testigos, dio detalles del macabro hallazgo. También brindaron su testimonio los administradores del paseo.

Detalles del hallazgo de los cuerpos
27 Marzo 2014

“¿Sentís el olor a rosas?”, le preguntó el policía que acompañaba a Mariano Olaciregui en la Quebrada de San Lorenzo. El administrador del paseo respiró profundo, y no sabe si por sugestión o por qué motivo, lo sintió. “Es el olor de los seres humanos cuando mueren”, le dijo el policía.

Este diálogo fue contado ayer por el administrador de “Puma Expeditions”, la empresa que tenía a su cargo la explotación comercial del paseo de la Quebrada de San Lorenzo, donde el 29 de julio de 2011 fueron halladas sin vida Cassandre Bouvier y Houria Moumni, a quienes violaron y asesinaron el 15 de julio de ese año.

La segunda jornada del juicio oral que se sigue contra los acusados por el abuso y el homicidio (Gustavo Lasi, Daniel Vilte Laxi y Santos Vera) y los sospechosos de encubrimiento (Darío Ramos y Eduardo Sandoval) duró ocho horas. Declararon los turistas que hallaron a las francesas y los administradores de Puma Expeditions.

“Llegamos al Mirador y tuve ganas de hacer mis necesidades. Me alejé, pasé unas ramas, me desabroché el pantalón y cuando me agaché vi el cuerpo de una chica boca abajo”, dijo Rubén Darío Hoyos, oriundo del partido bonaerense de Malvinas Argentinas que estaba con su familia de vacaciones en Salta.

Al retornar al Mirador, le contó a su familia lo que había visto y justo llegaron los chaqueños Gustavo Goujón y Favio Cano, a quienes también les comentó lo que había sucedido. “Me metí en los matorrales y vi a una chica que estaba boca abajo”, declaró Goujón.

El chaqueño dijo que se acercó despacio, llamándola. “Al ver que no parpadeaba, y que tenía moscas en la cara, volví adonde estaba mi amigo”, relató Goujón. Según el testigo, la mujer que había visto estaba con los ojos abiertos, el cuerpo hacia abajo, el pantalón bajado y con una herida en la frente de la que había corrido sangre, que ya estaba seca. Los tres turistas coincidieron en que desde elMirador no se podía divisar el cuerpo. “Estaba retirado de la cerca perimetral desde la que uno se saca fotos”, señalaron.

Los turistas descendieron rápidamente y dieron aviso al empleado que se encontraba en la entrada. Luego, el porteño y los chaqueños, fueron a la Policía a denunciar el hallazgo.

Oculto o abandonado

Los jueces Ángel Longarte, Bernardo Ruiz y Carlos Pucheta se mostraron interesados en saber si los cuerpos de las turistas francesas habrían sido arrastrados hasta ese lugar para ocultarlos, o si allí las habrían matado. Goujón dijo que le sorprendió que la mujer que vio sin vida en los matorrales tenía los brazos hacia adelante, como si la hubieran arrastrado.

El empleado que se encontraba en la entrada de la Quebrada, y que escuchó a los turistas contar que habían hallado un cuerpo, era Walter Lasi, padre de Gustavo Lasi, quien también estuvo detenido por el doble crimen, acusado de encubrimiento. El hombre fue sobreseído por su parentesco con el imputado, que lo exime del delito.

Walter Lasi llamó a sus jefes, quienes acudieron inmediatamente al lugar junto a la Policía. Olaciregui y su primo Ignacio Poodts subieron junto al empleado y a unos cinco efectivos. En el camino se encontraron con Maximiliano García (otro empleado) y dos personas más, quienes se sumaron para realizar el rastrillaje en el Mirador. Poodts contó que luego de dos horas de búsqueda, cuando ya estaban por desistir, Olaciregui encontró el cuerpo. Más tarde, cuando llegaron refuerzos de la Policía con reflectores, divisaron a la otra víctima. En un momento del debate público, la querella le preguntó a Poodts qué concepto tenía de los imputados. “A Lasi lo tenía como alguien que te podía robar pero no como un asesino”, respondió.

Por último, el tribunal insistió sobre si los cuerpos fueron arrastrados hasta el lugar. “Si los hubieran querido ocultar, hay muchos lugares donde podrían haberlos tirado”, subrayó Poodts.

El enigma de la joven de los anteojos de sol

Las enigmáticas fotos de una mujer con anteojos de sol, que estaban en la cámara que había pertenecido a Houria Moumni, fueron ayer uno de los ejes del debate. Los abogados querellantes pidieron que les sean exhibidas a los administradores de ese entonces de la Quebrada, para que la reconocieran. Ignacio Poodts dijo que el paisaje podría ser el del último tramo del paseo, antes de llegar al Mirador. Aunque la Policía habría concluido que las imágenes no guardarían relación con la causa, según el abogado Nicolás Durrieu, el padre de Cassandre, Jean Michel Bouvier, comentó que un policía le entregó los anteojos de sol, aduciendo que estaban en la Quebrada y que le habrían pertenecido a su hija. A Bouvier le acercaron el posible nombre pero no quiere revelarlo.

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