Cuesta mucho y cuesta arriba

Cuesta mucho y cuesta arriba

San Martín arrancó de la peor forma.

NO SE QUEDÓ CALLADO. Sialle habló en el campo y a la salida. NO SE QUEDÓ CALLADO. Sialle habló en el campo y a la salida.
“Hay miedo a perder”, dice Arnaldo Sialle antes de cruzar la línea de fuego que lo separa del grupo de hinchas que se quedó para hacer escuchar su bronca. Entonces, el “Gigante” levanta la voz, quiere hacerse entender él, que es el único que habla a la salida de un vestuario golpeado.

Ese miedo del que se agarra para explicar por qué al equipo le cuesta tanto encontrar un triunfo en La Ciudadela se hizo realidad: y San Martín terminó viviendo su peor pesadilla ayer. “¿Por qué cuesta tanto? Y bueno, hay mucho nerviosismo. El equipo no se terminó de soltar, tuvo momentos buenos y después a los errores los terminamos pagando muy caros”, sigue el DT en su análisis.

Un par de metros más atrás, fuera del gimnasio, la gente mantiene el enojo. ¿Se la entiende, DT? “Claro. Es lógico, porque este es un club que viene de muchas frustraciones y ahora, al arrancar mal (la fase) terminamos generando más de esto”, dice consciente de los malos momentos que San Martín vive en la categoría.

Pero cómo se dio el partido y cuál terminó siendo el resultado final es lo que más ruido hace puertas adentro y afuera. “Esto es duro, sobre todo por cómo se arrancó el juego, que fue bastante bien. Con el entusiasmo que había de la gente, al final estas cosas terminan doliendo”, sigue Sialle, entendiendo bien las discusiones de los hinchas cuando las luces se apagaron.

El técnico no esquiva responsabilidades en el asunto, y ante los cuestionamientos de una línea de tres de emergencia (sacó a Facundo Rivero y puso a Matías Rinaudo), con el resultado aún 1 a 1 a falta de 15 minutos, pone el pecho y contesta: “no, no me equivoqué porque había que tratar de ganar el partido. Y bueno, arriesgamos, y no salió”.

Perder en el arranque del Nonagonal, y en casa, era un pecado capital que el “santo”cometió, justo ante la CAI.

Ahora, a falta de siete fechas (porque tendrá libre en la seis), el equipo ya no puede permitirse volver a fallar si pretende el objetivo mayor. “Sí, se empezó mal, cuesta arriba. De todas maneras hay que prepararse ya para lo que viene. Las esperanzas no se pierden. Hay que seguir luchando y trabajando”, cuenta Sialle, entendiendo la realidad, pero aún con los brazos y cabeza en alto y, según dice, preparado para revertir el drama del equipo.

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