El bagel, un manjar polaco para el mundo

Crujiente por fuera y elástico por dentro, el bagel “tolera” diversas opciones. Una delicia con historia que hace furor en Buenos Aires.

CRUJIENTE POR FUERA. Los bagels se “coronan” con semillas de amapola o sésamo. Ideales para el “brunch”. CRUJIENTE POR FUERA. Los bagels se “coronan” con semillas de amapola o sésamo. Ideales para el “brunch”.
13 Marzo 2014
Si sos fanático de las películas ambientadas en Nueva York, imposible no saber qué son los bagels, esos panes en forma de rosca con un toque de semillas de sésamo o de amapola que los americanos suelen llevar en una bolsita de papel, junto con el infaltable vaso de café. Cuenta la historia que el bagel es originario de Polonia, y que quienes lo exportaron a Estados Unidos y a Canadá fueron los inmigrantes judíos europeos, en los años 20 del siglo pasado.

“Un bagel es un pan redondo, con un agujero en medio, hecho de ingredientes sencillos, como harina, sal, agua, levadura y malta. Su masa es hervida y luego horneada, y el resultado da un color caramelo; no tiene que ser pálido. Debe pesar alrededor de los 140 gramos o menos y debe hacer un crujiente sonido cuando lo mordemos. Los bagels deben ser comidos tibios. Todo lo que no cumpla con esto, simplemente no son bagels”, destaca un fanático de este pan modesto que hace menos de una década llegó a Buenos Aires, para instalarase con fuerza como delicia gourmet para toda hora, en el desayuno, en el almuerzo o como brunch.

RECETA

Ingredientes

500 grs de harina

11 grs levadura

1 1/2 cucharita de sal

1 1/2 cucharada de aceite vegetal

125 ml de agua

1 huevo

Preparación

Agregar los ingredientes en un bowl, agregar el agua poco a poco y amasar, trabajar la masa durante 15-20 minutos a obtener una masa fina y elástica, enaceitar un bowl y dejar reposar la masa en la heladera, tapada, 12 horas.

Sacar la masa y pincharla.

Formar 11 tiras delgadas (18 centímetros de largo y dos de ancho), unirlas por las puntas y dejarlas reposar una hora o hasta que dupliquen su tamaño.

Poner a hervir agua, bajar el fuego a medio, y hervir los bagels dos minutos (se pueden hacer de 4 en 4). Cuando suban a la superficie darlos vuelta, sacar rápidamente con una espumadera y colocarlos sobre un trapo a secar. Colocarlos sobre una fuente de horno previamente calentado a 180°, barnizar los bagels con huevo y agregar el topping deseado (sésamo, amapola, entre otras opciones). Hornear hasta que estén dorados.

OPCIONES

Vegetariano

Queso Crema (se recomienda el Finlandia light, aunque puede usarse cualquier otro queso crema); ají, morrón; tomate en rodajas, cebolla cortada en rodajas finas. Una palta sazonada con medio limón, salsa Tabasco y sal y pimienta a gusto. Esta es una opción de bagel vegetariano, pero vos podés rellenarlo con los vegetales que tengas a mano.

Con salmón

Una de las opciones clásicas del bagel es aquella en la que usamos el pan -nunca frío-con manteca, queso crema y salmon ahumado. Aunque se puede utilizar cualquier tipo de salmón, el preferido para el bagel es el Lox, un filet de salmón que ha sido curado. Por lo general es fileteado bien finito, con un grosor de menos de cinco milímetros.

Con arenques ahumados

Cebollas y manzanas en lámina, arenques ahumados, crema, ciboulette. Deshacé los arenques. Mezclá la crema con dos tercios de cebolla y pizca de sal; picá ramitas de ciboulette; dorá los bagels y cortalos por la mitad; repartí en los panecillos la crema con cebolla. Añadí el arenque, la manzana, la ciboulette y cebolla que sobró. Y a comer.

Jamón, mostaza y miel

Para cuatro porciones: 1/2 taza de queso crema, 2 cucharadas de mostaza de dijon, una cucharada de miel, cuatro magels, cortados al medio, ocho fetas de jamón. Mezclar el queso crema, la mostaza y la miel en un bowl. Untar la mezcla de queso crema en ambos lados de cada bagel. Cubrir con jamón. Colocar encima la otra mitad de bagel.

Desayuno "tranquilo"

Para quienes no estén acostumbrados a los desayunos muy pesados, como suelen ser los desayunos americanos o eruropeos, se pueden saborear los bagels cortándolos al medio, tostándolos y acompañarlos con cualquier mermelada de frutas, con queso crema clásico, o con manteca.

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