La capilla del Hospital Padilla sale de terapia intensiva

La restauración del edificio religioso puso a salvo una estructura moribunda y peligrosa. Ahora le toca al interior. Sorpresas escondidas.

POSTAL. El campanario, que puede verse desde todo el hospital, recuperó su altura original. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.
POSTAL. El campanario, que puede verse desde todo el hospital, recuperó su altura original. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.
12 Marzo 2014
Para entender un poco más es necesario cerrar los ojos. Imaginar el pasado y el futuro. La cantidad de lágrimas de dolor que por ese altar rodaron y también el desesperado agradecimiento a la ayuda divina. En la capilla del Hospital Padilla se respiran historias intensas, aunque por estos días se haya tomado unas vacaciones. Hace más de un año y medio que no hay nadie que pida ni agradezca nada entre sus ladrillos pegados con barro, pero aún así las promesas cantan a coro entre el polvo y los andamios.

Nada que no vivan a diario en el hospital que atiende a los accidentados más graves de la provincia. Así como su plantel de 1.600 empleados consigue en cada turno salvar cientos de vidas, el edificio religioso está siendo recuperado a nuevo. Para que los pacientes y sus familias estén más cerca del cielo, pero también para realzar el valor patrimonial que durante años estuvo escondido entre arreglos apresurados y modificaciones sin lógica aparente.

La primera etapa de las refacciones está casi terminada y se trató, en realidad, de una “terapia intensiva” de su estructura. “Cuando nos hicimos cargo del directorio del hospital, hace unos dos años, toda la estructura del campanario estaba apuntalada con hierros porque estaba a punto de caerse. En verdad que daba miedo pasar por ahí”, contó Javier Zayun, gerente administrativo del hospital. Además, en esta etapa le devolvieron la altura original al campanario, que en algún momento fue “recortado”.

Con la estructura fuera de peligro, los obreros comenzaron a trabajar en el interior de la capilla. Allí encontraron varias sorpresas, entre ellas, un cielo raso original que había sido tapado por uno más bajo. “Encontraron un cornisamiento con elementos ornamentales que permitían hacer una nueva lectura de la composición académica del espacio interior”, explicó el arquitecto Luis Bruna, quien realizó un informe encargado por la Comisión de Patrimonio en el cual se apoyarán las tareas de restauración.

El Hospital Padilla, y con él la capilla, integra el listado de bienes protegidos por la Ley 7.535 (de Patrimonio). Por eso intervino la Comisión. “Lo primero y fundamental era rescatar la parte gruesa de la estructura y eliminar el peligro que significaba para los pacientes y los empleados del hospital. Pero también quisimos hacerlo bien e intentar recuperar la capilla tal como era en 1883, cuando fue inaugurada”, sintetizó Zayun.

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