Un pozo costó $ 2 millones, pero nunca dio agua

Un pozo costó $ 2 millones, pero nunca dio agua

“Lo cavaron, lo cerraron y se fueron”, denunció un vecino. Jaldo explicó que sólo se halló agua salada. Silvia Elías de Pérez denunciará la situación ante la Justicia Federal. Pese a figurar como “finalizada”, “visitada” y “rendida al 100%”, la perforación está clausurada y los vecinos continúan sin servicio.

PRECARIEDAD. Los vecinos acumulan agua en tanques, en los jardines.  PRECARIEDAD. Los vecinos acumulan agua en tanques, en los jardines.
09 Marzo 2014
Oxidada y perdida entre la maleza, a unos 30 metros de la ruta 305 en El Timbó, una pequeña estructura metálica se levanta no más de medio metro sobre el nivel del suelo. Parece un hongo naranja y sólo es visible para quien se acerca lo suficiente, o conoce la historia de la obra que estaba destinada a cambiar la historia de la pequeña localidad ubicada a 18 kilómetros al norte de la capital tucumana, y que terminó perdida entre la vegetación.

“Es un pozo que nos iba a dar agua a todos acá en El Timbó y Las Salinas. Lo cavaron, lo cerraron y se fueron. Nunca supimos qué pasó”, explica Raúl Zárate, trabajador rural, cuya casa se encuentra a pocos metros de la pequeña estructura oxidada. En la zona, muchos de los vecinos no recuerdan haber tenido agua nunca. Otros, como Raúl, están conectados a una red que, sostienen, trae agua directamente desde un arroyo cercano. “A veces viene limpia, pero cuando hay crecidas, sólo trae barro”, agrega Raúl.

El pozo que se perforó y se clausuró en 2013 se concretó con fondos del programa nacional “Más Cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria”. El proyecto incluía, además, la construcción de la red de distribución. Costó más de $ 2 millones, según el Anexo I de la ley 8.577 mediante la cual la Legislatura de Tucumán autorizó al Ejecutivo local a suscribir los convenios. Los $ 2 millones ya están pagados, según reconoce el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), en un informe en el que también señala que la obra está “terminada”, “visitada (y) finalizada conforme al monto solicitado”. Y agrega que la transferencia, realizada el 23 de agosto de 2013, está rendida al 100%. Pero agua no hay. Sólo un pozo sellado acompañado de un cartel que dice: “Más Cerca. Obra: Ejecución de Perforación de pozo para provisión de agua potable”.

Según vecinos del lugar, el pozo nunca dio agua. El ex ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, dice que sí se llegó a las napas, pero el líquido obtenido no era apto para consumo humano. Explicó que la zona tiene un alto grado de salinidad y que no había forma de saberlo si no se perforaba el pozo. Agregó que el Estado provincial buscará conectar la zona a otra red de agua cercana, y que la obra se financiará con fondos propios.

Sin embargo, a pocos metros (no más de 50) de la perforación que nunca funcionó, hay otra en plena actividad, emplazada en un terreno privado, y que provee de agua al propietario. Desde la casa de Raúl se pueden ver ambos: el que costó $ 2 millones a la Nación y nunca dio agua, y el que hizo su vecino, que sí funciona. Raúl se pregunta cómo, con tan pocos metros de distancia, el agua puede ser tan distinta.

Una situación difícil

La vida en la región no es sencilla, reconocen varios pobladores de El Timbó y la localidad vecina de Las Salinas. Las familias tienen en el frente de sus casas enormes tanques plásticos donde acumulan el agua que, sostienen, una vez por semana les provee un camión de la Comuna.

La mayoría de los recipientes están sucios, porque el camión no pasa un día preestablecido. Los vecinos no se arriesgan a vaciar los recipientes para limpiarlos y esperar que llegue el agua nueva. Cuando se acaba, le piden a un vecino. “Si tampoco tiene, no queda más remedio que esperar a que vuelva el camión”, explica Zulema Miranda, madre de ocho niños que recientemente estuvieron enfermos con diarrea.

“Me dijeron que fue porque no podemos tomar el agua estacionada”, dice, mientras muestra cómo en el fondo del tanque se mueven pequeños gusanos, según ella, imposibles de combatir en los recipientes.

Denuncias

Jaldo sostiene que no conoce las denuncias de los vecinos. Sin embargo, desde mayo de 2012, habitantes de El Timbó y Las Salinas recurrieron por nota a los comisionados comunales respectivos, al Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (Sepapys), a la Secretaría de Coordinación con Municipios y Comunas Rurales (dependiente del Ministerio del Interior), a la Defensoría del Pueblo, a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia y al Gobernador, José Alperovich. Además en octubre de 2013 cortaron durante cuatro días la ruta 305. Repitieron la protesta en noviembre.

En abril del año pasado, la entonces legisladora Silvia Elías de Pérez inició una denuncia penal ante el Juez federal Daniel Bejas por presuntas irregularidades y sobreprecios en obras del plan Más Cerca. Y fue en el marco de las ampliaciones de la demanda que descubrió que el pozo perforado en El Timbó figuraba como concluido, pagado y terminado, explicó la actual senadora.

“Que se mal utilicen los fondos es imperdonable. Comenzaron a hacer una obra sin tener la factibilidad técnica, y terminaron enterrando más de $ 2 millones. Estas cosas son las que nos muestran por qué Tucumán tiene que pagar cada vez más impuestos. Una mala administración hace que alguien tenga que pagar la fiesta, y siempre la terminan pagando los tucumanos”, destacó Elías de Pérez. Adelantó, además, que mañana ampliará denuncia para que se investiguen presuntas irregularidades en la ejecución del pozo de El Timbó.

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