En noviembre de 1937, la señora Francisca Pérez, viuda de Félix González, donó una beca a la Facultad de Ingeniería, posibilitando que el alumno que consiguiera el mejor promedio en sus estudios dentro de ese establecimiento, pudiera perfeccionar su aprendizaje técnico mediante la práctica del pilotaje, curso que recibiría en el Aeroclub de Tucumán.
La señora, además de cooperando activamente en la formación de los jóvenes estudiantes universitarios, buscaba con su gesto honrar la memoria de su difunto marido, quién fue socio fundador del Aeródromo Mauricio Gilli y uno de los propulsores de las actividades aeronáuticas en nuestro medio.
Mediante una publicación en los medios locales, una comisión del Centro de Estudiantes de esta facultad le agradeció efusivamente el gesto a la dama.
Fuente: Diario La Gaceta 10/11/1937 – Archivo Histórico UNT.