Martín, comodín

Martín, comodín

Seri se viste de doble 5 para sorprender y ser carta ganadora de un “santo” que busca clasificar.

Martín, comodín
“Me gusta esto de tener varias funciones y poder rendir en ellas, más allá de que a algunos les puede gustar más y a otros menos, a mi me cae bien esa tarea”, jura Martín Seri, el 8 que ante Tiro Federal (a las 19) acompañará a “Maxi” Rodríguez en el medio. Va de doble cinco esta vez el rosarino, papel que desde que Arnaldo Sialle hizo pie en San Martín, tuvo que entrenar seguido. Chacana jugará a su derecha y el esquema volverá a mutar (del 4-3-3 vs Gimnasia, a un 4-4-2). Todo sea porque el equipo logre  tres puntos que disparen a una clasificación segura, ante el rival directo.

En este asunto no tiene problemas Martín. Su historia está llena de adaptaciones, la que le completan su lado tipo “comodín”. “Mi carrera en general fue un poco así. Yo era enganche de chico (ojo, manejaba la bocha en base a la simplicidad y no al virtuosismo) y después me corrí para los costados porque había mejores. Luego jugué de 5. Creo eso le dio la posibilidad a los DT de utilizarme en varios lugares”. O sea que Seri es un volante ideal para estos momentos, donde el técnico recién llegado comienza a mover piezas a su gusto y a probar intentado dar con el mejor 11.  “Él pide que el volante que se suelta llegue al área para sumar un jugador en ataque”, explica, soñando ser la carta ganador. “‘Cacho’ estaba en inferiores de Newell’s al mismo tiempo que yo. Entonces me conoce y sabe en los lugares donde puedo jugar”, recuerda. 

El “Gigante” no es su gran amigo (nunca lo había dirigido en Rosario) pero sí un viejo conocido de Martín, algo que le sirve para analizar al nuevo San Martín. “Con (Juan Amador) Sánchez hacíamos mucho reducido y ahora trabajos tácticos, sobre todo porque Sialle está tratando de encontrar una identidad”.

Las palabras del volante salen en el tono típico del tipo humilde, porque claro que el hecho de “estar siempre” (es el único que jugó todos los partidos de este torneo) lo llena de orgullo; pero él no quiere agrandarse y mucho menos da esa sensación. “Trabajo para esto, tanto en los entrenamientos como en la vida, vivo para esto y al estar presente lo tomo como un premio, más allá de que me puede tocar salir... Roldán me sacó”, recuerda el rubio, pero habla de un sólo partido, en la fecha 5 ante Central Córdoba, cuando igual ingresó desde el banco por lesión de Rinaudo. “Esa dura lesión de Matías hizo que yo no tuviera tanta competencia en el puesto”, dice de nuevo.

Los técnicos pasaron y Seri no se movió. Puede correrse a un costado (como hoy), avanzar y retroceder, pero siempre con la idea fija de aportar a la causa de todos. Su constancia lo hace digno de estas páginas, aunque lo que le importe a él es hacer un buen papel en una cita vital para el futuro de todos.

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