Requeridas por el público de bajos recursos para solucionar de manera precaria la necesidad de vivienda, las casas de madera machimbrada representan el escalón más bajo en el mercado de la construcción. Sin embargo, en un nivel un poco más alto en calidad y confort se pueden encontrar en nuestro medio otras viviendas y bungalows de madera, que habitualmente son adquiridos para servir de casa de veraneo en alguna villa turística.
"Mucha gente consulta sobre las casas de veraneo, porque han comprado un terreno en San Pedro, en El Mollar o en otra villa turística", comentó Said Melique, de una fábrica ubicada en Lavalle al 3.000. En su opinión, la casa de madera representa una inversión y una manera económica de irse de vacaciones.
Los bungalows que comercializa Melique son de quebracho blanco por fuera, y están revestidas interiormente en madera de pino con aislante térmico. Requieren un tratamiento con impregnante o aceite de lino y posterior barnizado, lo cual deberá repetirse cada cuatro años para asegurar un buen mantenimiento de la casa. En este tipo de construcción hay productos de diversa calidad, porque se utilizan -en uno u otro caso- maderas de muy distinta durabilidad. También varían mucho los costos de acuerdo con el tipo de revestimiento y de aislante termoacústico que se utilice en paredes y en cielo raso.
"A veces los clientes piden la casa con revestimiento interior de MDF, que es un aglomerado de grano muy fino -agregó el comerciante-. Otros prefieren dejar el machimbre hacia adentro y revisten el exterior con ladrillo".
Los fabricantes realizan el traslado y montaje de la vivienda en su lugar definitivo, una vez que el usuario ha construido la plataforma de cemento.
Cuando se trata de una zona muy despareja de la montaña, como ocurre en El Mollar, los costos de la plataforma rondan los $ 2.500. Si el terreno es parejo, se gasta un 40% menos. Un bungalow de 72 metros cuadrados, con balcón a la vista y otro interior, cuesta $ 12.000, a lo que se debe sumar $ 1.500 del costo del techo de chapa.
Otro gasto adicional será la instalación de agua y sanitarios, que ronda los $ 700, mientras que la parte eléctrica cuesta unos $ 500, entre materiales y mano de obra.
"En nuestra fábrica también hacemos muebles de algarrobo y de pino, bajo mesadas y alacenas para este tipo de casas -agregó Melique-. Las camas cucheta, que se usan mucho en los bungalows, cuestan $ 140 (de pino). Una cama de dos plazas vale $ 180, en pino, y en algarrobo $ 320. Un juego de comedor de pino (mesa y 6 sillas), se vende a $ 360.
En lugares como El Mollar abundan las casas machimbradas y los bungalows de madera, aunque su calidad constructiva - en la mayoría de los casos- no se equipara a la existente en Bariloche, por ejemplo. Las célebres "casas de chocolate", que son construidas con troncos, tienen un costo muy elevado.
Dentro de la línea de viviendas de madera con mayor confort y alto precio -como las que abundan en Estados Unidos y otros países desarrollados- una empresa argentina apuesta a que esta modalidad vaya difundiéndose en nuestro país.
En una entrevista con este diario, vía correo electrónico, el gerente de una firma de Capital Federal, Mario Angel Pozzi, señaló: "en la Argentina todavía persiste la tradición italiana de la casa fuerte, con hierros del 12 y estructuras de hormigón armado, por si los terremotos".
El empresario recordó que años atrás la famosa prefabricada se destinaba casi exclusivamente a personas de muy escasos recursos. "Pero hoy en día, con el avance tecnológico, de a poco se está tomando como vivienda permanente", dijo Pozzi.
Otro fabricante tucumano de casas de madera con cierto grado de confort, explicó que sus productos están dirigidos a la gente de clase media que necesita una vivienda pero no puede comprar una casa de material.
"En nuestro medio hay fabricantes que ofrecen casas a $ 500, es decir que se orientan hacia un sector mucho más modesto. Pero hay que reconocer que con esos valores no se puede solucionar un problema de vivienda.
Se está vendiendo mucha mentira. Casas ?petisas?, con puertas y ventanas que se están desarmando solas, o con chapas armadas con restos de tachos de aceite. Hay muchas ofertas de casas económicas. Pero no son viviendas confortables", aclaró.
Como ejemplo de precio intermedio se puede mencionar una fábrica ubicada en Lavalle al 2.600, que vende una casa de 60 metros cuadrados a $ 2.200, sin chapas ni cielo raso, con machimbre simple de pared. Si lleva revestimiento térmico, los valores aumentan al doble. "De todas maneras, es un precio muy accesible, a pesar de que hay que sumar el costo de las chapas y del contrapiso -afirmó el vendedor-. Son tres dormitorios, cocina comedor baño y living".
Aunque suena extraño todavía, esta firma ofrece financiación propia. Un 25% al encargarla, otro 25% al retirarla, y el saldo en cinco cuotas sin intereses. De contado, hay un 20% de descuento. En el rubro también hay quienes reciben vehículos como forma de pago y argumentan: "siempre buscamos la forma de que la gente pueda comprar".
Se usan mucho las cabriadas, los decks y los solarium
La construcción de casas de madera, con alto nivel de confort, es casi inexistente en la Argentina. Hubo hace poco en Tucumán una experiencia aislada. Se trataba de un intento de ingresar en el mercado de gran poder adquisitivo, pero resultó frustrado por la devaluación.
"Hasta ese entonces era una alternativa interesante. Pero con la caída de la paridad, los costos de la madera y de los demás insumos asociados a ella se elevaron demasiado", evaluó el arquitecto Enrique Alamino. En cambio, los costos de la construcción tradicional -salvo el cemento, que duplicó su valor- no variaron demasiado. Ni el ladrillo ni la mano de obra subieron más de un 40%.
"Entonces, ¿cómo interesar a la gente en algo nuevo, si no tenemos una ventaja económica? Es muy escaso el desarrollo de la construcción en madera en nuestro país. Pero lo que sí va aumentando es el uso de la madera en la construcción convencional. Es decir, casas con madera", señaló Alamino.
En ese sentido, lo que está tomando mayor auge son las cabriadas de madera en los techos, tirantes, machimbre, y una cubierta de chapa o de teja. También se hacen decks, pisos exteriores de madera alrededor de la pileta o un solarium, porque este material no aumenta demasiado su temperatura bajo el sol. Los gazebos con columnas, bancos y caminería de madera son otra alternativa de muy frecuente aplicación, aunque con la caída del poder adquisitivo quedaron limitadas a un público selecto.
Alamino es fabricante de muebles de algarrobo, aberturas y piezas de madera impregnada, entre otros insumos para la construcción. Destacó el hecho de que la madera es uno de los pocos recursos renovables que existen para construir.
En las últimas décadas, el uso práctico y decorativo de la madera -incorporada a los interiores y exteriores de las viviendas- fue tomando cada vez mayor auge, sobre todo porque se aprecia la calidez que otorga a los ambientes. Una casa con madera resulta muy acogedora.
Produccion periodistica:
Ricardo Reinoso