En la gruta de la Virgen la alegría se vuelve contagiosa

En la gruta de la Virgen la alegría se vuelve contagiosa

En la misa, monseñor Villalba instó a dejar de lado el propio interés y a buscar el bien común. Más de 25.000 personas vieron la representación

“EL MENSAJE DE LOURDES”. La megarepresentación reunió a más de 25.000 personas el sábado por la noche. Antes se ofició la misa. la gaceta / FOTOS DE MAGENA VALENTIÉ “EL MENSAJE DE LOURDES”. La megarepresentación reunió a más de 25.000 personas el sábado por la noche. Antes se ofició la misa. la gaceta / FOTOS DE MAGENA VALENTIÉ
10 Febrero 2014
¿Baile? ¡Sí! Canciones, palmas, representaciones, fogón mariano, procesiones con antorchas ... Así es la fiesta de Nuestra Señora del Lourdes en San Pedro de Colalao. Quedan sólo dos días para seguir disfrutando, hoy y mañana, fecha de la festividad anual. La actividad es permanente de la mañana a la noche, bajo el lema “Lourdes, la alegría de la conversión”.

En lo alto de la gruta el coro parece no detenerse nunca, como tampoco la hilera de peregrinos que sube y baja por la ruta para tomar gracia de la imagen. Allá va María de los Ángeles Fuensalida, con su primer hijo en brazos, Emanuel. “Tiene 15 días, lo traemos para presentarlo a la Virgen”, cuenta la joven del brazo de Marta, su mamá, que la acompaña siempre porque ella es no vidente de nacimiento. Sentada, rodeada de hijos y nietos está Rosa Ramona Aguilera, de 96 años, feliz porque su yerno, “El Negro”, la trajo a ver a la Madre. “Tenía mucho para pedirle”, explica sin dar reposo a sus manos, que siguen en actitud de oración.

El sábado, más de 25.000 fieles disfrutaron “El Mensaje de Lourdes”, que durante 16 años consecutivos viene presentando el Grupo de Lourdes. Antes habían participado de la misa concelebrada por monseñor Luis Villalba, arzobispo emérito (monseñor Alfredo Zecca está en Roma) y el párroco Hugo Noguera.

“Hace poco en el país y en la provincia padecimos saqueos, enfrentamientos, divisiones entre hermanos. Los males que hoy nos aquejan, aunque provengan de diversas causas, tienen una misma raíz: la falta de fidelidad, el no cumplir los Mandamientos -dijo Villalba-. Da la impresión de que cada uno busca su propio interés sin el bien común”. Villalba pidió más fidelidad a Cristo y más fraternidad entre los hombres.

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