El peor día para la monarquía española

El peor día para la monarquía española

 reuters reuters
08 Febrero 2014

Sara Barderas - DPA

La foto de la infanta Cristina entrando hoy en el juzgado de Palma de Mallorca le hará más daño a la corona española que todas las campañas antimonárquicas realizadas durante los 38 años de reinado de Juan Carlos I. La hija menor del rey se sentará ante el juez José Castro como imputada. El magistrado sospecha que ella cometió fraude fiscal y blanqueó dinero.

La infanta podrá convencer o no al juez de que no sabía nada de los negocios presuntamente ilícitos que hacía su marido, Iñaki Urdangarin, al frente del Instituto Nóos. Por medio de esa ONG, Urgandarín se embolsó casi seis millones de euros de dinero público. Pero Cristina no sólo responderá ante la Justicia; lo hará también ante la sociedad española, que ha desarrollado un nivel de intolerancia a la corrupción y a los abusos que años atrás estaba más abajo.

Con la infanta Cristina se sienta también ante el juez la casa real, a la que la ciudadanía le está dando la espalda. La crisis de Botsuana -cuando una España en crisis se enteró de que su rey se divertía en lujosas y cuestionables cacerías en África junto a una “amiga entrañable”- supuso un golpe muy duro para la imagen de la monarquía y de Juan Carlos.

La Casa del Rey califica de “martirio” al “caso Nóos”, pero le ha soltado la mano a la infanta. En Palma no habrá con ella ningún representante de la corona, sólo estarán sus abogados.

Hacia fuera, la foto de la infanta entrando en el juzgado es un golpe a la imagen exterior de España. Los 350 periodistas de 94 medios acreditados se referirán en sus informaciones al primer miembro de la familia real que es investigado en un proceso penal e interrogado ante un juez, un caso único en una monarquía reinante.

Mientras tanto, en Palma de Mallorca el caso se convirtió en un buen negocio para bares, cafeterías y hoteles. Y hay más. El balcón del primer piso del número 15 de la calle Parellades, la trasera de los juzgados, ha sido alquilado por unos 2.000 dólares. Tiene las mejores vistas de la rampa, el lugar más apropiado para tomar las imágenes históricas de una infanta de España entrando al tribunal.

“Las declaraciones del ‘caso Nóos’ se han convertido en un negocio para el barrio”, destacó un vecino. “Los hoteles cercanos no tienen habitaciones libres”, añadió una funcionaria del juzgado. Un poco más lejos, a 10 minutos andando, las reservas fueron más fáciles para los rezagados.

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