El factor climático limita el óptimo desarrollo de las plantaciones

El factor climático limita el óptimo desarrollo de las plantaciones

Hernán Salas reconoció los problemas de este año, sumados al arrastre 2013

COLAPSO. Los días de fuertes heladas congelaron las plantaciones. la gaceta / archivo COLAPSO. Los días de fuertes heladas congelaron las plantaciones. la gaceta / archivo
07 Febrero 2014
La producción citrícola de la provincia de Tucumán atraviesa una difícil situación en la presente campaña, debido a los diferentes fenómenos climatológicos que sucedieron desde el invierno pasado hasta la fecha, comentó Hernán Salas, coordinador del Programa Citrus de la Eeaoc.

Las condiciones ambientales que se presentaron desde el invierno de 2013 a la fecha, tendrán un gran impacto en los volúmenes de producción esperados para la temporada 2014.

“Las heladas ocurridas en julio y agosto” (principalmente la primera), las cuales fueron de gran magnitud, tanto por la intensidad como por su duración y distribución (abarcaron la gran mayoría de zonas productivas), “impactaron de gran manera en las plantaciones” de diferentes edades.

“Se registró la mortalidad de un gran número de plantas nuevas”, mientras que en el caso “de las jóvenes, las que se salvaron, tuvieron que ser sometidas a podas severas para la eliminación de tejidos muertos”, retrasando en la mayoría de los casos su entrada en producción. En cuanto a “las plantaciones adultas, la reacción fue muy irregular y los daños estuvieron condicionados por su ubicación, estado general (sanitario y nutricional) y combinación varietal”. La floración primaveral observada se presentó con retraso y en forma aislada en algunas quintas, mientras que en otros casos, hasta el momento, este proceso no fue registrado.

Al relevar la situación en noviembre, aún existía la expectativa de que la ocurrencia de condiciones favorables de lluvias y temperaturas, entre ese mes y enero, podrían generar algún cambio en la situación general de las quintas.

Sin embargo, esto no ocurrió y la escasez de precipitaciones importantes y elevadas temperaturas registradas en estos últimos tres meses, no hicieron más que agudizar la situación observada en primavera.

“A la ausencia de nuevas floraciones, se sumó el derrame de frutos recién cuajados”, describió el investigador.

Las lluvias fueron entre un 20% y un 50% inferiores a lo normal, mientras que las temperaturas máximas, promedio, fueron superiores a los 30ºC, llegando a 34,6ºC, y siendo en algunos casos la más alta de los últimos 65 años.

Estas condiciones de “altas temperaturas y baja humedad, favorecen al incremento de la evapotranspiración de las plantas, afectando el proceso de fotosíntesis, y por lo tanto, su crecimiento”.

En cuanto a “la disponibilidad de fruta para los principales meses de la temporada 2014”, entre abril y agosto, la misma “se verá severamente reducida con respecto a la campaña anterior”.

Si bien existe un bajo porcentaje de quintas en las cuales los daños por las condiciones adversas tuvieron un menor impacto, “la merma productiva en las mismas sería superior al 20%”, mientras que “en el resto de las explotaciones, donde se observaron los mayores daños, la reducción de fruta para los meses de temporada sería superior al 50%”.

Con respecto a la sanidad de la fruta, a pesar de las condiciones ambientales descriptas, es bastante buena, a excepción de aquellos lotes castigados por granizo, en los cuales se observó -además-, la presencia de síntomas de “cancrosis”, originado en infecciones que se produjeron a través de las heridas mecánicas en los tejidos.

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