Ardiles reconoció una falla humana

Ardiles reconoció una falla humana

El ex futbolista, que regresó al continente, contó detalles del despiste junto a Julio Ricardo Villa.

JUNTOS. Ardiles recibió la visita de Villa en el hospital malvinense. FOTO TOMADA DE TWITTER.COM/FALKLANDS_UTD JUNTOS. Ardiles recibió la visita de Villa en el hospital malvinense. FOTO TOMADA DE TWITTER.COM/FALKLANDS_UTD
22 Enero 2014
BUENOS AIRES.- El ex futbolista argentino y actual entrenador Osvaldo Ardiles, accidentado el lunes último en las Islas Malvinas, admitió hoy que hubo falla humana en el suceso que puso en peligro su vida, mientras se desplazaba en auto junto al también ex jugador Julio Ricardo Villa y su hijo.

"Fue un accidente realmente muy grave. Perdí el control del auto, sentí que no me respondía, toqué el freno, aceleré y ahí dimos como cuatro o cinco vueltas, fue una falla humana en una ruta peligrosa, de ripio", detalló Ardiles en declaraciones a C5N.

Ardiles, campeón del mundo en la Copa de Argentina 1978, regresó al continente esta mañana y brindó detalles del accidente.

El ex DT de Racing y Huracán, entre otros clubes, arribó al aeródromo de la ciudad bonaerense de San Fernando junto a Villa, también campeón en Argentina 1978.

"La calle era de ripio, no había absolutamente nadie, era un lugar desolado. Me preocupé cuando vi que sangraba muchísimo, quería detener la hemorragia, sin dudas fue una situación muy tensa y recién nos aliviamos cuando vimos el helicóptero que venía a rescatarnos", añadió el cordobés.

Ardiles y Villa, figuras del Tottenham Hotspur entre 1977 y 1982, filmaban un documental para una cadena deportiva internacional relacionada con sus vivencias en el fútbol británico en tiempos de la guerra de Malvinas entre Argentina e Inglaterra, en 1982.

Ardiles, quien llevó la peor parte en el accidente (sufrió un golpe y una herida cortante en la cabeza), fue atendido en el "King Memorial" de Puerto Argentino, y será observado nuevamente en Córdoba, donde le efectuarán estudios neurológicos para constatar si quedaron secuelas del suceso que le tocó vivir. (Télam)

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