La reserva La Florida se renueva para que la visites

Está a 60 km de la capital y es la más antigua. Están ampliando el camping y van a renovar los baños.

MERENDEROS BAJO LOS ÁRBOLES. El sitio ideal para hacer un descanso. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL MERENDEROS BAJO LOS ÁRBOLES. El sitio ideal para hacer un descanso. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
20 Enero 2014
Impenetrable. Jacarandás, tipas, lapachos, cebiles y tarcos, entre otras especies de árboles. Helechos y matorrales de a montones; selva frondosa y virgen. Así luce la reserva natural La Florida. Y exactamente así se verían las calles de San Miguel de Tucumán si el hombre no hubiera alterado en lo más mínimo el medio ambiente. Al menos es lo que afirman los guardaparques.

Este espacio protegido es una franja de entre dos y cinco kilómetros de ancho y se extiende de este a oeste por toda la falda oriental del Aconquija, hasta el límite con Catamarca. De esta manera, se protege la flora y la fauna que se desarrolla entre los 500 metros sobre el nivel del mar hasta pasados los 5.000 de altura. Las protegidas son más de 9.000 hectáreas. Desde las yungas hasta las nieves eternas.

La principal diferencia entre el turismo de la reserva Los Sosa y el de La Florida es que en el primero el visitante se detiene un tiempo en un lugar de descanso, con fines recreativos. En cambio, en La Florida el destino del visitante es otro: se trata de grupos que vienen con objetivos educativos o didácticos, explicaron los guardabosques de la ONG Pro Yungas.

“Vienen grupos de escuelas y de algunas facultades para hacer la recorrida del vivero de la provincia (que es uno de los más grandes que funcionan actualmente)”, indicó Rodrigo Ordóñez, guardaparques del lugar. Si bien el circuito no está explotado, explicó, en verano suelen visitar la reserva vecinos de Monteros, de Concepción y de Famaillá.

“Los chicos, en general, vienen al vivero, hacen la experiencia del plantín y continúan con el proceso hasta plantar los árboles en los proyectos de reforestación de sus escuelas”, explicó.

En el ingreso principal, por la ruta Interpueblos (324), están ultimándose las tareas para ampliar el área que funciona como camping, además de construir un quincho, merenderos y baños nuevos. La selva que se encuentra en este sector es uno de los últimos parches de vegetación en la llanura, que en algún momento cubrió gran parte de nuestra provincia. Entre los animales que todavía pueden encontrarse en la reserva, se encuentran el Hurón mayor (animal emblema de la reserva), el mayuatog o zorro del río, pecaríes, ocelotes, corzuelas y tarucas, son los que divisamos con las “trampas cámara”, explicó el guardaparques Javier Jiménez.

La Florida nació en 1936. Se trata de la primera reserva provincial de todo el país. “Hay cartas guardadas entre investigadores, gobernantes y empresarios de la época en donde hablaban de la importancia de crear una zona protegida”, explicó Ordóñez. Miguel Lillo sugirió esta zona y desde entonces es un área protegida. El lugar, además, tiene valor histórico porque era un lugar de comercio muy importante entre Diaguitas y Lules. En el sitio se conservan morteros de aborígenes. Como agregado, Ibatín (primer lugar de fundación de San Miguel de Tucumán), se encuentra a cinco kilómetros de la reserva. “Se trata de un circuito de turismo que no está explotado”, indicó Ordóñez.

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