Motos en el infierno

Motos en el infierno

Coma emergió entre las penurias de una etapa increíblemente dura.

AFORTUNADO. Marc Coma sobrevivió a extremas condiciones de competencia. Finalmente, llegó a Tucumán con gran ventaja. AFORTUNADO. Marc Coma sobrevivió a extremas condiciones de competencia. Finalmente, llegó a Tucumán con gran ventaja.
Todo extremo. Pilotos al borde de la deshidratación. Confusión general. Demoras para (casi) todos. Cientos de errores de navegación. Dificultades mecánicas por doquier y máquinas dañadas. Lógicamente, abandonos, muchos. Y como un bálsamo a tanto panorama caótico, hubo una cancelación de un especial, de unos 200 kilómetros. Las razones, casi obvias.

Tal cual sucedió en 2013 (la lluvia dejó varada a la mayoría en territorio catamarqueño), cuando el Rally Dakar puso proa a Tucumán, ayer se dio una etapa intratable. Y los pilotos de Motos la sufrieron, vaya si lo hicieron.

La fría crónica dirá que el español Marc Coma se quedó con todo en el tramo que unió a Chilecito con Tucumán. Ganó la etapa y se subió a la vanguardia. Pero aunque podría suponerse que para él no existieron los problemas, sucedió todo lo contrario: tuvo el auxilio de su compatriota Jordi Viladoms cuando estaba perdido. “Fue otro día durísimo y con mucho calor. Siempre estuve al límite con la navegación; las lluvias de las últimas semanas cambiaron todo el panorama de caminos. Me perdí, estuve 10 kilómetros a la deriva, pero salí adelante. Tuve suerte, muchos no, estaré atento, en cualquier momento me puede tocar a mí perder tiempo. Todo fue una ruleta rusa”.

La terrible etapa pasó facturas. Joan Barreda Bort, líder hasta ayer, fue uno de ellos. Quedó relegado al segundo puesto, luego de lidiar, primero, con un problema de ingreso de combustible al motor, y luego con una complicación en la navegación. “Perdí mucho tiempo en ello. Al final pensé en terminar con el menor daño posible a mis registros. De aquí en más intentaré no fallar. Hay que luchar mucho aún. La carrera está abierta, queda una semana por delante.”

El chileno Francisco “Chaleco” López sobrevivió a duras penas a tan terrible cóctel de arena, dunas, piedra y lechos de río, matizadas con un calor que superó largamente los 40°. “Me quedé sin combustible, me ayudó la gente.” El final, para la estrella francesa, Cyril Després: “el físico casi no me respondía. Tomé mucha agua, seis, siete litros. En fin, otro día para olvidar.”

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