Chicherit no se pierde la carrera

Chicherit no se pierde la carrera

El francés piloteará un buggy del equipo EV Racing.

RECUERDO. Así ingresaba al hipódromo Chicherit en la tarde de enero de 2013 cuando ganó la octava etapa de la prueba. RECUERDO. Así ingresaba al hipódromo Chicherit en la tarde de enero de 2013 cuando ganó la octava etapa de la prueba.
28 Diciembre 2013
Y sí: si él no estaba iba a haber algo de nostalgia. En el Dakar 2013 fue el más veloz y hábil para unir Salta con Tucumán y hasta hace unas horas iba a estar ausente. “¡Llevo el Dakar en las venas!”, sostuvo el francés Guerlain Chicherit para ponerle el sello a su participación en la edición que comenzará el 5 de enero.

Llegó como monarca al Hipódromo de Tucumán hace poco menos de un año y, por su capacidad conductiva, puede arribar del mismo modo ahora también. Al menos esa es la perspectiva de su compatriota Eric Vigouroux, que inicialmente iba a ocupar el asiento de piloto de su buggy. “En cuanto se presentó la oportunidad de contar con Guerlain en el equipo, no lo dudé ni un instante. Por supuesto, me quedo con las ganas de ponerme al volante, pero prefiero garantizar el futuro del equipo”, explicó Vigouroux. Con el fichaje de lujo, el Team EV Racing aumenta sus chances de llegar al podio. Chicherit será navegado por BJ Baldwin.

Ahora bien, Chicherit mentalmente puede estar preparado porque no quería seguir la carrera desde la comodidad de su hogar, pero deportivamente el panorama es otro aunque la confianza lo acompaña. “Es verdad que no he disputado carreras a lo largo del año, pero nunca he estado tan motivado. Iré con calma durante los dos o tres primeros especiales para calentar motores. Luego pisaré a fondo el acelerador. Estoy convencido de que este buggy cuenta con muchas oportunidades para destacarse este año”, dijo con entusiasmo Chicherit.

En el Dakar 2013 Chicherit terminó octavo en la general; esta vez, el campeón mundial de esquí extremo en varias ocasiones, correrá su séptimo Dakar. No solo de logros se construye su carrera, también de destrozos porque pasó a la historia por destruir el primer Mini de X-Raid en 2011, en el día de descanso de la prueba.

Además, es un nuevo ejemplo de que nada está dicho hasta último momento en el rally más duro del planeta. Hace un par de días, Andrés Reginato, que iba a conducir una Toyota Hilux junto a su hermano Miguel, tuvo que abandonar el proyecto por cuestiones laborales. Es que en el Dakar nunca se sabe qué puede suceder.

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