A no derrochar energía al correr

Una práctica económica y accesible para cualquier ser humano que quiera hacer una actividad física es correr. Si bien durante el año se ven personas que optan por este ejercicio, llegó la época en la cual las plazas y parques se llenan de runners.

LG Deportiva puso el ojo crítico en los atletas recreativos. Practicar esta disciplina no es fácil. Además, con la intensidad del calor tucumano, no derrochar energía al correr debe ser una filosofía de modo tal que el cuerpo sufra lo menos posible.

Como todo deporte, tiene su técnica y características específicas. Desde cómo colocar los dedos de las manos, pasando por cómo mover los brazos, hasta la manera de pisar y elevar las rodillas, sin olvidar la posición de la espalda, todo conocimiento sobre esos aspectos suman. Los corredores recreativos comentan con orgullo cuando llegan a casa que alcanzaron los dos dígitos en las vueltas que dieron a la plaza. O quedan más que satisfechos cuando el cronómetro quedó clavado con algunos minutos menos que en la práctica anterior.

Sin embargo, un runner principiante debe analizar cómo empezar de atrás hacia adelante, porque adquirir la técnica correcta es primordial. No es válido el argumento: “no compito, no me tengo que preocupar por verme bien al trotar”. Sí, debe preocuparse. No sólo porque ayudará a que los dos dígitos sean, por qué no, tres, o que el cronómetro marque cada vez menos minutos después de una misma actividad.

Adquirir el gesto físico correcto al correr evitará dolores musculares y articulares, incluso lesiones que pueden volverse crónicas. Pero, por sobre todas las cosas, permitirá optimizar el ejercicio. Así que a prestarles atención a los consejos para no derrochar energía al correr.

Aprender antes de comenzar a sumar kilómetros

Es importante recurrir a los entendidos en el tema para correr correctamente. LG Deportiva fue asesorada por Lucas Santillán -foto-, maratonista múltiple ganador regional, y Lucas Cerúsico, entrenador de “Running Group”.

CONSEJOS

Las rodillas siempre arriba 

Habitualmente en las plazas y en los parques, se ve cómo los movimientos de las piernas no son fluidos. No parece que la pierna es una extensión larga; parece  que existe un corte de la rodilla para abajo. La fuerza de la zancada viene dada desde el glúteo, pasa por el músculo psoas, continúa por el cuádriceps, sigue por la pantorrilla y todo el impulso termina en la punta del pie. Un buen ejercicio para llevar siempre las rodillas hacia arriba es trotar o hacer caminatas por cuestas o, mejor aún, bajar y subir escaleras sin exigirse, para adquirir el gesto técnico.

La espalda

El corredor debe estar siempre con la espalda derecha, mirando al frente. La postura favorecerá que las vías respiratorias estén en la posición adecuada para un buen ingreso de oxígeno.

Hacia adelante

Se usa la inercia del impulso para ir hacia adelante. La rodilla izquierda va lo suficientemente lejos del piso, lo que demuestra que el impulso está correctamente ejecutado. El corredor está en el aire, otra muestra que la coordinación de ambas piernas generó el impulso correcto. La rodilla lejos del piso, la punta del pie derecho apuntando hacia el suelo son dos indicativos de que no se derrochó energía. 

Manos y brazos

Es fundamental que las manos vayan relajadas para que la irrigación sea buena y se evite una posible sensación de “hormigueo”. Una buena manera de lograrlo es imaginar que se lleva un huevo crudo. No hay que ejercerle demasiada presión como para que se rompa y tampoco debe caerse. Los brazos deben hacer un movimiento pendular, separados por algunos centímetros del cuerpo. No deben ir rígidos.

Que coincida

Siempre hay que tratar de mantener una coincidencia entre el ángulo del codo y el de la rodilla. 

En el talón

El talón del pie debe llevarse todo el impacto. Si el pie cae con toda la superficie de la planta, el golpe repercutirá en la rodilla lo que puede causar dolores y molestias. El movimiento debe terminar en la punta del pie, donde desembocará la fuerza para generar el impulso.