No hallan evidencias que señalen que Neruda fue envenenado

SANTIAGO.- Análisis de los restos del premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda no encontraron evidencias de que su muerte hace 40 años haya sido provocada por un envenenamiento durante la dictadura militar, informó un equipo de expertos.

Hace más de dos años se inició una investigación para esclarecer las causas del fallecimiento tras denuncias del Partido Comunista, al que pertenecía Neruda, y de su ex chofer, que afirman que el poeta fue envenenado y que no murió de cáncer. El informe de un equipo internacional de especialistas confirmó solamente la presencia de medicamentos usados en la época para el tratamiento del cáncer de próstata que aquejaba al escritor.

"No se ha encontrado evidencia forense alguna que permita establecer una etiología (causa) médico legal por causas no naturales en la muerte del señor Pablo Neruda", dijo Patricio Bustos, jefe del servicio forense.

Durante el estudio se encontraron lesiones metastásicas diseminadas en varios segmentos del esqueleto. El autor de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" falleció en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, dos semanas después del golpe militar que llevó al poder a Augusto Pinochet.

El juez de la causa, Mario Carroza, anticipó que analizaría el informe para poder establecer si es necesario sumar otros antecedentes.

"Si se da la posibilidad de otras pericias, también es factible; siempre estamos abiertos a todas las posibilidades que la ciencia nos permita", insistió. El ex chofer del poeta, Manuel Araya, ha asegurado que Neruda recibió una inyección mortífera por parte de agentes de la dictadura que se infiltraron en la clínica.

Tras estas denuncias, la justicia ordenó la exhumación de los restos y en abril se realizaron excavaciones en uno de los patios de la casa-museo del escritor en el balneario de Isla Negra, en la costa central de Chile, donde el popular poeta escribió algunos de sus versos más famosos. Las muestras de los restos de Neruda fueron analizadas por laboratorios dentro y fuera del país.

Los familiares consideran que se pueden realizar más investigaciones para determinar sin lugar a dudas la causa de la muerte. "Hay que tomar la decisión de seguir investigando hasta que realmente el magistrado determine el cierre de este sumario. Esto está recién comienza", insistió Rodolfo Reyes, sobrino del autor. El abogado que entabló la querella, Eduardo Contreras, dijo que todavía faltan pericias toxicológicas porque, como "han pasado muchos años, hay elementos que desaparecen, como el gas sarín".

Bajo la dictadura del general Pinochet, que se extendió entre 1973 y 1990, unas 3.000 personas murieron o fueron desaparecidas y otras 28.000 fueron torturadas. (Reuters-DPA)